La compañía quiere tener listo este servicio de cara a la Exposición Universal de 2020.

Los vehículos voladores de Uber serán eléctricos y de despegue vertical. Están pensados para aliviar el tráfico en las grandes ciudades, y nada mejor que surcar los cielos para evitar los coches. «Hace décadas que los coches voladores están en la ciencia ficción, ahora lo queremos hacer una realidad», ha explicado Jeff Holden, jefe de producto de Elevate, la división de Uber para desarrollar vehículos voladores.

Se desconoce cómo serán exactamente estos vehículos, pero la compañía ha anunciado que antes de 2020 estarán disponibles en Dallas (donde prueban sus nuevos productos) y Dubái. El emirato acogerá la Exposición Universal ese año y la compañía de Travis Kalanick quiere que sirva como presentación global a una disrupción en el transporte basada en las películas de ciencia ficción.

La empresa tendrá que sortear algunos retos: autonomía de los vehículos, regulación, seguridad, coste del servicio, ruidos… Pero cuando han hecho un anuncio de estas características es porque el proyecto es mucho más que una idea sobre el papel o un prototipo con buenas perspectivas. No es para menos, ya que Uber se ha rodeado de verdaderos expertos en el sector aeronáutico: Pipistrel Aircraft, Bell Helicopter, Mooney y Aurora Flight Sciences completan un equipo en el que destaca la participación de la brasileña Embraer, el tercer fabricante de aviones comerciales más importante del planeta.

Uber, valorada en más de 60.000 millones de dólares, podría ser la primera compañía en poner en marcha un servicio de estas características. Su objetivo es que complemente la oferta actual, basada en coches compartidos, vehículos con conductor profesional e incluso barcos y helicópteros. Una amplia gama de servicios de transporte que tiene el objetivo de aliviar el tráfico y la contaminación en las ciudades. En paralelo, y como compañía tecnológica que es, busca cuanto antes poner en marcha vehículos autónomos. En realidad es un asunto clave para su negocio, ya que gracias a la eliminación del conductor podrá garantizar a los pasajeros precios más bajos por trayecto. Pero también está en su ADN ser un disruptor. Por eso es una empresa a la que no le da miedo volar.

Miguel Ángel Ossorio Vega