PharmaMar ve el final del túnel: los bajistas huyen y los directivos compran más acciones
PharmaMar parece consolidar su situación. Aunque no es la mejor para muchos accionistas, con los títulos moviéndose entre los 50 y 60 euros, por algo se empieza. Y es que el accionariado de la farmacéutica española ha registrado movimientos importantes en las últimas semanas. Si hace algo más de un mes el presidente, José María Fernández Sousa-Faro, y su mujer, Montserrat Andrade Detrell, sorprendían al comprar acciones, el optimismo quedó en duda más tarde, cuando el fondo oportunista D.E. Shaw apostó en contra de la firma. Pero la presentación de resultados parece haber dado alas a la compañía.
De hecho, los bajistas han retrocedido con fuerza en los últimos días. D.E. Shaw, que entró buscando ganancias de una caída de las acciones de la compañía, ha tenido que huir. De hecho, un poco después de que PharmaMar mostrase sus resultados de 2021, el bajista se vio obligado a retroceder y bajar su apuesta. A día de hoy, las CNMV no recoge su posición ya, por lo que quizás la haya cerrado definitivamente. Al fin y al cabo, en las últimas sesiones bursátiles de febrero se produjeron fuertes subidas (una del 6,1% y otra del 8,8%) provocadas probablemente por el cierre de las posiciones bajistas.
Y es que no solo se trata de D.E. Shaw, sino también del último gran enemigo de la compañía: AHL Partners. Así, el fondo bajista afincado en Londres que codirigen Antoine Hubert y Joseph Marie Forterre está en plena retirada de PharmaMar. En concreto, el hedge fund ha informado que ha reducido su posición corta hasta el 0,69% del capital de la firma. Una cifra que no solo supone una fuerte caída respecto a su última posición, del 0,79%, sino que es la más baja desde que inició su ofensiva contra la farmacéutica.
LOS DIRECTIVOS DE PHARMAMAR VUELVEN A COMPRAR ACCIONES
La huida de los bajistas no es la única buena señal que les llegan a los accionistas de la firma gallega. También las continuas compras que se han producido en los últimos meses por parte de los directivos. Unas adquisiciones que son modestas, pero que apuntan a una mejora bursátil de la firma. En concreto, el último en dar el paso adelante ha sido el vicepresidente, Pedro Fernández Puentes, al adquirir algo más de 1.000 acciones a 59 euros cada uno el pasado 1 de marzo. La operación la realizó a través de su vehículo propio de inversión denominado Safoles.
Una compra, en volumen, que se asemeja a la ejecutada un mes antes por el presidente y su mujer. En concreto, entre ambos sumaron 3.800 acciones más de PharmaMar a su cartera, según la notificación realizada a la CNMV el 25 de enero. Sousa realizó una adquisición directa de 1.910 títulos ese mismo lunes a un precio de 52,46 euros. Por su parte, la consejera de la farmacéutica adquirió el mismo número de acciones aunque en distintos paquetes con precios diferentes. Aunque el precio medio final se asemejó a la cifra obtenida por el presidente, por debajo de los 53 euros.
Una adquisición que renueva, de nuevo, la apuesta de Fernández Puentes por PharmaMar. Y es que ya se lanzó a comprar un paquete de acciones a mediados de diciembre. En concreto, compró un primer paquete de hasta 17.000 títulos a 52,93 euros, por lo que abonó casi 900.000 euros, el 13 de diciembre. Un día más tarde añadió otras 7.500 acciones. En total, el desembolso ascendió a cerca de 1,3 millones. Una compra importante y que ahora ya le está generando plusvalías, tanto por el aumento del precio como por los futuros dividendos.
LOS DIRECTIVOS ESPERAN BUENAS NOTICIAS DE ZEPZELCA
Quizás lo más importante de todo ello es que se rompe definitivamente la sequía de compras en la compañía. De hecho, en todo 2021, la CNMV solo registró dos movimientos de directivos. Uno fue el del propio vicepresidente a finales del año. Y el otro el del director de Relaciones con Inversores y Mercado de Capitales, José Luis Moreno, en abril, con la acción en los 58 euros. Un precio que parece atractivo para los directivos de la firma como demuestra su último movimiento a finales de febrero.
También es importante porque llega en un momento clave. Con el Aplidin prácticamente descartado, tras aplazar los datos finales de su estudio hasta 2023, la compañía se puede centrar en su principal baza: el Zepzelca, su antitumoral contra el cáncer de células pequeñas. En concreto, el 13 de diciembre (el mismo día que Fernández Puentes compró acciones) PharmaMar anunció que iniciaba un estudio de Fase III confirmatorio junto a su socio Jazz para seguir adelante con el Zepzelca. Un estudio que cada vez está desprendiendo mejores datos.
De hecho, los últimos datos publicados colocan a la lurbinectedina, el principal activo del fármaco, muy por delante de su gran rival en su pugna particular para ser el medicamento estrella en la lucha contra el cáncer de pulmón microcítico. En concreto, el Topotecán, el compuesto de Chemocare, presentó una menor actividad, más efectos secundarios y una menor supervivencia en duración, lo que coloca en cabeza a Zepzelca. Aun así, todavía quedan por llegar los datos más importantes, y en medicina todo es complicado. Pero los movimientos de ciertos actores, como los grandes fondos o los directivos de la propia compañía, suelen ser un buen indicador de lo que debería llegar próximamente. Ahora sí que parece que el túnel tiene salida.