Carles Sans: «Hay quien se ríe tanto o más que con Tricicle»

A finales del año pasado, Tricicle decía adiós. Tras más de 40 años de andadura, el mítico trío se despedía de su público. Pero Carles Sans, el “guapo”, no tenía ninguna gana de bajarse de los escenarios. De la mano de José Corbacho montó la obra ¡Por fin solo!, donde, manteniendo su gestualidad típica, se arranca por primera vez a hablar para contar las anécdotas más imposibles que han vivido a lo largo de estos cuarenta años sobre las tablas. Se estrenó en Barcelona, y ahora se dispone a llevarla por todo el país. Charlamos con él para que nos desvele todos los detalles.

En primer lugar, ¿cómo ha sido la despedida de Tricicle? ¿Qué sensaciones te recorrieron el cuerpo?

Carles Sans: Muy variadas todas, la verdad. Aunque lo nuestro fue paulatino, no fue inmediato, fue en dos etapas. Una en la que ya dijimos que nos íbamos e íbamos dando las últimas funciones, cuando de repente apareció el covid de por medio e interrumpió de una manera brusca todo. Por tanto, no pudimos despedirnos como nosotros pensábamos, no hubo una última función en la que sintiéramos que esa era la definitiva.

Pasaron dos años hasta que decidimos que había que hacerlo de la mejor manera posible, e hicimos cinco funciones únicas en el Teatro del Liceu de Barcelona. Se agotaron en unas pocas horas todas las localidades, y ahí sí que pudimos hacer cinco funciones fantásticas. Nos dimos un baño de mucho cariño, se hizo un documental, Andreu Buenafuente nos hizo una entrevista en el escenario… Y ya está, una etapa culminada, nunca piensas que llegará pero todo llega. Y nada, yo ahora con otra aventura, un capítulo nuevo de mi vida.

Es ¡Por fin solo!, ¿es la primera vez que te enfrentas solo a una gira?

Sí, totalmente. Ni yo mismo pensaba que algún día podría estar defendiendo un proyecto personal. Sin parar de hablar, por cierto. Estoy teniendo muchísimo éxito, girando ahora mismo por toda España. Es algo que surgió, yo no tenía ninguna gana de retirarme todavía de este oficio. Me siento con muchas ganas, con mucha fuerza. Tenía el proyecto de ¡Por fin solo!, y lo estoy disfrutando muchísimo.

«Tricicle es una etapa culminada, nunca piensas que llegará pero todo llega»

¿Qué tal está funcionando?

Llevo casi dos años, hay casi 70.000 espectadores que ya lo han visto. Estoy muy feliz porque creo haber dado con la tecla de algo que me va muy bien. Sabía que no podía hacer lo mismo que con Tricicle, porque es algo inmejorable e inimitable. Y me dije, voy a hablar, pero a la vez introduciendo toda esa gestualidad que tanto me caracteriza como Tricicle. Cuento anécdotas divertidísimas vividas a lo largo de cuarenta años de profesión, en las que no solo es divertido lo que cuento, porque es muy loco, sino que lo interpreto de una manera bastante gestual. En la unión de estas dos cosas creo que está el éxito.

«Sabía que no podía hacer lo mismo que con Tricicle»

Cuentas, entre otras muchas cosas, que os chuparon la oreja en Japón…

(Risas) De lo que se trata, más que de contarlo en una entrevista como pueda ser esta, es de ir dejando titulares que hagan que el público sienta la curiosidad de venir a verlo y oírlo en directo en el teatro, que es donde realmente se disfruta. Son anécdotas que, por cierto, son todas reales, no me he inventado absolutamente nada, todo es muy loco. Y sí, efectivamente en Japón nos chuparon la oreja por sorpresa nuestra y ahí lo dejo, que el público venga a oír cómo fue eso. Cuando lo cuento el público se desternilla.

La obra la diriges junto a José Corbacho, ¿cómo surgió esta simbiosis?

Nos conocemos hace muchos años. Es un tío estupendo, me encanta cómo hace los monólogos, y era imprescindible que alguien viera la idea que yo tenía desde fuera. Con José me he entendido genial, unas sugerencias estupendas y unas ideas muy buenas, nos entendimos enseguida. Ha sido un gran acierto poder contar con él y así ha sido.

Y ahora, ¿qué te queda por delante de la gira?

Me queda mucha España por hacer. Especialmente me hace mucha, mucha ilusión llegar a Madrid el 6 de septiembre. Estaré seis o siete semanas en Madrid, hasta mediados de octubre, tengo muchas ganas de que el público vea qué es eso que hace Carles Sans en solitario. Porque hay gente que se entera y dice, ¿tú, sin Tricicle? Mucha gente siente esa curiosidad. Lo que más me satisface es que toda esa gente, una vez que lo ha visto, salen sorprendidos y encantados. Hay quien dice que se ríe tanto o más que con Tricicle, eso lo dejo que cada uno lo vea.

En Donosti estoy a finales de julio, en un festival. En Santander a finales de agosto. Y en un festival de Pedralbes que hay en Barcelona el 20 de julio… En fin, estoy girando sin parar, lo único que ahora en verano intento aflojar un poquito.