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PharmaMar proyecta Aplidin contra el dengue tras constatar su fracaso frente al covid

Pedro Ruiz| 20 de octubre de 2021

Aplidin parece tener más vidas que un gato. Al menos, dentro del imaginario de PharmaMar. El fármaco que se ideó en un principio como un antitumoral, pasó a convertirse en el arma de la compañía en la lucha contra el covid-19. Pero las bajas cifras de captación aportadas por el presidente, José María Fernández Sousa, y los atrasos en su estudio de Fase III, denominado ‘Neptuno’, ponen en riesgo su futuro. Aunque todavía se puede reciclar una vez más. Y es que el propio Sousa ahora apunta a otros virus como el dengue o, incluso, el zika.

El presidente de la firma española desveló esa nueva versión del Aplidin, durante la ‘I Jornada Iberoamericana sobre actualización en covid-19 y tuberculosis’. Un encuentro que reunía virtualmente a expertos de distintas regiones del planeta, con preponderancia de países de habla español, para conocer la evolución de la pandemia. Sousa tomó la palabra en último lugar para presentar las credenciales acerca de su fármaco y sus distintos usos. Aunque no fue hasta el final, en la ronda de preguntas, cuando descubrió las nuevas intenciones de PharmaMar.

“Quiero aprovechar para decir otra cosa: ya sabemos que Aplidin es un antiviral tan potente que funciona en otros virus (como los virus ARN o también conocidos como monocaterios)”, señalaba Sousa ante los asistentes. A lo que añadió una nueva dirección para PharmaMar, ya que “en Sudamérica tenemos unos investigadores muy interesados en desarrollar plitidepsina para el dengue”. Aunque no acabó ahí, ya que también dejó en el aire que el siguiente paso podría ser intentar utilizarlo contra el zika, dado que pertenece “también” al género de los Flavivirus.

 

PRÓXIMOS PASOS: EFICACIA ANTIINFLAMATORIA Y PUBLICACIONES

Cubiertos por la pandemia del covid-19, los problemas que genera el dengue parecen haber pasado a un segundo plano. Aunque las muertes y las infecciones siguen siendo muy altas en países tropicales con fuertes lluvias y climas húmedos. De hecho, en el territorio de Sudamérica se trata de una enfermedad muy extendida, como reconoce el propio Sousa, especialmente en países como Brasil y Cuba. También en otras zonas asiáticas como Indonesia y Tailandia, Malasia, Camboya y Vietnam, donde se registran brotes esporádicos pero graves.

El nexo de unión sería similar al utilizado con el covid-19: paralizar su replicación. “El virus, para replicarse, para hacerse copias, necesita algo similar a una máquina fotocopiadora, que sería esta proteína eEF1A. Nosotros lo que hacemos es apagarla. Por tanto, el virus no puede hacer copias y la infección se paraliza”, explicaba la compañía en un artículo publicado por la revista Science.

Pero los problemas son los mismos que con el caso del coronavirus. Por un lado, la idea parece que está ajustada a base de martillazos. Es decir, que como una proteína inhibe la replicación general de los virus ya se puede utilizar contra todos, sea dengue, zika o covid-19. Aunque la realidad es más complicada. Por otro lado, la competencia, y es que recientemente Janssen, una firma del gigante J&J, publicó en Nature los prometedores datos de su inhibidor ultrapotente contra el dengue.

PharmaMar, por su parte, está centrada en seguir demostrando las virtudes de Aplidin. Así, Sousa señaló también durante su intervención que la compañía trabaja en demostrar científicamente lo que “ya sabemos de forma práctica, que la plitidepsina tiene efectos antiinflamatorios”. Para ello, y también para darle más empaque a su antiviral, el presidente explicó que la firma hará distintas publicaciones científicas próximamente.

 

SOUSA CONSTATA EL FRACASO DE PHARMAMAR CON EL COVID-19

Las palabras de Sousa en la conferencia virtual Iberoamericana también sirvieron para constatar el fracaso de la compañía. Así, los datos presentados por el propio presidente, actualizados a 18 de octubre, de su ensayo de Fase III dejaron muy malas impresiones. PharmaMar reconoció que de los 609 pacientes que espera captar para completar su estudio ‘Neptuno’ apenas había tratado a 36 pacientes. En otras palabras: apenas ha conseguido un 6% del objetivo.

Unas cifras que explican por qué hace unas semanas la compañía retrasaba hasta en medio año la fecha de finalización del estudio. Las cosas van tan mal que hasta el propio Sousa tuvo que suplicar para que los pacientes de los países sudamericanos se apunten al ensayo. “Quería pedir un poco de ayuda a los países de Sudamérica y México que están participando en el estudio porque en España está bajando mucho la incidencia y nos va a costar reclutar a todos los pacientes para el estudio (…) Por eso necesitamos que en los países latinos participen, ya que sería muy bueno tener más reclutamientos de pacientes”, imploró el presidente durante la conferencia.

El último punto conflictivo para PharmaMar es que no tiene diseñado un proceso de fabricación a gran escala. Tampoco un sistema de fijación de precios. La idea de que el fármaco tenga que terminar llegando a países pobres ha roto la idea original de que fuera un medicamento caro. De hecho, Sousa reconoció que “el cáncer soporta precios más altos” con la primera versión de Aplidin como antitumoral, pero que ahora se está trabajando “en un abaratamiento de costes”. En definitiva, la situación parece todavía peor de lo pensado con apenas un 6% de captación en el ensayo.

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