Tecnologías salvavidas
La electrónica y la ayuda de cámaras de alta definición han contribuido a mejorar de forma notable la seguridad de los automóviles modernos, que cada vez se acercan más a la conducción autónoma. Analizamos algunos de los sistemas más populares y otros que en los próximos años se implantarán en la mayoría de los vehículos. Las tecnologías que salvan vidas.
Sistema de mantenimiento de carril
Las distracciones al volante se han convertido en la principal causa de muchos accidentes en la actualidad, ya sea por atender una llamada telefónica o contestar un mensaje de redes sociales, pero no hay que olvidar que el sueño también provoca muchos siniestros por salida de vía. Para combatir este problema, los fabricantes ya incorporan algunos avances como el Detector de Fatiga, que avisa al conductor de la necesidad de realizar una pausa si su comportamiento da muestras evidentes de cansancio, bien mediante la medición de ciertos parámetros o con la ayuda de cámaras, y desde hace años también con sistemas que vigilan que el coche se mantenga dentro de los carriles (Lane Assist o Lane Departure Warning, según el fabricante que lo emplee. Con la ayuda de las cámaras frontales, el coche va leyendo las líneas pintadas en la carretera, y si el vehículo se aproxima a ellas sin poner el intermitente, emite un mensaje de alerta -pitido, vibración del volante-, llegando en algunos casos a corregir suavemente la trayectoria. Los sensores infrarrojos se encargan de leer las líneas y la centralita electrónica sabe si vamos a salirnos del carril, existiendo algunos sistemas más complejos que guían el coche en todo momento por el centro. Funcionan solamente en carretera, a partir de unos 60 km/h, y son de gran utilidad también en condiciones de baja visibilidad como lluvia intensa o niebla.
Luces matrix led: la carretera se ilumina
Si las bombillas halógenas fueron una revolución en su momento, el sistema de iluminación Matrix LED digital puede cambiar de forma definitiva los viajes nocturnos. En Audi llevan más de una década trabajando en esta tecnología, primero con el Audi Matrix Beam, un sistema que permitía segmentar por sectores la luz de los faros, y ahora con los faros Matrix LED estrenados en el Audi e-tron Sportback, capaces de iluminar de manera inteligente, dibujando la silueta luminosa deseada en el asfalto, sin molestar a otros vehículos que circulan en ese momento por la carretera.
Es una técnica compleja y muy precisa. La luz que emiten dos diodos se divide en pequeños píxeles que son capaces de iluminar la carretera con enorme resolución. Mediante la tecnología DMD (Dispositivo de Microespejo Digital), un pequeño módulo que contiene un millón de microespejos que apenas miden centésimas de milímetro se orientan mediante campos magnéticos, pudiendo inclinarse individualmente hasta 5.000 veces por segundo para proyectar el haz de luz en el suelo, o incluso en una pared cuando el vehículo está aparcado, mostrando la animación deseada. En carretera, la luz se adapta constantemente para ofrecer el mejor campo de iluminación, oscureciendo zonas para no molestar a otros usuarios, enfocando el interior de curvas o ampliando el haz luminoso en los cruces, y las posibilidades que se abren con la conducción autónoma son infinitas. De momento, es un equipamiento opcional en todos los acabados de la gama e-tron Sportback, y cuesta 1.705 euros.
Información básica a la vista
Estrenado por el Peugeot 208 en el año 2012, el i-Cockpit se convirtió en un elemento de serie tras su aparición en el concept-car SR1 de la firma francesa, y en la actualidad lo montan más de 5 millones de vehículos de la marca en todo el mundo. Al principio parecía algo extraño, pues suponía cambiar la tradicional ubicación del cuadro de instrumentos, pasando de estar situado detrás del volante a una posición más elevada, de manera que el conductor apenas tiene que apartar la vista de la carretera cuando desea consultar la velocidad, el nivel de combustible o la temperatura del motor. Desde su lanzamiento, Peugeot no ha dejado de evolucionar el concepto i-Cockpit con cada nuevo modelo que lo incorpora, pero siempre sobre la base de un volante con un tamaño más pequeño que facilita la maniobrabilidad, instrumentación elevada en formato digital con una alta calidad de las imágenes y una serie de interruptores, al estilo de las teclas de un piano, para el acceso directo a las principales funciones de confort. La evolución más reciente del sistema la encontramos en el nuevo Peugeot 208, que monta el i-Cockpit 3D, realizando una proyección de los datos a la manera de un holograma, como en un avión de combate, mejorando el tiempo de reacción del conductor en medio segundo.
Espejos retrovisores con cámaras
Podría parecer un tema de ciencia-ficción, pero los retrovisores exteriores mediante cámaras ya son una realidad. Vinculados a automóviles con mecánicas eléctricas puras como el Honda e o el Audi e-tron y también híbridas (Lexus ES 300h), la silueta de los coches ha cambiado de forma sustancial con esta tecnología que tiene una doble finalidad: reducir el coeficiente aerodinámico y mejorar la seguridad al ofrecer imágenes de alta calidad sobre lo que sucede en el exterior del vehículo, de gran importancia cuando la visibilidad es mala por las inclemencias meteorológicas o baja luz. Unas pequeñas cámaras de vídeo instaladas en el lugar donde antes estaban los retrovisores se encargan de captar imágenes en alta resolución que se proyectan en unas pantallas situadas en el interior del vehículo, de manera que el conductor tiene un amplio campo de visión del exterior, con nítidas imágenes a color y una buena resolución también de noche. Al ser una tecnología cara por los equipos que precisa, de momento se ofrece en modelos de gama alta, pero cuando se generalice, se extenderá a todo tipo de vehículos. La sensación es extraña en el primer momento por la ausencia del retrovisor exterior, pero todo es cuestión de acostumbrarse, porque las ventajas son considerables.
Control de ángulo muerto en una pantalla
Las maniobras de cambio de carril se vuelven más seguras con la vanguardista tecnología del monitor de ángulo muerto (Blind-Spot View Monitor) desarrollada por Kia Motors y que se estrena en el nuevo Sorento. En el cuadro de instrumentos totalmente digital ‘Supervision’ de 12,3 pulgadas (31 centímetros) se ha incorporado una función que transmite las imágenes proporcionadas por unas cámaras situadas bajo los espejos retrovisores exteriores, de modo que el conductor puede ver lo que sucede en el ángulo muerto durante las maniobras. Al conectar el intermitente para cambiar de carril, en una pantalla TFT-LCD se muestra si hay algún coche o bicicleta que el conductor no ve con el espejo en imágenes de alta resolución, incluso de noche, incluyendo también un monitor de visión periférica y un sistema de asistencia que evita colisiones en las maniobras de aparcamiento a baja velocidad (esa columna que no debía estar ahí), llegando a intervenir en los frenos si detecta una colisión inminente.
Detección de peatones y ciclistas
Los fabricantes de automóviles y las autoridades se han propuesto el objetivo de lograr reducir el número de accidentes hasta eliminarlos por completo, un estadio al que solo llegaremos con la conducción autónoma. Antes de llegar a esa fase hay etapas intermedias como la que nos encontramos en la que disponemos de una serie de avances que colaboran a una conducción más segura, pero siempre con el conductor a los mandos del vehículo, tomando todas las decisiones. Bueno, todas no, porque cuando entre en vigor la obligatoriedad de que los vehículos nuevos monten el sistema de frenada de emergencia obligatorio, habrá situaciones de riesgo en las que el coche decidirá por sí mismo si el riesgo de colisión es alto y es necesario aplicar la potencia de los frenos. Este sistema ya se monta en numerosos vehículos actuales, y funciona con la información captada por las cámaras de vídeo y el radar, que ponen en alerta al conductor si detectan un obstáculo en la calzada, que puede ser otro vehículo parado, un objeto, un peatón o también un ciclista. Los sistemas más avanzados son capaces de reconocer al intrépido mensajero en bici que serpentea entre el tráfico urbano, y que se cuela en nuestra trayectoria. En ese momento emite una señal de alerta que aparece en el cuadro de mandos o un aviso sonoro, y si el conductor está distraído puede llegar a aplicar toda la potencia de los frenos para detener el vehículo si circula a una velocidad inferior a 40 km/h. Es iBooster es un sistema pensado para el tráfico urbano que ha desarrollado la firma Bosch en colaboración con algunos fabricantes de automóviles y ya se monta como un elemento más de seguridad, iniciando el frenado completo en solo 190 milisegundos, menos tiempo del que lleva parpadear dos veces.
Control de crucero adaptativo
Muchos automóviles que se comercializan actualmente ya montan como equipamiento de serie un sistema que permite al conductor programar la velocidad a la que desean circular durante un viaje por autopista, de gran utilidad si queremos evitar multas por exceso de velocidad. El siguiente paso con esta tecnología llegó con los sistemas inteligentes que permiten adaptarse a la situación del tráfico, de modo que el conductor fija la velocidad a la que desea ir, y si se encuentra un vehículo que circula por delante más despacio, se mantendrá a la distancia de seguridad hasta que acelere o cambie de carril para superarlo, retomando de nuevo la velocidad programada. Los sistemas más avanzados pueden funcionar incluso en situaciones de tráfico denso, y, asociados a cajas de cambio automáticas, pueden llegar a detener el coche por completo en una retención, reanudando la marcha cuando el resto de los vehículos lo hace. Dependiendo del fabricante, el funcionamiento es más o menos refinado, y nos sitúa en un estadio avanzado de conducción automática (nivel 2), en la que el conductor debe permanecer en todo momento con las manos en el volante.
E-call, la llamada de emergencia
La Directiva 2015/758 de la Unión Europea obliga a que todos los vehículos nuevos fabricados desde el 31 de marzo de 2018 incorporen el sistema e-Call o llamada de emergencia en caso de accidente como equipamiento de serie. No es un sistema de prevención de accidentes, sino una forma de minimizar los daños. El funcionamiento es automático, realizando una llamada de emergencia al 112 cuando los sensores del vehículo detectan un impacto y que han saltado los airbag, existiendo la posibilidad de que los ocupantes del coche puedan conectarse con los equipos de socorro si están conscientes, al tiempo que se envía la localización del vehículo, número de pasajeros que viajaban en él y otros datos que sirven para una rápida localización y traslado de los heridos a un centro hospitalario. Para que el sistema funcione, el vehículo tiene que tener instalada una tarjeta telefónica o una eSIM, que se activa automáticamente si se produce un accidente, y en caso de que el conductor se encuentre mal durante un desplazamiento o tenga una avería mecánica, puede pulsar el botón rojo (SOS) situado en el techo para solicitar ayuda.
Por José A. Prados