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Influencers que cambiaron el mundo: Rosalind Franklin

Ana Matías| 14 de abril de 2024

Rosalind Franklin (Londres, 1920) es una de esas heroínas olvidadas que amadrinaron hallazgos que revolucionaron el mundo, pero que fueron eclipsadas o no se les otorgó el reconocimiento adecuado en el momento preciso.

Sus investigaciones están detrás del descubrimiento de importantes estructuras conformantes de los virus, el carbón, el grafito, el ácido desoxirribonucleico (ADN) y el ácido ribonucleico (ARN). Si bien los primeros logros fueron reconocidos en vida, no fue hasta hace un año cuando se reconoció su contribución científica, de igual manera que la de sus laureados compañeros Watson, Crick y Wilkins, en el descubrimiento del ADN.

Rosalind Franklin nació en el seno de una familia acomodada judía británica el 25 de julio de 1920. Asistió a los mejores colegios, con una trayectoria impecable y una gran pasión por la física y la química, para graduarse por Ciencias Naturales en Cambridge en 1941. Tras esto, ganó una beca para proseguir su formación en el laboratorio de fisicoquímica bajo las órdenes de Wreyford Norrish, pero la falta de entusiasmo del profesor la alejó de la institución. Fue entonces cuando, inmersa como se hallaba Europa en la Segunda Guerra Mundial, la Asociación Británica para la Investigación del Uso del Carbón le ofreció una plaza investigadora y comenzó su labor con este material, que aportó gran luz para su distinción y uso como combustible y arma para la guerra.

Unos años más tarde, en París, se convirtió en experta cristalógrafa de rayos X como chercheuse en el laboratorio de Jacques Mering. Fue esta disciplina la que le daría la fama, al descubrir con ella la famosa estructura helicoidal del ADN; pero le quitaría la vida, pues la exposición prolongada a la radiación fue la más que posible causa de su temprano cáncer de ovarios, que la llevaría a morir con tan solo 37 años de edad en 1958, sin haberse probado aún del todo su gran descubrimiento, que vendría a revolucionar el mundo de la genética y la medicina al ser crucial para el entendimiento de muchas enfermedades y procesos biológicos.

Las imágenes tomadas por Franklin junto a su alumno Raymond Gosling en el King’s College de Londres fueron determinantes para determinar la teoría de la doble hélice del ADN firmada por Wilkins, Watson y Crick en 1953 y por la que obtuvieron el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1962. Aunque Franklin debió haber sido galardonada también con el Premio Nobel de Química junto con Wilkins, esta ya había fallecido. Años más tarde, en la inauguración del edificio Franklin-Wilkins del año 2000, Watson confesó que los hallazgos de Franklin fueron clave para su carrera (aunque al principio la ninguneó). A pesar de ello, esto no fue reconocido oficialmente por la comunidad científica hasta abril de 2023, lo que causó gran polémica.

Tras sus estudios en el campo del ADN, Franklin prosiguió su investigación en el campo de la virología, descubriendo por primera vez las estructuras moleculares que están detrás de virus como el de la polio y el del mosaico del tabaco —que afecta a esta planta—, investigaciones por las cuales su compañero Aaron Klug sería galardonado con el Nobel de Química años más tarde, en 1982. Hoy sabemos que su legado sembró un camino cosechado de éxitos y abrió las puertas del conocimiento.

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