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CaixaBank fortalece su relación con el Gobierno con su nuevo Plan Estratégico

Pedro Ruiz| 17 de mayo de 2022

CaixaBank presentó su nuevo Plan Estratégico, que va desde el 2022 al 2024, con un gran titular: retornará a los accionistas hasta 9.000 millones de euros. Los pagos se ejecutarán como dividendos y como recompra de acciones. La decisión del grupo que preside José Ignacio Goirigolzarri beneficiará especialmente a dos actores: la Fundación Criteria Caixa, el máximo accionista de la entidad, y al Estado, que controla un 16% a través del FROB. De hecho, éste último parece que ha hecho las paces finalmente con la firma catalana.

Así, una de las medidas que mejor muestran la buena sintonía entre el banco y el Gobierno actual ha sido la de comprometerse a mantener el empleo. Además, de no reducir el número de oficinas, especialmente en las zonas rurales. “No vamos a tocar el número de sucursales (…) es la red que queremos tener”, señaló el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Cortázar, durante la presentación del Plan Estratégico. Y es que el grupo estuvo bajo la lupa del Ejecutivo y de la opinión pública, tras el difícil ajuste realizado el año pasado con la absorción de Bankia.

Pero ese encontronazo parece más que superado. La constatación de que se mantendrá el empleo es uno de las mejores ejemplos. Aunque hay más. La propia ambición de CaixaBank de retribuir a los accionistas una cantidad de dinero tan grande es otra. Además, la propia entidad tiene una última misión importante de cara a ayudar al Estado y al Gobierno: la compra de deuda pública.

En los últimos años, al Tesoro no le había sido difícil encontrar compradores de deuda española. Uno de los principales motivos era la predisposición del Banco Central Europeo para hacerlo. De hecho, atesora más del 25% de la deuda del país. Pero ese escenario cambiará drásticamente en la segunda mitad del año.

 

CAIXABANK PRETENDE COMPRAR 50.000 M€ DE DEUDA PÚBLICA

Y es que el BCE dejará entonces de comprar deuda europea, incluida la española, lo que podría tensionar las finanzas del país. Así, el organismo supranacional bancario acordó acelerar ese fin de las compras a mediados de abril. Para entonces reafirmó que irá retirando gradualmente sus compras con 40.000 millones de euros en abril, 30.000 en mayo y 20.000 en junio. Aún así todavía no está claro cuando finalizarán definitivamente.

“Aún no se ha establecido en qué mes en concreto se pondrá fin al programa de compra de deuda”, indicó la presidenta del BCE, Christine Lagarde. Aunque previsiblemente será en junio, ya que para entonces se espera que el organismo eleve los tipos de interés. «Cuando se haga [subir los tipos], será de forma gradual y, en cualquier caso, una vez se haya puesto fin a la compra de deuda», explicó Lagarde hace mes y medio.

La cercanía de la fecha límite del organismo para adquirir deuda ha llevado al Tesoro a hacer algunas colocaciones aceleradas, pero no será suficiente. No solo porque todavía quedan muchos miles de millones por sacar al mercado, entre nueva producción y renovaciones, también porque es un proceso que se realizada cada año. De ahí, la importancia de contar con el respaldo de los bancos y, entre ellos, especialmente de CaixaBank. Al fin y al cabo, es la entidad más grande del país.

Además, el apetito de la firma por la deuda pública puede volverse voraz. Así, el grupo prevé que en los próximos años incorpore hasta 50.000 millones de euros en deuda pública a su cartera ALCO. En la actualidad, posee un volumen de unos 62.000 millones, de los cuales vencen hasta 22.000 en los próximos tres años, y se quiere elevar hasta los 90.000 para el 2024.

 

EL GOBIERNO MODIFICÓ SU VOTO SOBRE LAS REMUNERACIONES

Al final, CaixaBank ha cumplido a la perfección con las expectativas para agradar al Estado. Al fin y al cabo, es el segundo máximo accionista del banco. Pero y ¿qué contrapartida entregó el Gobierno? Principalmente la de emitir votos positivos o, al menos, no negativos durante la Junta de Accionistas, en especial, durante la que se realizó en 2022.

De hecho, el Frob cambió de parecer respecto a 2021 en uno de los puntos más conflictivos en cualquier Junta de Accionistas: la remuneración a los consejeros. Así, hace un año el Gobierno ordenó votar en contra de los nuevos sueldos del equipo directivo por ese descontento reinante. Sin embargo, en la última reunión celebrada simplemente se abstuvo, lo que ayudó a mejorar la imagen del banco frente a otros accionistas.

En definitiva, el Plan Estratégico presentado esté martes 17 de mayo ha sido la constatación de que Gobierno y CaixaBank han limado asperezas. Una noticia buena para ambos. Al fin y al cabo, ya sea por la participación accionarial de uno o el impresionante tamaño del otro en España hace inevitable que ambos agentes estén en sintonía.

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