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Banco Santander promete a inversores privados no subir los salarios en España

Pedro Ruiz| 27 de junio de 2022

Banco Santander se ha comprometido con inversores privados a mantener estables los costes en España. Una posición que implica abortar cualquier tipo de incremento salarial para sus trabajadores. Y ante la que los sindicatos no solo han mostrado su descontento, sino que prometen actuar. Pero la decisión parece firme. De hecho, fue refrendada tanto por el consejero delegado, José Antonio Álvarez, como por el director financiero, José García Cantera. Así durante un encuentro reciente, ambos ejecutivos alegaron que los actuales acuerdos duran hasta finales de 2023 y se cumplirán.

La revisión salarial para los empleados de banca, y su implicación sobre los costes, no parecía un tema importante. Al fin y al cabo, el último convenio se cerró en 2020 con un escenario muy diferente. Especialmente, en términos de IPC. El índice de precios para la economía española cerró el año en el -0,5%, lo que llevó a descartar una vinculación con los salarios. La cosa se complicó en 2021 cuando alcanzó el 6,5% y se ha vuelto insostenible al rozar el 9 y el 10% en este 2022.

De ahí que los sindicatos, tanto por motivación propia como por las quejas recibidas, lleven tiempo intentando cambiar esa situación. De hecho, recientemente, la secretaria del sector financiero en CCOO, Nuria Lobo, se mostraba firme: “Hemos dejado claro a nivel confederal que, o salarios, o conflicto”. Además, tanto desde CCOO como desde UGT se movilizaron a principios de junio en Madrid. El propósito fue el de desbloquear las negociaciones de los convenios y que se suban los salarios. Pero, por ahora, los bancos parecen inamovibles.

 

BANCO SANTANDER, ALEJANDRA KINDELÁN: EL ZORRO Y LAS GALLINAS

Especialmente, el propio Banco Santander. La entidad que preside Ana Botín entiende que su posición actual acerca de este tema es inamovible. Entre otras cosas, porque quien debe decidir acerca de ello es una vieja conocida de la casa: Alejandra Kindelán. La ejecutiva fue directora del servicio de Estudios, Políticas Públicas y Relaciones Institucionales de la entidad, antes de erigirse como presidenta de la AEB. Un cargo al que accedió, además, gracias al apoyo directo de la propia Botín.

 

Kindelán, Banco Santander
Alejandra Kindelán sustituye a José María Roldán como presidenta de la AEB

 

La importancia de Kindelán para abortar una revisión salarial es ahora vital. Y es que para que se pueda abrir un nuevo periodo de negociación del convenio se necesita el beneplácito de la patronal en cuestión. Para el caso de CaixaBank o Unicaja la decisión debe provenir de CECA y se conocerá este martes 28 de junio. Mientras, para que los empleados de Banco Santander, BBVA, Bankinter o Banco Sabadell puedan aspirar a una mejora salarial deberán obtener antes la aprobación de Kindelán y la AEB. Esa circunstancia dificulta que la decisión, que se conocerá el próximo 6 de julio, sea favorable para los trabajadores.

Además, la propia directiva se ha mostrado contundente al ser preguntada acerca de esa posibilidad. En concreto, Kindelán señaló recientemente que “el convenio de banca está cerrado hasta 2023 y, por tanto, no se debe modificar antes de esa fecha”. Una palabras que cierran la puerta a cualquier mejora. De ahí, quizás, la confianza mostrada tanto por Álvarez como por García Cantera frente a los inversores privados. “No hay presión sobre los costos de personal, ya que la mayoría de los acuerdos son hasta al menos 2023”, explican los propios analistas, tras la reunión con ambos directivos.

 

LOS SINDICATOS SE REAFIRMAN EN QUE HABRÁ «CONFLICTO»

Una situación que genera contradicción entre los distintos agentes. Por un lado, para los inversores, los analistas y la dirección se trata de algo “positivo” que ofrece cierta tranquilidad en un momento convulso. Por otro lado, supone una preocupación para la plantilla que ve como pierde hasta un 10% de su poder adquisitivo. Por ello, se espera que las próximas semanas puedan ser más problemáticas a nivel de movilizaciones. Más si cabe, cuando las entidades se encaminan hacía un año de beneficios récord.

Eso podría acabar en un nuevo movimiento social contra las entidades, como ya pasó anteriormente. Al fin y al cabo, los bancos se van a aprovechar de distintas palancas, a costa de sus clientes, para incrementar notablemente sus ganancias. La más importante es la fuerte subida del euríbor, mientras que todavía no se ven obligados a subir las remuneraciones a los depósitos. “La expansión de los intereses netos debería ser bastante significativa dados los movimientos reciente en euríbor y en la curva forward, corroboran desde Barclays acerca del fuerte incremento de beneficios para el Banco Santander.

Pero, además, las entidades se beneficiarán del incremento de las comisiones que han ido ejecutando en los últimos años. Dicha partida en Banco Santander, por ejemplo, se ha incrementado en un 47% desde que Ana Botín fuera nombrada presidenta. Un aumento que no ha parado pese a que se ha generado un gran descontento. En definitiva, la banca será reacia a aceptar cualquier petición de los sindicatos escudándose en ambas patronales. Aunque para algunos es más fácil, como pasa con la entidad cántabra, sobre todo cuando la que decide viene del propio banco.

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