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Penélope Cruz, una carrera de película

Marketing| 1 de octubre de 2019

Primera española en llevarse un Óscar a mejor actriz de reparto. Primera española en ser nominada al Óscar y al Globo de Oro como mejor actriz protagonista. Ganadora de tres premios Goya. En 2018 recibió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, concedida por el Gobierno de España. Y este pasado sábado se ha convertido en la actriz más joven en recoger el Premio Donostia.

Penélope Cruz Sánchez nació en Alcobendas el 28 de abril de 1974. Como tantas otras, hija de inmigrantes que habían venido a Madrid a buscarse una vida mejor: su madre, María, peluquera andaluza, y su padre, Eduardo, comerciante extremeño.

Estudió danza e interpretación, y es que tras ver ¡Átame! (1990) con apenas quince años decidió no solo que lo suyo era ser actriz, sino que llegaría a ser una chica Almodóvar. Uno de sus primeros trabajos profesionales llegó un año después al protagonizar el videoclip de La fuerza del destino de Mecano, fruto del cual iniciaría una relación sentimental de seis años con el músico Nacho Cano. Paralelamente consiguió trabajos episódicos en series televisivas, desde infantiles (Los mundos de Yupi) hasta eróticas (La serie rosa).

En 1992 dio el salto al cine a lo grande: fue una de las cuatro hermanas de Belle époque de Fernando Trueba y la novieta de Javier Bardem (que se convertiría en su marido en 2010) en Jamón, jamón de Bigas Luna. Con ambas se convertiría en la ‘lolita’ del momento.

Seguirían otros trabajos menores (Por amor, sólo por amor, La rebelde, Todo es mentira, Entre rojas, Allegro ma non troppo, Hablando con los ángeles o El efecto mariposa) hasta que consiguió papeles protagonistas en 1996: La Celestina (Gerardo Vera) y El amor perjudica seriamente la salud (Manuel Gómez Pereira).

Un año después conseguiría hacer su sueño realidad: trabajar para Pedro Almodóvar, aunque fuese un pequeño papel en Carne trémula (1997). Ese mismo año protagoniza el taquillazo de Alejandro Amenábar Abre los ojos. Ambos trabajos la consagran dentro del panorama internacional mientras su nombre se empieza a oír fuera de nuestras fronteras.

También le valen para volver a trabajar con Fernando Trueba, pero esta vez como protagonista en La niña de tus ojos (1998). Su trabajo le vale el Goya, el Premio Unión de actores y el Fotograma de plata a mejor actriz, además de una nominación en los Premios del cine europeo.

Se le abren las puertas del mercado internacional y se decide a dar el salto a Hollywood. Consigue actuar junto a estrellas como Matt Damon (All the pretty horses, 2000), Nicolas Cage (La mandolina del capitán Corelli, 2001), Tom Cruise (Vanilla Sky, 2001, remake de Abre los ojos), Johnny Depp (Blow, 2001), Halle Berry (Gothika, 2003) o Matthew McConaughey (Sahara, 2005).

No obstante, su primera nominación al Óscar sería volviendo a trabajar en su país. Claro que con Almodóvar como director y ella como protagonista: Volver (2006), con la que sí que se llevaría el premio en los Goya y en el Festival de Cannes. No se llevó el Óscar ni el Globo de Oro a mejor actriz protagonista, pero consiguió ser la primera española en ser nominada a tales galardones.

La espinita se la quitaría en 2009 gracias a Vicky, Cristina, Barcelona, estrenada el año anterior. La cinta de Woody Allen le valió el Óscar a mejor actriz de reparto, convirtiéndose en la primera española en conseguirlo, además de los premios BAFTA y Goya en la misma categoría. Ese mismo año volvería a trabajar con Almodóvar en Los abrazos rotos. Su tercera nominación al Óscar (mejor actriz de reparto) vino con el musical Nine (Rob Marshall, 2009), pero tampoco se materializaría.

En todos estos años ha seguido trabajando en producciones nacionales (Los abrazos rotos, La reina de España, Loving Pablo, Dolor y gloria…) e internacionales (Piratas del Caribe: En mareas misteriosas, A Roma con amor…).

El pasado sábado se convirtió en la actriz más joven (45 años) en recoger el Premio Donostia (y segunda actriz española, tras Carmen Maura) que otorga el Festival de Cine de San Sebastián. Lo hizo de manos de Bono, cantante de U2, y en su discurso no pudo evitar emocionarse al recordar a las víctimas de la violencia machista. Guinda a una carrera interpretativa a la que le queda mucho por delante.

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