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¿Por qué Apple quiere eliminar el iPhone?

Pedro Ruiz| 17 de octubre de 2023

Apple es el gran dominador de la industria de teléfonos móviles con el iPhone. De hecho, su predominancia no ha parado de crecer y ha pasado del 20 al 30% de cuota de mercado en el último lustro, todo un hito para un producto realmente caro. Por ello, para muchos es difícil de creer que la compañía ya esté trabajando en reemplazar su iPhone por otro producto de masas. Pero así es en realidad. Al fin y al cabo, el formato físico del iPhone no le permite explotar la próxima gran revolución en ciernes: la inteligencia artificial.

La firma de Cupertino es buen ejemplo de que las innovaciones realmente prácticas, aquellas que explotan al máximo las nuevas tecnologías y hacen la vida más fácil a las personas, son también muy exitosas. Y de entre todos los ejemplos, el del iPhone parece el mejor de todos. Antes de la concepción del teléfono inteligente de la firma, el superventas de la compañía era otro producto: el iPod. Sin embargo, a Apple no le importó ‘sacrificarlo’ en pos de un producto mejor y más práctico como el iPhone, que principalmente era un mejor producto para explotar la expansión de internet. De hecho, se le presentó como «un revolucionario teléfono móvil», y «un comunicador de vanguardia de Internet».

¿Podría pasar lo mismo con el iPhone? La respuesta no solo es que sí, sino que ya está pasando. Para entender la razón, simplemente hay que mirar a distintas partes de la historia: la primera (y la más importante) es el desarrollo de una nueva tecnología revolucionaria llamada IA, que tarde o temprano se convertirá en dominante. La segunda es que el iPhone, por su formato físico, no está adaptado para explotar dicha nueva tecnología; al fin y al cabo, se creó para otra cosa. La última es que pese a que todos los años hay una o más versiones nuevas, lo que realmente puedes hacer con un iPhone no ha cambiado gran cosa en los últimos años.

CÓMO LA IA LO VA A CAMBIAR TODO Y POR QUÉ EL IPHONE YA NO SIRVE

Hasta ahora, el iPhone era una herramienta perfectamente válida tanto para su cometido fundacional (comunicador de vanguardia de Internet), como para soportar las nuevas tecnologías que han ido apareciendo: QRs, reconocimiento facial, tratamiento y captación de imágenes y el primer advenimiento de la IA. Pero ¿qué ha pasado ahora para que esto cambie? La respuesta la dio OpenAi, una firma de inteligencia artificial propiedad de Microsoft, cuando anunció que su exitoso ChatGPT ahora ya puede “ver, oír y hablar, además de conversar por texto”.

«Cuando le pregunté a Sky cómo pensaba que eventualmente se podrían reemplazar las pantallas respondió: ‘¿Gafas? ¡Absolutamente!’, a lo que añadió: ‘Especialmente aquellas equipadas con realidad aumentada (AR) e IA'».

Eso podría parecer un avance importante para el que podría pensarse que el iPhone sigue siendo un aparato más que válido. La respuesta, sin embargo, es que no, ya que una pantalla táctil, el gran avance que trajeron los smartphones, no tiene mucho sentido cuando se priorizan actividades como ver, hablar y escuchar.  

“Sólo necesitas hablar con Sky, uno de los nuevos avatares de audio de ChatGPT», explicaba recientemente uno de los columnistas estrella de The Economist acerca de esta revolución que está en ciernes. «Cuando le pregunté a Sky cómo pensaba que eventualmente se podrían reemplazar las pantallas respondió: ‘¿Gafas? ¡Absolutamente!’, a lo que añadió: ‘especialmente aquellas equipadas con realidad aumentada (AR) e IA‘». Ese es el futuro de los instrumentos de masas que nos ocuparan en nuestro día a día.

Que la nueva batalla está en las gafas es una realidad. Pero no se trata de un desarrollo sencillo; al fin y al cabo, este producto se enfrenta a una serie de restricciones y desafíos técnicos: el primero tiene que ver con la luz del sol, que mata cualquier contraste de la pantalla. El segundo es que unas gafas grandes, como las que se están utilizando, pueden ser incómodas si las tienes puestas durante bastante tiempo. “La piel suda, no transpira igual, es antinatural, es incómodo”, señalaba hace unos meses Daniel Sánchez-Crespo, reconocido tuitero y experto en tecnología. En tercer lugar, aparece la sensación de aislamiento, que si ya se siente con el móvil (para mucha gente es molesto), con este tipo de productos puede ir más allá. Por último, el aspecto estético todavía debe mejorar.

ASÍ ES LA GRAN APUESTA DE APPLE EN MATERIA DE GAFAS DE IA

Ser capaz de resolver todos esos desafíos es muy difícil. De hecho, es el gran caballo de batalla para un enorme número de compañías tecnológicas entre las que se encuentran las más grandes del mundo como Apple, Microsoft y Meta. Cada una resuelve alguno de los problemas de una forma con su formato físico, mientras que no termina de resolver otros. 

Así, por ejemplo, Mark Zuckerberg está apostando por unas gafas de sol (junto con Ray Ban) con las que consigue una pantalla oscura para mejorar el contraste de una pantalla; también resuelve en parte el problema estético y de comodidad. Por su parte, OpenAi (y por extensión Microsoft) está en conversaciones con Jonathan Paul ‘Jony’ Ive, exdiseñador de Apple y creador del iPod, para crear un nuevo dispositivo para la era de la IA.

En el caso de Apple, su gran apuesta son unas gafas de realidad virtual cerradas con las que primordialmente se ataca el primer problema de todos: el del contraste y la luz para proyectar las imágenes y pantallas, por lo que ese será su fuerte. Además, tiene otras pantallas en su pantalla exterior que no solo es capaz de recrear tu cara (y evitar el aislamiento frente a otras personas), sino también sigue tus pupilas o muestra cuando parpadeas. Además, para mejorar la relación con terceros lleva altavoces en el oído y, por último, cuenta con una guía muy sencilla de uso y utiliza tu mirada (al seguir tus ojos) como ‘puntero del ratón’.

Con todo ello, Apple está bien preparada para una guerra que, por otro lado, va para largo, tanto porque las nuevas tecnologías tardan en adaptarse como porque su precio todavía es alto: con un valor cercano a los 3.500 euros. Aun así, hay que tener en cuenta que los tiempos largos en el mundo tecnológico no son los ‘normales’; de hecho, suelen ser cortos para la vida de otro tipo de productos. Al fin y al cabo, la tecnología ya empieza a estar madura (se está empezando a comercializar) y la firma de la manzana ha conseguido durante estos años no solo un público fiel, sino también ha domesticado a sus usuarios para pagar precios elevados por sus productos sin perder su confianza.

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