Skip to main content

Paula Labordeta: «Quería dar a mi padre a la gente»

Jesús Casañas| 10 de febrero de 2023

Puede que la faceta más conocida de José Antonio Labordeta (1935-2010) fuese la de político, sobre todo gracias a su puesto de diputado en el Congreso por Chunta Aragonesista entre 2000 y 2008. Muchos siguieron también su obra como cantante, poeta y escritor. Pero en la intimidad también fue esposo, padre, abuelo, profesor… Todas esas facetas son las que muestra Labordeta, un hombre sin más, una de las películas que este sábado compiten por el Goya a mejor documental.

No ha parado de cosechar éxitos desde que se estrenase en cines el pasado 23 de septiembre: ha recaudado 150.000 euros, la han visto 30.000 espectadores, y ha recibido el premio Forqué a mejor documental. El filme ha sido dirigido por una de sus hijas, Paula Labordeta (junto al cineasta Gaizka Urresti), que atiende a nuestras preguntas al otro lado del teléfono para desvelarnos las claves de este apasionante viaje por la vida de su padre.

 

LA GESTACIÓN

 

Labordeta, un hombre sin más comenzó a gestarse diez años después de la pérdida de tu padre. ¿Cierto?

No, se empezó a grabar diez años después. Pero la película se empieza a gestar casi el mismo día que falleció (19 de septiembre de 2010), que pasaron 50.000 personas a despedirse de él. Con una tristeza absoluta, parecía que iban a despedir a un padre, un amigo o un hermano. Yo vi ese dolor y aquella sensación de pérdida y de soledad, al perder a una persona como Labordeta. Llevo toda la vida dedicándome al mundo de la televisión, nunca había hecho cine pero sí había hecho muchos documentales en televisión. Quería hacerle un homenaje a mi padre en forma de documental. Y no solo a mi padre, también a toda esa gente que pasó a despedirse de él con tantísimo amor.

 

Quería hacerle un homenaje a mi padre en forma de documental.

 

El problema es que yo veo que no es momento de grabar, la familia estamos absolutamente destrozados después de cuatro años de enfermedad y de dolor. Montamos una fundación, y les comento a mi hermana y a mi madre que quiero hacer este documental. Muy diferente a los que se han hecho de Labordeta, mucho más intimista, enseñar la cara b. Yo siempre he compartido a mi padre de alguna manera, y aquel día decidí que lo compartía con todos, que a mi Labordeta se lo quería dar a la gente. Lo quería enseñar. Cuando veo que la familia ya está preparada, hemos pasado el duelo, hemos abierto la fundación, mi madre ya está bien, es cuando decido empezar a mover la producción y la grabación de la película.

Hablo con mi madre, mi madre me dice que por supuesto, que la película se hace así o si no, no se hace. Ella tiene una frase que a mí me gusta mucho que es “no nos podemos hacer trampas a nosotras mismas”. Entonces ya voy a ver a Gaizka Urresti, porque necesitaba un productor. Somos muy amigos, le propongo que codirija conmigo la película, porque me parece que va a ser un apoyo absoluto, y ahí empieza ya lo que es la producción.

 

Labordeta un hombre sin más
Paula Labordeta (izquierda) y Gaizka Urresti, directores de la película.

 

UNA PELÍCULA FAMILIAR

 

El guion lo escribe tu hermana Ángela junto a Miguel Mena.

Los guiones de un documental son complicados. Hay un guion que se hace para las subvenciones, pero realmente van saliendo según vas grabando. El guion lo firmamos Gaizka, Miguel, Ángela y yo. Ángela hace las entrevistas, Miguel hace un primer borrador… Pero los documentales no son como una película de ficción, que tú a un personaje le dices: tienes que decir “Mamá, voy a la calle a comprar pan”. Aquí al personaje que tú estás entrevistando a lo mejor no te dice justo esa frase que tú crees que te va a decir. Sale por otro lado totalmente diferente, y aunque la visión de la película no cambie te hace coger una curva diferente que tú no esperabas. Tienen vida propia los documentales. Van apareciendo cosas en la producción, en la grabación y el montaje que no es que cambien la historia original, sino que la enriquecen.

 

Una de esas cosas que aparecen es el diario inédito de tu padre, ¿cambió mucho la historia?

No, no cambia absolutamente nada. El punto de llegada es el mismo siempre. Esa visión personal, absolutamente nuestra. La aparición del diario refuerza ese proyecto. Porque de repente lo que íbamos a contar yo, mi madre o un amigo te lo cuenta Labordeta. Con una realidad absoluta, porque a veces la memoria dulcifica el pasado y te intenta quitar lo malo. De esta manera no hay nada que quitar, simplemente lo está contando en el momento que lo cuenta. No es un diario al uso, son más sentimientos lo que plasma. Eso nos hace fortalecer la idea que teníamos ya del documental en sí.

 

Labordeta un hombre sin más
La viuda de José Antonio Labordeta, Juana de Grandes (de pie, en el centro), junto a sus tres hijas: Ángela, Ana y Paula.

 

LUCES Y SOMBRAS

 

Tu propia madre comenta al final del documental que su realización tuvo “luces y sombras”, en el sentido que ha sido muy bonito, pero también os habrá removido mucho…

Sí, tardé en arrancar el documental por eso. Veía a mi madre frágil, todavía con mucho dolor, pero al hacer la fundación, que también ha sido un trabajo duro, revisar archivos… Es muy doloroso porque retienes todo, pero no es tan doloroso como si lo hubiésemos hecho nada más fallecer mi padre, o al año. Estábamos ya mucho más fuertes.

El diario por supuesto nos marcó mucho, porque es un Labordeta que tú ya conocías pero de repente lo ves escrito. Hay cosas que te pueden doler más o menos. El sufrimiento que él tenía por todo el mundo, ese Labordeta te duele. También te emociona la lucha, porque aunque tiene ese dolor y esa fragilidad, él nunca para y sigue luchando por lo que cree. No para, por mucho que pasen en el mundo cosas que a él no le gustan, él sigue luchando porque cree que es lo que hay que hacer.

También ha sido emocionante. A mi madre lo que le embarga es lo que ha ocurrido con la película en las salas, cómo la gente ha reaccionado. Eso emociona mucho. Ha venido a todas las entrevistas, al montaje a veces, y escuchar a los amigos, a nosotras…  Eso la ha removido mucho, y a nosotras también claro.

 

Labordeta un hombre sin más
Labordeta cantando junto a Sabina en un fotograma del documental.

 

DOCUMENTACIÓN BRUTAL

 

Aparte de las entrevistas que habéis hecho para el documental, habéis tirado de todo lo que había previamente: canciones, poemas y libros de tu padre, fotos y vídeos de archivo… El proceso de documentación ha debido ser bestial.

Ha sido un proceso muy largo, porque mi padre era un hombre famoso, pero tampoco era Miguel Bosé o Miguel Ríos, que tienen muchas grabaciones. Él tenía conciertos, grabaciones en plató, pero hemos tenido que escarbar mucho para encontrar esos documentales previos, porque no eran tan conocidos. Ha sido un trabajo duro pero muy bonito. Y muy complicado, porque ha habido horas de entrevistas y había que buscar cómo queríamos que lo contaran. Muchas horas de visionado, y luego también pues la parte que hemos añadido la familia de imágenes, de fotos… Ha habido mucho archivo.

 

Y luego dejar todo eso en hora y media en la edición también habrá sido complicado.

El primer montaje eran como cuatro horas, ¡imagínate! Había muchas entrevistas, y cortarlas duele mucho. Primero haces una cebolla y vas quitando capas y capas.

Retrato de José Antonio Labordeta en 1970.

UNA GRAN ACOGIDA

 

Lleva ya cuatro meses en cartelera, desde que se estrenase el pasado 23 de septiembre, acumulando 30.000 espectadores y 150.000 euros de recaudación. También varios premios y nominaciones. ¿Esperabais esta acogida?

Ha sido un éxito. Ha sido el documental más visto después del de Sabina, nominados a los Forqué, a los Goya, los Platino… En mis mejores sueños esto no lo tenía. Y sobre todo, aparte de los premios, que por supuesto son la guinda del pastel, lo que no imaginaba era la gente cómo sale de los cines, absolutamente emocionada, cantando el canto de la libertad, aplaudiendo en los cines, que eso ya no se hace… Cuando vamos a las presentaciones y ves el lleno, vayas donde vayas, no solamente en Aragón. Estuve el finde pasado en Gijón y había 800 personas aplaudiendo. Eso es lo que te hace contar la historia, decir: “Vale, por eso la he contado”.

 

Como mi padre, nos echamos la mochila al hombro y vamos a ir por toda España.

 

¿Qué recorrido va a tener la película a partir de ahora? ¿Va a seguir por festivales, la veremos algún día en plataformas?

La lucha es que vaya a alguna plataforma. Intentaremos hacer un recorrido por los pueblos, por esos cines que la gente que es valiente todavía mantiene, para que la gente la disfrute. En el Pirineo o en cualquier lugar donde nos llamen. Vamos a Albacete, a Canarias… Tenemos una buena caminata. Como mi padre, nos echamos la mochila al hombro y vamos a ir por toda España. Y esperemos que alguna plataforma se anime a cogerla, porque la película merece la pena.

 

OTROS ARTÍCULOS DE ESTE AUTOR
NOTICIAS RELACIONADAS

Suscríbete ahora

LO MÁS DESTACADO