‘Paraíso’ temporada 2: su director, Fernando González Molina, nos desvela todos sus secretos
Este jueves, 16 de junio se estrena en Movistar+ la segunda temporada de Paraíso. Ocho nuevos capítulos que serán también los últimos, con un final cerrado y bien atado. Vuelven las referencias a nuestros propios años 90: Héroes del Silencio, Super Pop, recreativos, Mecano… También el elenco principal, al que se suman caras nuevas. Una de las apuestas más potentes y ambiciosas de nuestro género fantástico. Cualquiera que pasara su adolescencia en aquella década se sentirá irremediablemente identificado. Charlamos con su director (y creador, junto a Ruth García y David Oliva), Fernando González Molina.
La segunda temporada de Paraíso será también la última. ¿Se debe a que el crecimiento de los actores protagonistas ya no haría creíbles más temporadas, a su alto coste de producción, o a que no queríais estirar más la historia?
Fernando González Molina: En realidad, el viaje que nosotros habíamos soñado, el que le vendimos a Movistar+, era un viaje que terminaba en este capítulo quince con el final que planteamos. Que es un final, no hay posibilidad de alargar. Es el desarrollo natural de la serie. A ver, si esta temporada vuelve a ser un éxito, funciona que te cagas y tal igual, se puede plantear hacer un spin-off, pero Paraíso como tal terminaría en el capítulo quince.
Vuelve a ser una producción por encima de la media en nuestro país, ¿le suma presión extra a la hora de dirigir?
La presión de que vaya bien, porque al final la apuesta presupuestaria de la serie es muy bestia. Es una serie bastante cara, muy compleja. Eso hace que el riesgo que asume Movistar+ sea grande. También porque estamos en un terreno en el que competimos con pesos pesados del fantástico del resto del mundo, que son muy bestias y con presupuestos diez veces el nuestro. Siempre tienes como miedo. Pero Paraíso en esta segunda temporada crece: en complejidad, en efectos, en decorados, en actores… La idea es dar más al espectador. En ese sentido, no defrauda.
RECREANDO LOS 90
De hecho, aunque la acción se supone que no se sale del pueblo y los alrededores, el rodaje ha tenido lugar durante 14 semanas, en distintas localidades de Valencia, Alicante, Barcelona y Madrid. A grandes rasgos, ¿qué habéis rodado en cada sitio?
Los años noventa son muy endemoniados. Esta segunda temporada ocurre en el año 95, y reproducir un pueblo de 1995 en la actualidad lo convierte en una carrera muy complicada. Porque al final, sobre todo la costa, se ha visto súper transformada. Hemos tenido que coger una calle de aquí, una playa de allá, una plaza de aquí, un paseo marítimo de allá… Al final, este pueblo ficticio que nos inventamos, Almanzora de la Vega, está construido con trocitos pequeños de quince o veinte sitios. Realmente lo desarrollamos desde Valencia hasta Benidorm y Murcia. Luego en Girona hemos rodado el nuevo gran decorado de la serie, que es el Hotel Las Palmeras, la fortaleza de las nuevas malas, las Novavis. Y en Madrid, al igual que la primera temporada, hemos construido desde cero como decorado todo lo que es el exterior de la discoteca Paraíso.
Recrear aquella época de los noventa, aparte de las localizaciones (que no es poco), imagino que habrá sido una labor de documentación bastante grande…
A todos los niveles. Las canciones, el atrezo, las cosas que se ven, los objetos… Todo. Al final jugamos con la ventaja de que Ruth, David y yo, los tres creadores de la serie, teníamos más o menos esa edad en el año 95, estábamos como en los 18-20 años. Para muchas cosas en realidad, aparte de documentarnos, hemos ido a nuestros recuerdos para usar las canciones que nos gustaban, los objetos que usábamos, las cosas que hacíamos… Los elementos que conectan con nosotros. Teníamos el punto de partida de que no estábamos haciendo una serie del siglo XIX, sino que estábamos recuperando nuestra adolescencia.
Lo que ha sido más complejo, sobre todo para el equipo de arte, ha sido recuperar esos objetos: las Teleindiscretas, los cromos de V, el Casio PT-1, la Game Boy original, las máquinas recreativas… Todo este trabajo de búsqueda ha sido muy bestia, igual que el del vestuario. Ten en cuenta que hay planos secuencia en los que hay casi 200 figurantes. Vestir a 200 personas con ropa original de los 90 es complicado.
LA SERIE SE OSCURECE
Hablando de la música, en la primera temporada hubo mucho Mecano, OBK y Chimo Bayo. En esta segunda siguen estando, pero cobran protagonismo Héroes del Silencio. ¿Son santos de vuestra propia devoción?
Obviamente la canción me encanta, pero en realidad lo que queríamos con esta aparición de Entre dos tierras en el capítulo uno es marcar mucho el salto temporal. La primera temporada sucedía en 1992, era más naif y adolescente. Esta segunda temporada empieza en 1995, han pasado tres años. Los personajes se han oscurecido, han vivido el trauma del secuestro, Olivia se ha convertido en una médium, una tipa solitaria y sin amigos en el instituto. Nos parecía que esta canción marcaba mucho el cambio de tono de la serie, pasamos de Me colé en una fiesta a Entre dos tierras. Pero luego es verdad que viajamos con Alaska y Dinarama, y acabamos la temporada volviendo de nuevo a Mecano, como elemento central de la serie.
Entre los nuevos fichajes está Begoña Vargas, que empieza a ser la nueva chica de moda: Malasaña 32, Las leyes de la frontera, y ahora en Paraíso haciendo de mala. ¿Qué tal ha sido trabajar con ella?
Muy bien, ya había trabajado con ella en La otra mirada, uno de sus primeros trabajos, una serie de TVE. Ahí ya me quedé muy prendado con ella, aparte de que establecimos una relación personal muy buena. Enseguida que empezamos a desarrollar a este personaje, Evelyn, una villana líder de las Novavis, estas mujeres no muertas que llegan a Almanzora de la Vega a aniquilar a todo ser humano que se encuentran, nos dimos cuenta de que Begoña era perfecta para hacerlo.
Necesitábamos a alguien muy sexual, muy bella pero que diese la sensación de seguridad y fortaleza, y que también tuviese un lado vulnerable. Enseguida se lo ofrecimos y tuve la suerte de que me dijo que sí sin haber leído una línea del guion. Le conté un poco cómo era el personaje, le enseñé algunas imágenes de la primera temporada (que aún no se había estrenado) y enseguida accedió.
PARAÍSO, SERIE INTERNACIONAL
La serie se ha visto también fuera de nuestras fronteras: Australia, Francia, Alemania, EE.UU., Latinoamérica… ¿Qué tipo de feedback os llega?
En general muy bueno. La serie se ha ido estrenando muy escalonadamente, nos van llegando mensajes. Primero se estrenó en HBO Max para todo EE.UU. y Latinoamérica, todo el norte de Europa… Como en treinta países. Ahí ya nos empezó a llegar un feedback muy bueno. Por ejemplo en Brasil ha encantado la serie, es muy sorprendente, ha funcionado muy bien allí. Después se estrenó en Canal + en Francia, luego llegó Alemania, Canadá, Australia… Nos llegaron cosas buenas.
Y ahora está a punto de estrenarse en La India, será un original de Amazon allí. Es flipante que se estrene en un país como La India, no es un sitio donde sea fácil acceder con la ficción española. El feedback es muy bueno. El público al que le gusta Paraíso es un público muy particular, como de serie de culto, los fans son muy fans. Te hacen publicaciones, te preguntan, están entusiasmados… Me gusta mucho conectar con este tipo de público.
Hay quien la definió con la primera temporada como la “Stranger things española”. Pero yo veo muchos más referentes: todas aquellas pandillas ochenteras de Los Goonies o Cuenta conmigo, mezclado con nuestros propios referentes como Verano azul, y todo lo de la época de los 90. ¿Nació con esa idea?
Exacto. Vaya por delante que a mí Stranger things me encanta. Pero nosotros siempre quisimos hacer un fantástico español muy ligado a los años 90. Nuestros referentes eran Chicho Ibáñez Serrador, Verano azul como dices, las pandillas, comer pipas, nuestra adolescencia, mezclado con las series y películas fantásticas que nos obsesionaban en la época. Empezando por V, que nos tenía locos, esa sensación de que te habías trasladado a otro universo, te absorbía con esos malos tan poderosos. Y Exploradores, Cuenta conmigo, Steven Spielberg… Las referencias son muchas, pero son más de nuestra adolescencia. Más que inspirarnos en Stranger things, compartimos los referentes, acudimos a los mismos lugares. Ellos son mucho más anglosajones y nosotros siempre hemos tratado de no perder de vista nuestra propia identidad, es una serie muy española.
