Los cargadores en auge en España: oportunidades de negocios
La industria del automóvil se enfrenta a nuevos retos. El sector está propiciando un cambio radical a su modelo de negocio para tratar de ser más sostenible y dejar atrás los combustibles fósiles.
En España la transición en el cambio de modelo de negocio ha registrado a lo largo de 2021 un récord en las matriculaciones de los vehículos eléctricos e híbridos. En concreto, la patronal de los concesionarios españoles Faconauto asegura que en 2021 se han vendido unos 23.000 vehículos eléctricos en España, lo que supone un 50% más que el año anterior.
Aún así, la cifra sigue siendo mínima, ya que los datos revelan que la cifra solo representa el 2% de las matriculaciones. Uno de los mayores inconvenientes que se está encontrando el sector es la falta de infraestructuras de carga adecuadas para los vehículos eléctricos.
Actualmente, los datos de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) ponen de manifiesto que en España solo hay 7.500 puntos de recarga públicos. De hecho, aproximadamente un 80% de las cargas de vehículos eléctricos se realizan en el domicilio o el trabajo, ya que no hay suficientes puntos de carga rápida disponible para cubrir las necesidades de los ciudadanos.
España se sitúa así como uno de los países con menos puntos de carga para vehículos eléctricos. Por delante se sitúan los Países Bajos, donde hay 70.000 cargadores; Francia, con 46.000 y Alemania, con 45.000.
EL RETO DE LOS CARGADORES: ESPAÑA SE PROPONE ALCANZAR LOS 100.000
El fabricante sueco de cargadores para vehículos eléctricos inteligentes y sostenibles Charge Amps reconoce el potencial de crecimiento del mercado español que, no obstante, necesita mejorar las infraestructuras disponibles. A su juicio, una de las claves para que el sector alcance cifras similares a las de otros países europeos está en la combinación de puntos de recarga públicos y privados.
España aspira a superar los 100.000 cargadores para vehículos eléctricos en 2023 y los 340.000 en 2030. No obstante, hasta que eso sea una realidad, los conductores continúan exigiendo más infraestructuras en las zonas de ocio como restaurantes, áreas turísticas o espacios culturales, para así poder cargar sus vehículos mientras compran o visitan la ciudad.