Banco Sabadell, BBVA o Ibercaja: la banca abandona Cataluña
Banco Sabadell, BBVA o Ibercaja comparten, parece, un plan común: reducir su presencia en Cataluña. Y es que en los últimos años la banca parece empeñada en retirarse en estampida de la región. De hecho, casi todas ellas han reducido su red comercial, como mínimo, en un 20% desde la pandemia, afectando directamente a su negocio en la comunidad autónoma. Un movimiento que en algunos casos obedece a reequilibrios internos, pero que en general viene explicado por el dominio absoluto de CaixaBank.
El equilibrio de poder bancario en España saltó por los aires a principios de septiembre de 2020. En aquel momento, CaixaBank y Bankia reconocieron públicamente que estaban valorando una fusión, que más tarde se concretó con la creación del mayor banco del país. Un gigante bancario que en unas regiones consolidaba una cuota de mercado en préstamos inmensa, superando el 40% en muchas regiones, como en Canarias o Baleares, mientras que en otras recuperaba un liderazgo perdido hace años, como en la propia Cataluña (alcanzando entre el 33 y el 36%, según los datos de UBS).
Pero alcanzar ese porcentaje de cuota de mercado no solo es un número, sino que tiene un significado mayor: el poder. Y es que, por ejemplo, cuando la empresa resultante de una operación, sea una compra o una fusión, adquiere más del 30% del mercado, obliga a intervenir a la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC) porque altera notablemente la oferta del servicio en cuestión. En este caso, CaixaBank pudo cerrar su operación porque, entre otras cosas, hay un mandato del BCE para fomentar las fusiones y además hay cierta competencia a través de internet. Pero a nivel territorial, su poder es tal que parece que ha ido expulsando al resto.
BANCO SABADELL, BBVA O IBERCAJA: LA BANCA CIERRA UN 20% DE SU RED EN CATALUÑA
A finales de este pasado mes de septiembre, Ibercaja colgó su informe financiero intermedio (o semestral) en la CNMV con un dato curioso: contaba con 69 sucursales en Cataluña, a 30 de junio de 2023. Una cifra similar a la de 2022, pero que contrasta con las 86 que tenía a 30 de junio de 2021. Eso significa que en los dos últimos años la entidad aragonesa ha cerrado un total de 17 oficinas en la región, lo que supone prácticamente un 20% de su red comercial. La cifra también es representativa porque supone que casi una de cada cuatro sucursales clausuradas por Ibercaja en España estaban en Cataluña.
Pero Ibercaja no es la única entidad que ha puesto mayor énfasis en cerrar sus oficinas en Cataluña, frente al resto del país. De hecho, los cierres de BBVA o Banco Sabadell también concentrados en Cataluña han sido mucho más notables. En el caso del banco bilbaíno, cuando ideó su Expediente de Regulación de Empleo, también en 2021 y ya con la fusión de Caixa y Bankia en marcha, centró su golpe más certero a su red comercial catalana: en concreto, se planteó la clausura de 204 sucursales en la región, lo que suponía hasta un 40% del total de cierres programados por los directivos del banco. Además, casi más importante, esos 204 cierres supone también casi un tercio de las sucursales que mantenía abiertas en ese momento y la mitad de las que tiene actualmente.
La intensidad de los cierres de BBVA en Cataluña son trascendentales para explicar el viraje bancario de la región. Al fin y al cabo, tras el proceso de concentración por la quiebra de las cajas de ahorro, la entidad bilbaína se convirtió en el mayor banco de Cataluña, incluso por delante de las grandes entidades fundadas en la región como Caixa o Banco Sabadell. Aunque una vez se oficializó la fusión de Bankia y CaixaBank el destino de ambos cambiaría, ya que el primero pasaría a ser el referente del sector en Cataluña, mientras que el segundo también está en retirada. De hecho, como hizo el banco vasco, Sabadell también presentó un ERE poniendo el foco en las provincias catalanas.
EL NEGOCIO DE LA BANCA ESPAÑOLA SE RESIENTE EN CATALUÑA
Así, las cifras que reportó Banco Sabadell a los sindicatos eran, en proporción, más destructivas que las reportadas por BBVA. En concreto, la entidad nacida en El Vallés anunció el cierre o la transformación de hasta 132 oficinas bancarias en Cataluña, lo que suponía prácticamente el 56% de todos los cierres programados. Además, con una preponderancia importante en Barcelona, donde se han ido cerrando o convirtiendo casi un centenar de ellas. Al final, ese empeño en cerrar sucursales en la región ha terminado por dañar su negocio como no podía ser de otra manera.
El propio Banco Sabadell perdió casi 700 millones de volumen de negocio entre 2021 y 2022, una cifra que en 2023 se ha ampliado hasta casi llegar ya a los 1.000 millones, lo que supone un 3,2% del total que mantenía en la región. En cuanto a BBVA, pese a que globalmente parece tener más actividad en 2022 que en 2021, en realidad en la parte más pura del negocio, el que hace con los hogares a través de préstamos y/o hipotecas, la entidad bilbaína ha perdido casi 500 millones, lo que supone casi un 2% menos. Y eso a la espera de lo que ocurre en 2023, para lo que todavía no hay datos. Por su parte, Ibercaja parece que es la única que mantiene el pulso, aunque su presencia es residual (cerca de 10 veces más pequeña que BBVA o Sabadell).
En definitiva, la furtiva retirada de los grandes bancos del país de Cataluña ya ha empezado a hacer mella en su negocio, aunque probablemente ese golpe será mayor a medida que pasen los años. También parece un problema para la región en cuanto al acceso a las oficinas bancarias; de hecho, en los últimos cinco años se han cerrado la mitad de las oficinas bancarias que había, al pasar de 4.843 a poco más de 2.300. Quizás lo peor de esas cifras es que, con el paso de los años, irán seguramente a peor hasta que el único contacto con el banco para muchas entidades sea únicamente a través de internet.
