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Así funciona la empresa que crea talentos digitales y los pone a trabajar

Miguel Ángel Ossorio Vega| 22 de junio de 2023

La falta de talentos digitales lastra el crecimiento de estas industrias. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el 47% de las empresas españolas no encuentra perfiles que se ajusten a sus necesidades en lo que respecta al ámbito digital y tecnológico. Sin talento no hay futuro ni posibilidad de crecimiento, pero el sistema educativo está anquilosado y es incapaz de ‘fabricar’ la cantidad de profesionales digitales que demanda el mundo real. Todo ello, mientras hay talento desperdiciado.

Aunque algunas universidades y escuelas de negocios se están poniendo las pilas adaptando sus planes de estudio y creando nuevos programas formativos, lo cierto es que la burocracia también supone un escollo. El hecho de que las universidades deban cumplir estrictos requisitos para aprobar sus programas, en procedimientos que se demoran y perjudican a la necesaria rapidez para reaccionar al mercado, es un lastre más. Y eso abre la puerta a escuelas formativas de dudosa reputación y nula calidad que buscan cubrir ese nicho abandonado, en ocasiones sin que los alumnos se formen correctamente.

Con ese cóctel como escena de fondo, el Grupo Educativo Proeduca ha lanzado Qualentum, un nuevo enfoque que busca no solo formar a talentos digitales, sino ‘colocarlos’ en el mercado. Es decir: quienes estudian bajo este modelo, saben de antemano que tendrán un empleo, y en ocasiones incluso la empresa en la que lo tendrán. No se trata de regalar títulos, como hacen algunas academias, sino de formar a los alumnos y ponerlos a trabajar para acortar esa brecha que no logran cerrar las empresas por falta de talento.


Cómo funciona Qualentum, la cantera de talentos digitales

La estrategia de Qualentum cubre dos necesidades: por un lado, la falta de perfiles en el mercado; y, por otro lado, la incapacidad de algunos alumnos con sus correspondientes titulaciones para contar con el toque final formativo que incline a una empresa por su perfil. Y es que es bien sabido que en el mundo digital, probablemente un alumno saldrá de la universidad formado con conocimientos que se han quedado obsoletos durante sus estudios. Volvemos al inicio: las universidades no disponen de las herramientas para adaptar casi cada año sus planes de estudio para modernizarlos. Y eso también las lastra a ellas. Aquí no hay un único responsable de un desaguisado que nos deja en desventaja como país.

El enfoque que propone Qualentum parte de la premisa de que no todo el mundo sirve para el mundo digital. Como para ningún otro sector. Por eso, ellos seleccionan a personas con potencial real para dedicarse a este sector. Después, esos perfiles pasan por un proceso formativo que dura entre 2 y 4 meses, durante los cuales obtienen la capa de conocimientos digitales que demanda el mercado y se ajusta a su perfil.

Además, se les enseñan soft skills, o habilidades blandas, y cultura corporativa, en su caso enfocada al tipo de compañías en las que trabajarán en el futuro. Porque esa es la tercera fase del proceso: salir al mundo real a trabajar. En concreto, en la empresa que tuvieron en mente desde el primer momento. Porque no se trata de lanzar titulados al mercado a que se busquen la vida: Qualentum ya pacta de antemano con cada candidato el puesto que cubrirá cuando culmine su formación.

 

Formación digital fugaz, pero adaptada al mundo real

Este modelo formativo, al que han llamado Apprenticeship, “es corto y minucioso, y da como resultado unos trabajadores productivos desde el primer día”, explica Álvaro Zamácola, director de operaciones de la compañía. Y teniendo en cuenta que hay 120.000 vacantes en empleos digitales en España que no se pueden cubrir por falta de perfiles compatibles, una nueva forma de reducir el paro entre los jóvenes, y los no tan jóvenes, puede ser pasar por esta especie de proceso de reciclaje adaptado al mundo real. “Nuestra propuesta supone un ahorro para las empresas de hasta el 76% por cada profesional contratado, ya que evitan los costes de selección y aquellos derivados de las curvas de aprendizaje”, concluye Zamácola.

Se trata, en definitiva, de un enfoque disruptivo que ataca el problema de raíz, y que evidencia que existen estrategias para paliar la falta de talentos digitales en España. Un lastre al que se puede poner solución si se piensa de otra manera. Y una oportunidad, al mismo tiempo, de posicionar ahora a España en los primeros vagones de una revolución digital que tiene en la inteligencia artificial, el Blockchain, la movilidad eléctrica y conectada o la realidad virtual y aumentada en pilares de un futuro que podemos liderar con formación adaptada a las necesidades reales de un mercado ávido de crecer. Serán, además, puestos de trabajo de alta remuneración: aquellos que más dinero dejan tanto al Estado como a la economía del país.

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