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Escándalo en Audax: Elías vende sus títulos antes de que se hundieran por sus nefastas cuentas

Pedro Ruiz| 5 de octubre de 2021

Audax Renovables prosigue con su debacle. La firma volvió a caer con fuerza este pasado lunes, 4 de octubre, tras un par de sesiones aciagas. El resultado es que, en apenas tres jornadas bursátiles, la compañía se ha dejado más de un 20% de valor, tras presentar unas cuentas nefastas. Una debacle que han aprovechado algunos fondos bajistas. Curiosamente, el presidente de la empresa, Jose Elías Navarro, logró salvarse del derrumbe del valor gracias a vender un importante paquete de acciones, con más de 100.000 títulos, el mismo día que presentaba resultados, según una notificación remitida a la CNMV.

El movimiento, tan poco común como sospechoso, ha sido catalogado por alguno de los muchos minoristas que han invertido en la compañía como un escándalo, según ha podido recoger dichos testimonios este medio. Y es que resulta un tanto oscuro que el propio presidente de una compañía venda un número importante de acciones el mismo día que va a presentar una cuentas realmente malas. De hecho, ese mismo día, los títulos de Audax se hundieron más de un 13,2%.

Una caída propulsada, también, por el afán vendedor del propio Elías. En concreto, el presidente de la compañía colocó en el mercado hasta 98.752 acciones en la sesión del 30 de septiembre, según la notificación remitida al regulador del mercado. Un volumen de títulos que supuso casi un 2% de todos los negociados durante la jornada por los inversores de Audax.

Con ello, el presidente logró escapar en cierta manera del colapso que sufrió el valor durante las últimas horas del día y en las sesiones posteriores. El movimiento, pese a que su cuantía es relativamente pequeña, tiene su importancia porque podría incurrir en un delito de información privilegiada.

 

AUDAX SE DESPLOMA POR SUS NEFASTAS CUENTAS

El implacable golpe del mercado contra Audax se explica principalmente por sus malas cuentas. Un hecho que añade más tensión a la operación de Elías. Así, los resultados semestrales presentados ese mismo 30 de septiembre contenían todos los condicionantes que nunca gustan al mercado: una deuda disparada, que también ha incrementado notablemente los gastos financieros, unas gastos de explotación muy elevados, unas cifras operativas muy pobres pese a generar más ingresos y, finalmente, pérdidas en lugar de beneficios. Un completo, vamos.

Empecemos por el principio. Audax presentó un incremento de la deuda neta del 83% en apenas seis meses. En concreto, pasó de poco más de 200 millones a superar los 370 millones de euros. El aumento del apalancamiento fue más fuerte incluso que el de los ingresos, que crecieron un 70%, y añade mucha presión al balance de la compañía en un momento delicado para la misma. De hecho, elevó los costes financieros, lo que paga la empresa en forma de intereses por la deuda, en un 56%, al pasar de 7,9 a 12,4 millones.

Otro problema al que se enfrenta la compañía es la inflación de los precios en el desarrollo de su negocio. En concreto, la cifra de gastos de explotación, que es clave en cualquier negocio, se incrementó casi un 20% destrozando el resto de partidas operativas. Así, por ejemplo, el Ebitda, también conocido como beneficio bruto, se redujo en un 24,7% y el Ebit, una vez descontadas las amortizaciones, hasta un 34%. La parte baja de la cuenta todavía sufriría más al anotar ese incremento en los intereses (que es la I de Ebit) hasta llegar a los números rojos de más de cuatro millones que se anotó la empresa de renovables.

 

ELÍAS, MULTIMILLONARIO Y HOMBRE DEL MOMENTO

La operación ejecutada por Elías logró mitigar todos esos contratiempos al vender antes de tiempo. El directivo, que es uno de los multimillonarios más jóvenes del país, lleva ejecutando ventas de acciones durante los últimos años. De hecho, el presidente vendió hasta un 5,8% de la compañía, valorado en 56 millones de euros, al holding empresarial propiedad de los dueños de la firma de moda infantil Mayoral a principios de año. La intención era encontrar un socio estable, de ahí la entrada de la familia Domínguez, y dar liquidez al valor en forma de más acciones en el mercado.

Pero las aventuras del presidente de Audax en el sector renovable no es el único elemento que le ha llevado a la fama. Así, en los dos últimos meses, se ha dado a conocer también por comprar el conocido supermercado de congelados La Sirena y también por ser el avalista, el caballero blanco que se dice en la jerga financiera, de Joan Laporta en su nueva aventura como presidente del FC Barcelona. Ambas han llevado a Elías a ser portada de muchos medios de gran tirada y a darle a conocer en toda España.

Aun así, su último movimiento no ha gustado dentro del accionariado de Audax. La firma reúne en su capital a un importante número de pequeños accionistas que se han sentido “traicionados” tras conocer la operación de Elías. Más si cabe, cuando el valor sigue cayendo a plomo y todavía no ha encontrado un soporte sobre el que asentarse. De hecho, desde la entrada de la familia Mayoral, la compañía de renovables se deja algo más de un 38%, y lo peor es que la situación dentro del sector se ha vuelto crítica.

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