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Claves de la metodología OKR para empresas

Club del Emprendimiento| 16 de enero de 2023

Las siglas OKR significan Objetivos y Resultados Clave, un popular marco de gestión de objetivos que ayuda a las empresas a implantar y ejecutar la estrategia. Las ventajas de este marco son una mayor concentración en los resultados importantes, una mayor transparencia y una mejor alineación (estratégica). Los OKR lo consiguen organizando a los empleados y el trabajo que realizan en torno a la consecución de objetivos comunes.

Un OKR se compone de un Objetivo, que indica adónde hay que ir, y varios Resultados Clave, que son los resultados que hay que conseguir para llegar al Objetivo. Las Iniciativas son todos los proyectos y tareas que le ayudarán a alcanzar sus Resultados Clave.

El marco incluye una serie de reglas que ayudan a los empleados a priorizar, alinear y medir el resultado de sus esfuerzos. El OKR ayuda a las empresas a salvar la distancia entre estrategia y ejecución y a pasar de un enfoque del trabajo basado en los productos a otro basado en los resultados.

 

Orígenes de la metodología OKR

El OKR tiene una larga historia que se remonta a 1954, cuando Peter Drucker inventó el MBO o Gestión por Objetivos. En 1968, Andrew Grove cofundó Intel y, durante su etapa como consejero delegado en Intel, desarrolló el MBO hasta convertirlo en el marco OKR que conocemos hoy en día. En 1974, John Doerr se unió a Intel y aprendió OKR durante su estancia allí. Doerr pasó a formar parte de Kleiner Perkins Caufield & Byers, uno de los primeros grandes inversores de Google, y se convirtió en asesor de Google en sus inicios. Doer presentó el OKR a los fundadores de Google, Larry Page y Sergey Brin, quienes lo implantaron en Google (que sigue utilizándolo hoy en día).

 

Así puedes implantar la metodología OKR

La flexibilidad del método OKR permite expresar e implementar los OKR de varias formas. Como cualquier objetivo, los OKR deben ser medibles y verificables. Debes entender los OKR como los pilares de tu estrategia para el próximo período. Sin embargo, para hacer buenos OKR, debes conectarlos con tu trabajo diario.

Aunque la mayoría de las empresas definen objetivos, las investigaciones han demostrado que solo el 26% de los empleados tienen una clara visión de cómo su trabajo individual contribuye a los objetivos principales de la empresa. Esto sucede porque la mayoría de los equipos definen objetivos al comienzo del trimestre o del año, que luego no se vuelven a revisar. Pero cuando los empleados tienen claridad acerca de cómo su trabajo se relaciona con los objetivos de la empresa, la motivación se duplica. Cuando el trabajo de cada persona se conecta con los objetivos de la empresa, los empleados tienen el contexto de por qué su trabajo es importante.

 

1- Establecer metas

Para asumir nuevos desafíos tanto tu equipo como tú deberían considerar que al menos uno de los OKR fuera un objetivo ambicioso. Las metas ambiciosas son deliberadamente desafiantes. Tal es así que no estarás 100 % seguro de poder cumplirlas, ¡y está bien! Es buena señal de que los objetivos que establecemos son lo suficientemente desafiantes. Esta actitud nos permite calibrar mejor los objetivos del siguiente trimestre.

 

2- Colaborar con otros departamentos

A menudo, tus objetivos abarcarán iniciativas que vincularán a varios departamentos. Es probable que cada uno de estos equipos tenga KR individuales que contribuyan a ese objetivo común.

 

3- Fomentar la participación de los empleados

Debido a que puede haber varios KR para cada objetivo, muchas grandes empresas optan por adoptar un enfoque híbrido al momento de implementar la metodología OKR. Los líderes y los ejecutivos de la empresa establecen los objetivos, y luego los equipos o miembros individuales establecen los resultados clave que contribuyen a esos objetivos.

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