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Vodafone y Digi avanzan negociaciones y dejan en el aire a millones de clientes en España

Pedro Ruiz| 8 de septiembre de 2022

España es un punto conflictivo para Vodafone. La operadora anglosajona se comprometió con inversores y analistas a mejorar sus cifras en el país, pero cada vez parece más difícil. La fuerte competencia, en especial en los tramos bajos del mercado, le dificulta mejorar sus márgenes. Más si cabe, en un entorno inflacionista de doble dígito como se está viviendo en España. La única opción real es la de promover un movimiento corporativo, de hecho, ya lo intentó con MásMóvil. Ahora el siguiente en la lista es Digi. Pero esa alternativa deja en el aire a millones de clientes españoles.

Hace relativamente poco, los propios analistas ya daban la pista de lo que se está cociendo en España. Así, desde USB planteaban a Nick Read, director ejecutivo de Vodafone, que cómo veía sus opciones en el futuro en España, tras el acuerdo entre Orange y MásMóvil. Más si cabe, cuando la cúpula directiva de la operadora aseguró meses antes que serían muy agresivos en el apartado de fusiones y adquisiciones. Paradójicamente, Read fue bastante claro al respecto, algo que no suele ser lo normal en estos encuentros y aseguró que: “Están sucediendo muchas cosas. Los contactos en privado están avanzando y progresamos”.

Obviamente, Read no solo se circunscribía a España, pero también parecía evidente que los contactos incluían a su negocio en el territorio español. La pregunta evidente es qué tipo de contactos está manteniendo Vodafone respecto a su negocio en el país. En principio, el grupo está promoviendo una partición de sus líneas de negocio para desinvertir en aquellas menos rentables y con más apetito de los inversores, como las redes, mientras dibuja un plan para el resto. En este nuevo esquema aparece la figura de Digi.

 

DIGI, LA PRESA QUE PUEDE CONVERTIRSE EN CAZADOR

Digi es, sin lugar a dudas, el nombre del momento en el sector de las telecomunicaciones. Las ofertas del grupo rumano le han erigido en la operadora de más rápido crecimiento del sector. Sin ir más lejos, en el mes de agosto, la firma fue la única capaz de registrar datos de portabilidad positivos al sumar más de 40.000 consumidores móviles nuevos. También creció en el apartado de telefonía fija con casi 8.000 clientes nuevos. Pero su capacidad de captación va más allá. En realidad, si se suman todos los meses de verano la cifra de contratos móviles nuevos se acerca a los 140.000.

 

Vodafone

 

Y si se va más atrás las cifras acumuladas resultan reveladoras en dos aspectos muy importantes. En primer lugar, denota que pese a que las operadoras quieren imponer una subida generalizada de precios el mercado difícilmente se moverá hacía arriba. Las ofertas siguen siendo el principal carburante, especialmente, en términos de contratos móviles. En segundo lugar, que Digi se está consolidando cada mes como una operadora importante en el mercado. Eso no solo implica hacerse un nombre entre los consumidores, además asociado a precios bajos, sino también en tamaño para negociar según qué cosas con otras empresas.

Así, se estructurado empieza a parecerse a la de un gigante. Con cerca de 5.000 trabajadores podría alcanzar un Ebitda a finales de año entre los 80 millones y los 100  millones, según la evolución de las captaciones de clientes. Con esas cifras un movimiento corporativo para adquirir su negocio podría rondar ya los 1.000 millones, con las valoraciones del sector y el pago de una prima. Obviamente, se trataría ya de una operación importante para cualquier operador, aunque se trate de una gigante como Vodafone.

 

VODAFONE OBLIGADO A CRECER O A IRSE DE ESPAÑA

Y es que parece que es Vodafone el gran interesado por hacerse con la compañía, explorar una fusión o incluso traspasar su negocio móvil. Todo ello, para lograr el objetivo de ser más rentable. “Vodafone está comprometida con la mejora de la rentabilidad de la inversión en España tanto de forma orgánica como de forma inorgánica”, advierten los analistas de Deutsche Bank. Para el primer objetivo, el grupo ya ha dispuesto que sus tarifas se ajustarán en función de la subida del IPC, lo que mejorará los márgenes. En el ámbito de los movimientos corporativos no todas las opciones parecen igualmente válidas.

 

Deutsche Bank: «Vodafone está comprometida con la mejora de la rentabilidad de la inversión en España tanto de forma orgánica como de forma inorgánica”

 

O, al menos, que vaya a hacer la misma jugada con sus diferentes líneas de negocio. Algunas pistas las han dejado la propia cúpula directiva a lo largo de sus últimas declaraciones. “Vodafone enfatizó que estaba buscando opciones de red de línea fija en España”, señalan desde Barclays. A su vez, los analistas de Deutsche Bank advierten sin embargo de que “el mercado fijo está más fragmentado que el de terminales móviles”. Con ello, la opción de buscar crecer en líneas fijas, mientras cede en el mercado de móviles parece la opción más plausible. Pero la realidad es que la evolución de clientes durante el verano no ha sido demasiado buena para la firma. Ni en uno ni en otro.

 

LOS CLIENTES DE DIGI Y VODAFONE EN VILO

Lo anterior mete más presión a la directiva que sigue negociando entre líneas. Una opción viable sería la de buscar una joint venture con Digi como han hecho Orange y MásMóvil, pero eso abre muchas dudas. Y es que Vodafone está subiendo los precios de sus tarifas, por lo que obligaría también a subir las de los clientes de Digi. Sin embargo, el movimiento reforzaría la presencia de la firma británica en el mercado móvil, mientras que entregaría clientes muy rentables en términos de contratos de banda ancha. Eso generaría una brecha que no termina de gustar en Vodafone. 

En definitiva, la situación parece enquistada, mientras se buscan alternativas. La opción de que Vodafone pueda adquirir Digi parece casi imposible, dado su crecimiento y sus intenciones. De hecho, sería más bien lo contrario, aunque la firma rumana todavía no tiene el tamaño adecuado para un movimiento de ese calado. Además, hay sectores como el de empresas que Vodafone sí quiere mantener a toda costa. También el de banda ancha. Al final, las conversaciones pueden estar girando alrededor de qué hacer con el negocio móvil, ya que es el menos rentable, pero es difícil de separar de otros. 

Al final, pase lo que pase cambiará muchas condiciones y buenas tarifas que tienen millones de clientes en España.

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