La justicia da luz verde a la Superliga y liquida a la UEFA y a la FIFA por sus «ilegalidades»
La Superliga prevalece contra todo pronóstico. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha concluido que el veto de la UEFA y la FIFA a la competición privada creada por varios clubes, entre ellos el Real Madrid y el FC Barcelona, es contrario a la legislación europea. Un serio varapalo que no solo refuerza a Florentino Pérez, máximo precursor de la creación de esta nueva competición, sino que deja moribunda a las que hasta ahora eran las dos grandes entidades que manejaban el fútbol mundial.
El veredicto del alto tribunal europeo ha sido para muchos sorprendente. En especial, porque unos días atrás, el abogado general de la Unión Europea, Athanasios Rantos, se pronunciaba a favor de la FIFA y la UEFA. En concreto, señalaba que “las normas de la FIFA y de la UEFA que supeditan la creación de cualquier nueva competición a una autorización previa son compatibles con el Derecho de la Unión en materia de competencia. Habida cuenta de las características de la competición proyectada, los efectos restrictivos derivados del sistema de autorización previa son inherentes y proporcionados para alcanzar los objetivos legítimos”.
Unas palabras que hacían presagiar que la sentencia del TJUE seguiría esa linde, pero ha sido todo lo contrario. Así, los magistrados han señalado de forma tajante que “las normas de la FIFA y de la UEFA sobre la autorización previa de las competiciones de fútbol de clubes, como la Superliga, violan el Derecho de la Unión”. Además, inciden en que “dichas normas son contrarias al Derecho de la competencia y a la libre prestación de servicios”.
ESPAÑA, LA PIEDRA ANGULAR DE LA SUPERLIGA
Más allá de que la Superliga está personalizada en la figura de Florentino Pérez, de la que es presidente y por la que ha dado siempre la cara, tanto la propia competición como la causa judicial tienen más raíces españolas. Así, por ejemplo, el F.C. Barcelona ha sido el otro gran avalista de la competición; de hecho, ambos clubes son los únicos que se mantienen en activo, aunque del resto todavía nueve no han firmado una salida. Al final, han sido tanto el club blanco como los culés los que han mantenido viva la competición.
Además de los clubes, el pronunciamiento de la Justicia europea se produce a instancias de un juzgado español. En concreto, del Juzgado de lo Mercantil nº 17 de Madrid, que elevó una cuestión prejudicial a Luxemburgo para que determinara si el veto de la UEFA y la FIFA es o no contrario a la competencia amparada por el Derecho de la UE. En concreto, el juzgado pedía al TJUE que examinara si los estatutos de la FIFA y de la UEFA podrían usarse para minar cualquier iniciativa privada que pudiera hacerles la competencia en el campo de la organización de competiciones futbolísticas.
¿ES EL FINAL DE LA UEFA Y LA FIFA?
Más allá de lo que pueda representar en un futuro, incluso si el proyecto sigue adelante, la sentencia del TJUE es un durísimo golpe a la autoridad de la UEFA y de la FIFA y a su modelo de negocio. También a sus malas prácticas. De hecho, una parte fundamental de la sentencia hace referencia a la intención de ambas organizaciones de vetar a los clubes y jugadores que jugasen en la Superliga de sus competiciones. En otras palabras, una amenaza de manual ante lo que el TJUE ha argumentado que es una posición “ilegal”, ya que «las facultades de la FIFA y de la UEFA no están sujetas a ningún criterio que garantice su carácter transparente, objetivo, no discriminatorio y proporcionado”.
El fallo, además, se produce en un momento convulso para ambas organizaciones, que se ven acechadas por la corrupción. La FIFA ha tenido cientos de informes abiertos por la dudosa decisión de llevar el Mundial de Fútbol a países donde no solo los derechos humanos están en entredicho, como Rusia, Qatar y próximamente Arabia Saudí, sino también por las muertes en la construcción de los estadios, por ejemplo los del último mundial, y por pagos ilegales. Incluso, a ese evento se le conoce como FIFA GATE y es uno de los mayores escándalos de los últimos años, al estar involucrado el organismo y sus decisiones en los mundiales de Rusia y Qatar.
SUPERLIGA: “EL FÚTBOL ES LIBRE”
La suma de todos esos casos, las “ilegalidades” ejercidas para hacer sucumbir a la Superliga y la nefasta gestión de cuestiones tan importantes como la salud de los jugadores (a los que se les ha cargado de partidos de forma indiscriminada) había puesto ya en entre dicho a UEFA y FIFA. Aun así, al mantener el monopolio de las competiciones era casi imposible que los clubes o las federaciones pudieran levantar la voz. Pero con las sentencia del TJUE todo puede cambiar: «Hemos ganado el derecho a competir. El monopolio de la UEFA ha terminado. El fútbol es LIBRE. Ahora los clubes ya no sufrirán amenazas y sanciones. Son libres de decidir su propio futuro”, señaló Bernd Reichart, CEO de A22, firma que está detrás de la denuncia, tras la sentencia sobre la Superliga.
El monopolio de la UEFA ha terminado. El fútbol es LIBRE. Ahora los clubes ya no sufrirán amenazas y sanciones. Son libres de decidir su propio futuro”
Bernd Reichart, CEO de A22,
Eso sí, ahora queda mucho trabajo por hacer si de verdad se quiere seguir con la Superliga, ya que está todo en el aire. En primer lugar, los equipos que jugarán, ya que solo Real Madrid y Barcelona declaran abiertamente su apoyo. El resto de los que en su día firmaron el documento de creación ya no se pronuncian, aunque están dentro, e incluso hay alguno, como el Bayern de Múnich, que se pronuncia claramente en contra. Una vez se conozcan los equipos, el siguiente paso será conocer más acerca del diseño, inicialmente contaba con 60 equipos y tres ligas, aunque no se sabe si seguirá el formato inicial.
Lo que sí parece evidente es que a medida que más equipos se unan, especialmente los grandes clubes de Europa, será más difícil para el resto decir que no. Al fin y al cabo, estarían perdiendo presencia al no enfrentarse con los grandes de Europa. En definitiva, la estrategia de libertad condicionada de la Superliga ha resultado ser mucho más inteligente que las prácticas abusivas de la UEFA y la FIFA.