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La evolución de las ciudades

JA Prados| 22 de abril de 2024

La transformación que están experimentando las ciudades en las últimas décadas es algo evidente que obedece a la necesidad de adaptarse a los desafíos del crecimiento de la población, el urbanismo y el cambio climático. La tendencia a la concentración en grandes núcleos urbanos es un hecho que se reafirma con datos de la ONU: en 2015, el 54% de la población mundial residía en ciudades, cifra que aumentará en 2030 hasta el 60% (unos 5.000 millones de personas)

Las megalópolis se concentran principalmente en Asia, siendo Tokio (Japón) con 37,4 millones de habitantes la ciudad más poblada del planeta, seguida de Nueva Delhi (India) con 32,9 millones, Shanghái (China) con 29,2 millones, Dhaka (Bangladesh) con 23,2 millones y São Paulo con 22,6 millones. Y los estudios apuntan a que la concentración siga a un ritmo exponencial con las megaciudades africanas como protagonistas, convirtiéndose Lagos (Nigeria) en la más poblada del planeta en 2100 con 88 millones de habitantes, seguida de Kinshasa (R.D. Congo) con 83 millones y Dar es-Salaam (Tanzania) con 73 millones, por delante de Bombay y Delhi (India), con 67 y 57 millones de habitantes, respectivamente.

Con este panorama de concentración en ‘megaciudades’, los responsables de la administración se enfrentan a una problemática que afecta al crecimiento de la población, la urbanización y el cambio climático, con la necesidad de implementar tecnologías que contribuyan a una reordenación del tráfico y una reducción de las emisiones contaminantes.

Transporte público sostenible

Una de las piedras angulares en la evolución urbana es la promoción de un transporte público sostenible. Las ciudades están adoptando medidas para reducir las emisiones de carbono y mejorar la calidad del aire, fomentando el uso de sistemas de transporte público eficiente y amigable con el medioambiente. Desde la expansión de redes de metro y trenes de alta velocidad hasta la incorporación de autobuses eléctricos y flotas de bicicletas compartidas, se están implementando diversas estrategias para promover la movilidad sostenible y reducir la dependencia del automóvil privado.

La evidencia del cambio climático y la necesidad de mejorar la calidad del aire de nuestras ciudades ha dado lugar a la adopción de una serie de medidas que restringen la circulación de vehículos privados en el centro de las ciudades. Para ello se han creado las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), que son obligatorias en ciudades de más de 50.000 habitantes, a las que únicamente pueden acceder residentes, vehículos de reparto  de mercancías acreditados y turismos con etiqueta ECO y ‘0 emisiones’. Es una forma de fomentar el uso del transporte público y de sistemas alternativos.

Conectividad y conducción autónoma

Las ciudades del futuro se están preparando para integrar tecnologías inteligentes en sus sistemas de transporte, incluyendo vehículos autónomos y sistemas de gestión de tráfico basados en datos en tiempo real. Estas innovaciones no solo prometen hacer que nuestras ciudades sean más eficientes y seguras, sino que también tienen el potencial de transformar la experiencia de desplazamiento para sus habitantes, reduciendo los tiempos de viaje y la congestión del tráfico.

La implantación de redes 5G, semáforos inteligentes y una tecnología que pueda ofrecer a los conductores información en tiempo real del tráfico y posibles alternativas a la ruta son algunas de las opciones que se plantean para hacer más habitables las ciudades.

El reparto de última milla ha surgido como un desafío importante en la evolución urbana, especialmente en un contexto de auge del comercio electrónico y entregas a domicilio. Para abordar este desafío, las ciudades están explorando nuevas soluciones logísticas, incluyendo la implementación de sistemas de reparto sostenibles como la entrega en bicicleta y el uso de vehículos eléctricos de carga. Además, se están desarrollando estrategias para optimizar las rutas de reparto y minimizar el impacto ambiental de las entregas urbanas.


Las flotas de vehículos autónomos ayudarán a solucionar los problemas de tráfico en las ciudades a largo plazo. Estos beneficios se vuelven aún más evidentes cuando se combinan con una gestión del tráfico más inteligente y una mayor tasa de ocupación, es decir, un aumento del número medio de personas por coche.

Espacios peatonales y ciclistas

Por último, pero no menos importante, la creación de espacios peatonales y ciclistas se ha convertido en una prioridad para muchas ciudades en su búsqueda de una movilidad más sostenible y saludable. La ampliación de aceras, la creación de carriles bici segregados y la implementación de zonas de bajas emisiones son algunas de las medidas que se están adoptando para fomentar la caminata y el ciclismo como formas viables de desplazamiento urbano. Estas iniciativas no solo promueven un estilo de vida activo y saludable, sino que también contribuyen a reducir la congestión del tráfico y mejorar la calidad del aire en nuestras ciudades.


El robotaxi de Hyundai aprueba el carné

Las calles y carreteras de Las Vegas (EE.UU.) han servido de escenario para el rodaje de un corto en el que se muestra como el robotaxi IONIQ 5, un vehículo eléctrico con tecnología para la conducción autónoma, supera con éxito una prueba similar a la que se realiza habitualmente para el carné de conducir en Estados Unidos. Durante la prueba, realizada por una examinadora con 25 años de experiencia, se aplicaron los mismos criterios que para evaluar a un ser humano, controlando la velocidad, cambios de carril, maniobras de todo tipo, cambio de carril y tiempo de reacción.

El robotaxi IONIQ 5 ha sido desarrollado entre Hyundai Motor Group y Motional, abarcando años de desarrollo y numerosas pruebas de avanzadas plataformas de automoción y tecnología de conducción autónoma, utilizando sensores avanzados que combinan LiDAR, radar y cámaras.

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