Un equipo de la Universidad de Missouri ha estado entrenando una inteligencia artificial con un algoritmo de deep learning para reconocer bases de misiles antiaéreos entre cientos de miles de imágenes tomadas por satélite. El programa no solo ha sido capaz de encontrar una serie de sitios preestablecidos con precisión, sino que lo ha hecho mucho más rápido que un humano. La IA está diseñada para reconocer patrones, y recibió un imput de 2.200 imágenes de sitios antiaéreos de todo el mundo.
La IA encontró 90 de estos emplazamientos en una zona del tamaño de Corea del Norte en tan solo 45 minutos, algo que a un operador de carne y hueso le llevaría unas sesenta horas. Los sitios de misiles antiaéreos (SAM, por sus siglas en inglés) siempre siguen una disposición parecida, normalmente en forma de estrella para poder cubrir todas las direcciones. Además de su forma, estas instalaciones suelen estar cerca de sitios clave, por lo que la máquina sabe donde buscar.
El equipo de la universidad espera que su producto ayude a los analistas de inteligencia, que tienen que enfrentarse a un enorme volumen de datos. Dejando en manos de la máquina la búsqueda de sitios «obvios», los expertos se pueden concentrar en buscar los sitios camuflados, o en las zonas en las que «no hay nada» pero debería hacer algo».
Los militares han entrado en la era de la digitalización del campo de batalla, y no es raro que empiecen a surgir los asistentes artificiales para echar un cable a sus camaradas humanos.
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