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Diez películas que sorprendentemente no se llevaron ni un Goya

Marketing| 2 de febrero de 2019

Ha sorprendido a propios y extraños que Tiempo después, la esperada nueva entrega de la saga “amanecista” de José Luis Cuerda, no haya tenido tan siquiera una nominación a los Premios Goya de este año. Pero quizás no sea tan raro si analizamos otros títulos españoles –muchos convertidos en cintas de culto o de gran repercusión internacional a día de hoy– que no se llevaron ni un solo “cabezón”.

 

Amanece que no es poco (José Luis Cuerda, 1989)

Basta con mirar a la película que da nombre a la saga más famosa de Cuerda, que cuenta con un total de cuatro entregas, un club de fans y hasta con una ruta turística en los pueblos de Albacete donde se rodó. Su análisis surrealista de la España profunda a base de un humor, tan absurdo como inteligente, se adelantó muchos años a su tiempo. Tres nominaciones y ningún premio.

 

Tacones lejanos (Pedro Almodóvar, 1991)

Las relaciones entre Almodóvar y la Academia de Cine empezaron a enrarecerse en los noventa. Tacones lejanos consiguió el Premio César a mejor película extranjera y estar nominada para los Globos de Oro en esa misma categoría, pero aquí ni siquiera fue nominada para mejor película: tuvo cinco nominaciones y no se llevó ni una. Cuatro años después se repitió la historia: siete nominaciones y cero premios para La flor de mi secreto.

 

Memorias del ángel caído (Fernando Cámara, David Alonso, 1997)

En 1997 se produjo en nuestro país esta interesantísima ficción de terror sobre la llegada del anticristo, que contaba además con un reparto de lujo encabezado por Santiago Ramos, José Luis López Vázquez y Emilio Gutiérrez Caba. Pasó totalmente desapercibida para Academia, crítica y público.

 

Los sin nombre (Jaume Balagueró, 1999)

Algo parecido pasaría con el debut de Balagueró, donde adaptaba de forma magistral la novela homónima de Ramsey Campbell. Película opresiva donde las haya, se llevó quince premios en los principales festivales de cine de género pero ni una nominación a los Goya. En 2002, su socio Paco Plaza adaptaría la secuela no oficial, El segundo nombre.

 

La mala educación (Pedro Almodóvar, 2004)

En 2004, cuando Mar adentro de Alejandro Amenábar se llevó los honores (catorce Goyas) frente a la fría acogida de La mala educación (cero), Pedro y su hermano Agustín abandonaron la Academia. No fue hasta 2010 que el por aquel entonces presidente, Álex de la Iglesia, conseguiría que el manchego volviese a salir al escenario de la gala, escenificando la reconciliación entre ambas partes.

 

Los cronocrímenes (Nacho Vigalondo, 2007)

De todos es sabido que los galardones académicos son bastante alérgicos al cine de género, ya sea en España o en Hollywood. A Vigalondo, que había captado la atención al conseguir que su cortometraje 7:35 de la mañana estuviese nominado a los Oscar de 2004, le ocurriría con su primer largo: Los cronocrímenes, su particular reflexión sobre los viajes en el tiempo, solo consiguió una nominación a los Goya (mejor dirección novel) que no se materializó.

 

Diamond flash (Carlos Vermut, 2011)

Otro debut que pasó desapercibido fue el de Vermut, que se pondría en boca de todos con su siguiente filme, Magical girl. Pero Diamond flash no llegó ni a estrenarse comercialmente en cines (lo que disculpa en este caso a la Academia, ya que no pudo presentar candidatura de este modo) y tuvo que conformarse con su distribución a través de Internet, a pesar de ser cinta de culto a día de hoy.

 

Mientras duermes (Jaume Balagueró, 2011)

Balagueró volvería a enfrentarse al ostracismo académico con Mientras duermes, uno de los títulos españoles más interesantes de aquel 2011 con un impresionante Luis Tósar al frente del reparto. Solo conseguiría la nominación a mejor actor sin llevarse el gato al agua.

 

Carmina o revienta (Paco León, 2012)

Paco León debutaba como director de cine con esta particular cinta protagonizada por su madre Carmina y su hermana María. Además de por su autenticidad (Carmina hacía de sí misma sin conocimientos previos de interpretación), la cinta destacó por estrenarse simultáneamente en cine, Internet y DVD. Tres nominaciones (director novel, actriz de reparto, actriz revelación) y ningún premio.

 

Tiempo después (José Luis Cuerda, 2018)

Cuarta entrega de la saga “amanecista” de Cuerda, precedida por Total (1983), Amanece, que no es poco (1988) y Así en el cielo como en la tierra (1995). Toda una generación de nuevos actores y humoristas (la película cuenta con más de cuarenta actores y medio centenar de cameos) le rinden homenaje al director, que paradójicamente no consigue ni una mención en los premios de la Academia a pesar de estar más que a la altura de las circunstancias con esta nueva comedia.

 

Por Jesús Casañas

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