Podrán pagar, abrir puertas y acceder a ordenadores acercando la muñeca a unos lectores.
La compañía ‘Three Square Market’ probará estos chips en 50 de sus empleados, quienes se han presentado voluntarios para el proyecto. Estos dispositivos, que miden lo mismo que un grano de arroz y cuestan unos 300 dólares, son aptos para su uso en humanos, algo acreditado por la FDA estadounidense desde 2004. Además, y según ha anunciado la compañía, no disponen de localizador GPS para garantizar la privacidad de los usuarios, que podrán extraérselo cuando quieran sin mayores consecuencias.
El objetivo es que estos empleados puedan pagar sus consumiciones en la cafetería de la empresa con solo acercar la muñeca a un lector, así como abrir puertas, acceder a ordenadores o hacer fotocopias. La compañía ha ofrecido una alternativa a quienes no han querido sumarse a este proyecto voluntario: incluir un chip con características similares en pulseras o anillos.
El chip funciona por radiofrecuencia y encripta todos los datos para garantizar la seguridad de las transacciones. Ha sido diseñado en colaboración con una empresa sueca que explora la fórmula para crear chips que puedan implantarse en humanos para ofrecer soluciones de conectividad hasta ahora reservadas a la ciencia ficción… o al uso de dispositivos externos.
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