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Así ha sido la velada salvaje de Jordi Wild

Miguel Ángel Ossorio Vega| 25 de febrero de 2023

Emulando a Ibai Llanos y su ya famosa velada anual de boxeo, el 17 de febrero se celebró la velada salvaje de Jordi Wild.

 

Los creadores de contenido ya no se ciñen a un registro. Los que antaño hacían vídeos en YouTube, ahora dirigen podcast, entregas de premios u organizan eventos deportivos de primer nivel. Ibai Llanos marca un camino que siguen otros tantos. El último gran evento ha sido la velada salvaje de Jordi Wild. El youtuber catalán preparó un evento muy fiel a su estilo.

 

¿QUIÉN ES JORDI WILD?

Antes de comenzar con la velada, conviene explicar quién es Jordi Wild. Nacido Jordi Carrillo de Albornoz es uno de los youtubers con más solera. El Rincón de Giorgio, su primer canal, data de 2013. Actualmente, Jordi Wild dirige y presenta The Wild Project, el podcast en español más escuchado del mundo. En él ya ha dado buena cuenta de su particular personalidad así como el deseo de organizar otro tipo de eventos. Y Dogfight Wild Tournament ha sido su primer proyecto.

 

RESUMEN DE LA VELADA SALVAJE DE JORDI WILD

Dogfight Wild Tournament ha destacado, fundamentalmente, por su violencia extrema sin censura y, como no podía ser de otra manera, por sus polémicas. Un evento de casi cinco horas de duración que ha contado con el Xokas, otro conocido streamer, como comentarista y analista de los combates, con conciertos de música rock en directo, un concurso de bofetadas y con el ácido y particular humor de David Suárez, que limitó su intervención a dirigir una serie de insultos de mal gusto hacia cualquiera que se pusiera en su camino.

En total, seis combates en diferentes modalidades entre luchadores profesionales que dieron un buen espectáculo para los amantes de las artes marciales mixtas.

 

LOS COMBATES

La velada salvaje de Jordi Wild comenzó con un clásico combate al estilo UCF entre Álex Quillez y Salah Eddine. Este último se llevó la victoria por sumisión en apenas dos minutos. Visto y no visto.

A continuación, Mireia ‘La Niña Buena’ y Luvi ‘Chispita’ disputaron el combate de boxeo femenino con guantillas. Mireia saltó al ring con todo, hasta agotar los asaltos y hacerse con el combate en los puntos. Pura deportividad en un combate profesional.

A partir de este momento comenzaron las innovaciones y la parte más salvaje de la noche.

Una pelea dos contra uno, que enfrentaría a Tomás, experto en krav maga y Luis, luchador autodidacta, contra César, maestro de jiu jitsu. Fuera de toda lógica, César consiguió dominar a sus dos rivales.

Las actuaciones y las bofetadas en forma de concurso se sucedían entre combate y combate, con un Jordi Wild pletórico que bajaba al ring a entrevistar a la siguiente pareja de luchadores.

A continuación, una pelea que bien podría haberse producido en la puerta de cualquier local nocturno a altas horas de la madrugada: un combate a puños desnudos enfrentando a Edye y Franco que terminó con la victoria de Edye por puntos.

El siguiente combate se enmarca dentro de la modalidad David contra Goliath. Básicamente consiste en enfrentar a un luchador pequeño y rápido contra otro gigante y extremadamente fuerte. Los protagonistas de este combate eran Raymison en el papel de David y Roger representando a la fuerza bruta. Una vez más, la lógica no dirigió el combate y Raymison sometió a su contrincante.

 

EL COMBATE PRINCIPAL: MUERTE SÚBITA

Tras varias horas de evento, el público se dirigía al gran final. Un combate entre los 124 kilogramos de Zdravko y los 105 de Aitor y una única regla: gana el que quede en pie. Una sucesión de puñetazos hasta que, finalmente, Aitor consiguió noquear al luchador húngaro.

 

EL EVENTO QUE NADIE NECESITABA

La velada salvaje de Jordi Wild no ha dejado indiferente a nadie. Y, aunque seguramente ese fuera el objetivo desde el primer momento, quizá hay bochornosos momentos que se podrían haber evitado.

El evento se vendía como una noche cargada de sangre y violencia. No especificaba nada de violencia verbal o ataques machistas, aunque también los hubo. Es lo que tiene contar con David Suárez.

Si la velada de boxeo anual de Ibai Llanos es un evento social al que todos quieren asistir, Dogfight Wild Tournament se ha convertido en su antítesis.

Habrá que analizar por qué los creadores de contenido han optado por un deporte salvaje y sin sentido para atraer visualizaciones. Puede que el problema no sean ellos, si no su público, ya que Jordi Wild consiguió juntar a más de cuatrocientas mil personas delante de la pantalla para ver una sucesión de puñetazos con normas más que cuestionables.

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