«Un gran avance científico que la industria alimentaria nunca ha visto antes». Así define el CEO de Smart Cups, Chris Kanik, su sistema de entrega de impresión de policápsula en 3D. Aplicar la tecnología impresa a la industria de las bebidas ha permitido a la compañía californiana transformar un recipiente prácticamente vacío en una bebida energética. Cuando el consumidor agrega agua, las microcápsulas impresas en 3D que hay en el fondo del vaso reaccionan. Al ser agitadas de forma automática, liberan los materiales activos y aromatizantes que le dan sabor.

Las ventajas de estas bebidas energéticas son muchas. En lo que respecta al terreno de la salud, el consumo de este producto instantáneo es más recomendable que el de los clásicos refrescos, gracias a que no tiene calorías ni lleva azúcar. El respeto al medio ambiente también juega a su favor de cara a convertirse en la bebida del futuro. Al ser un producto 100% biodegradable a base de plantas, ayuda a reducir la huella de carbono. El diseño de los vasos inteligentes también está pensado para reducir el coste económico del transporte, almacenamiento y entrega (más de diez veces la cantidad de estos recipientes que de botellas o latas tradicionales).

La primera oferta de Smart Cups incluye cuatro tipos de productos: Tropical Recess, Nerdy Lemon-T, Pucker Up Brain Boost y Magna Cum Latte. Según la compañía, estas bebidas energéticas son ideales para consumidores ocupados y activos, pero también tiene aplicaciones en otras industrias, como la farmacéutica.

Smart Cups tiene previsto seguir utilizando esta tecnología de microencapsulación para lanzar nuevas líneas de productos, como bebidas deportivas, café, té, zumos y bebidas con proteínas. Además, la compañía planea desarrollar una taza de purificación de agua de un solo uso con la capacidad de filtrar agua contaminada en líquidos seguros para el consumo humano.