¿Cómo funciona la ‘bomba de grafito’ de Corea del Sur?
Seúl estaría preparando un arma que no mata y no destruye edificios. Te contamos qué efecto provoca.
Las bombas, por su propia naturaleza, explotan, causando la destrucción de cuanto está a su alrededor y la muerte de quienes se encuentran cerca de su radio de acción. Las variedades posteriores incluyen desde virus (armas bacteriológicas) hasta componentes radiactivos (armas nucleares, ya sea para ensuciar o para alimentarse).
Sin embargo, la Agencia para el Desarrollo de la Defensa de Corea del Sur podría haber desarrollado una bomba que supondría un nuevo capítulo en el tristemente amplio catálogo existente: la bomba de grafito. La diferencia radica en que esta bomba no mata y no destruye, pero genera un daño probablemente incalculable: paralizar los sistemas eléctricos.
La bomba está formada por varios cilindros rellenos de filamentos de grafito y otros compuestos conductores, lo que provoca cortocircuitos en instalaciones eléctricas, transformadores y cables de alta tensión. Por lo general, basta con limpiar el polvo de grafito para que estas instalaciones se recuperen, aunque en ocasiones se pueden fundir los conductores y otros elementos, dejándolas inutilizables. Se considera una ‘bomba suave’ o ‘arma no letal’, dado que no genera daños más allá de las redes eléctricas. De hecho, se produce una pequeña detonación para abrir los cilindros y esparcir el polvo en el ambiente, pero se realiza a una determinada altura y siempre es de baja intensidad.
Según informa la agencia Yonhap, la bomba serviría al país para realizar un ataque preventivo contra Corea del Norte, cuyo programa nuclear es observado con temor por la Comunidad Internacional.
Se desconoce si Corea del Sur ya posee una bomba de estas características, pero no sería el primer país ni en tenerla ni en utilizarla. Su origen se remonta a la Guerra del Golfo, a principios de los años 90. Sin embargo, las primeras noticias oficiales de su uso se produjeron durante la Guerra de los Balcanes, cuando la OTAN lanzó bombas de grafito sobre instalaciones eléctricas serbias: en un día, provocaron un apagón en el 70% del país.