Elon Musk se la juega con la UE y Twitter podría estar en peligro en Europa
A finales de abril, la Comisión Europea sorprendió al anunciar su intención de impulsar la Ley de Servicios Digitales, una normativa diseñada para abordar una amplia gama de problemas en el entorno en línea (y en la que se trabaja desde el año 2018). El objetivo principal de esta legislación es proteger a los menores, abordar el contenido ilegal, prohibir ciertos tipos de anuncios y combatir la propagación de la desinformación, entre otros aspectos relevantes. Son muchas las compañías que han decidido participar de esto, pero hay una que va a faltar, por lo que parece: Twitter.
La UE estableció un plazo, fijado para el 25 de agosto de este año, para que las grandes empresas tecnológicas, como Google, Meta (anteriormente conocida como Facebook), Apple y Amazon, aceptaran y cumplieran con las políticas establecidas en la nueva normativa. Sin embargo, desde el mismo anuncio de la Ley de Servicios Digitales, Twitter ha estado adoptando una postura desafiante y nadando a contracorriente. Esta actitud ha llevado a la plataforma a ser objeto de críticas en las últimas semanas por parte de diferentes estamentos, incluyendo cargos de la Comisión.
Según algunas informaciones, Twitter ha tomado la decisión de retirarse voluntariamente del código de prácticas de la Unión Europea, el cual busca combatir la desinformación en línea. Esta medida adoptada por la red social de Elon Musk ha generado especulaciones sobre la posibilidad de que Twitter cese por completo sus operaciones en Europa, una situación que inicialmente parecía poco probable… pero que ha ido ganando fuerza debido a las acciones recientes de la red social.
Twitter leaves EU voluntary Code of Practice against disinformation.
But obligations remain. You can run but you can’t hide.
Beyond voluntary commitments, fighting disinformation will be legal obligation under #DSA as of August 25.
Our teams will be ready for enforcement.
— Thierry Breton (@ThierryBreton) May 26, 2023
De hecho, un cargo de la Unión Europea ha expresado que consideran que la salida de Twitter del código de prácticas era inevitable -y que era solo cuestión de tiempo antes de que se llegara a este punto crítico-. Esta postura desafiante por parte de Twitter está generando debates sobre el papel de las grandes empresas tecnológicas en el control de la información en línea.
Exactamente, qué es este código de la UE
El Código de buenas prácticas contra la desinformación, que entrará en vigencia en unos pocos meses, fue creado en el año 2018 mediante una colaboración entre importantes empresas tecnológicas como Meta, Google, Microsoft e incluso Twitter -cuando aún estaba bajo su antigua directiva, claro-. Estas participaron en la redacción del código, que incluye alrededor de 40 recomendaciones destinadas a establecer obligaciones de cumplimiento y mejorar los servicios de verificación de información, con el objetivo de evitar la difusión de noticias falsas.
El código busca no solo abordar la desinformación, sino también fortalecer las medidas contra el spam, las cuentas falsas y las granjas de bots, que son prácticas perjudiciales y engañosas que afectan la calidad y la veracidad de la información en línea.
En el caso particular de Twitter, al cumplir con los requisitos para ser considerada una plataforma en línea de gran envergadura (VLOP por sus siglas en inglés), la compañía tecnológica asume la responsabilidad de controlar y mitigar el contenido perjudicial presente en su plataforma. Además, deberá enviar anualmente una evaluación de riesgos a la Comisión Europea, brindando información detallada sobre las medidas adoptadas para combatir la desinformación y otros problemas relacionados.
A medida que el plazo establecido por la Comisión Europea se acerca, la incertidumbre persiste sobre el futuro de Twitter en Europa y las posibles implicaciones que esto podría tener en el panorama digital. Mientras tanto, la necesidad de regular y abordar la desinformación continúa, y los ojos del público y los expertos se mantienen atentos a los próximos acontecimientos en un escenario que no está nada claro.
Obligaciones muy sensatas
Esta obligación impuesta a Twitter y a otras plataformas VLOP es una clara muestra de la creciente preocupación de las autoridades europeas por proteger a los usuarios y garantizar un entorno digital más seguro y confiable. La valoración anual de riesgos permitirá a la UE supervisar de cerca las acciones de las empresas y evaluar su efectividad en la lucha contra la desinformación.
En resumen, el Código de buenas prácticas contra la desinformación es el resultado de un esfuerzo conjunto de importantes empresas tecnológicas y tiene como objetivo principal establecer pautas y obligaciones para prevenir la propagación de noticias falsas. Esta iniciativa refleja el compromiso de la Comisión Europea de salvaguardar la integridad de la información online y proteger a los usuarios de las consecuencias negativas de la desinformación.
A Twitter parece no importarle nada de esto
Twitter ha estado dando señales de que no muestra mucho interés en cumplir con las leyes europeas en materia de desinformación desde hace algún tiempo. De hecho, ha sido la única gran empresa tecnológica que no ha presentado a la Comisión Europea un informe completo, como exige el código, sobre sus actividades de moderación y las medidas que está implementando para verificar la información.
Tras la adquisición de Twitter por parte de Elon Musk, en la red social se han suavizado las normas de moderación de la plataforma y ya no se advierte a los usuarios sobre contenido potencialmente falso. Además, la empresa ha comenzado a cobrar por la verificación de cuentas mediante el distintivo azul, lo que ha disminuido su utilidad para distinguir perfiles relevantes de aquellos que podrían ser paródicos o difundir desinformación.
¿Pueden existir consecuencias para Twitter?
Aunque este código de buenas prácticas es voluntario, si Twitter no cumple con estas nuevas obligaciones estaría violando la legislación de la Unión Europea, lo que podría acarrear multas de hasta el 6% de su facturación anual global. Además, la Comisión Europea ha señalado que el incumplimiento grave y reiterado de la Ley de Servicios Digitales (DSA, por sus siglas en inglés) podría dar como resultado el bloqueo del servicio, lo que significa que Twitter podría ser bloqueado en la región y perder hasta 440 millones de usuarios.
Estas posibles consecuencias legales y operativas deberían ser motivo de gran preocupación para la red social, ya que podrían tener un impacto significativo en su reputación y en su base de usuarios. La compañía se encuentra en una encrucijada, enfrentando la disyuntiva de cumplir con las regulaciones europeas para evitar sanciones y mantener su presencia en el mercado… o desafiar dichas regulaciones y correr el riesgo de enfrentar graves repercusiones. Y conociendo a Elon Musk, nada es seguro.
A medida que se acerca el plazo establecido por la Comisión Europea, la atención se centra en cómo Twitter responderá a esta situación y si tomará medidas para alinearse con las obligaciones del código de buenas prácticas. Literalmente, el futuro de Twitter en Europa está en juego, y el desenlace de esta disputa tendrá implicaciones significativas en el panorama de las redes sociales y la regulación en línea.