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La cuenta imposible de Shein para hundir a Inditex

Lidia Vega| 28 de febrero de 2023

Shein lleva tiempo teniendo muy claro cual es su objetivo: superar a Inditex como el grupo textil que más ingresos genera. Para ello, la compañía asiática ha empezado a trabajar en su estrategia a seguir para poder superar a todas sus rivales, principalmente a Zara.

Desde hace un par de años, Shein es uno de los principales quebraderos de cabeza para los grandes grupos textiles europeos. La firma asiática ha conseguido algo que ha sido imposible incluso para Primark: preocupar seriamente a Inditex y a H&M.

El éxito de Shein se debe, además de a sus bajos precios, a los clones de ropa que hace de los virales de Zara. Sin embargo, hasta la fecha, esto no ha sido suficiente para conseguir doblegar al buque insignia del gigante de Arteixo.

Shein ha cerrado el 2022 con una facturación de 22.700 millones de dólares -unos 21.249 millones de euros-, un 41% más que el año anterior. Unas cifras que siguen lejos de las de Inditex, cuyas ventas alcanzaron en los nueve primeros meses del año pasado los 23.055 millones de euros.

Parece que el espectacular crecimiento que tuvo Shein en 2020 solo fue un espejismo. Mientras que todas las cadenas de moda sufrieron una caída de ventas derivada de la pandemia, la asiática disparó su cifra de negocio un 250% gracias al incremento de las ventas online.

Por el momento, a lo único que ha podido dar caza la firma china es a los desastrosos datos que firmó Inditex en 2020. En aquel año, la compañía coruñesa cerró el ejercicio con un beneficio neto de 1.106 millones de euros, un 70% menos que en 2019, y una caída de las ventas del 28%.

 

La estrategia de Shein para alcanzar a Inditex

Sin embargo, esto no está suponiendo ningún problema para los planes de Shein de dar caza a Inditex. Lejos de marcarse objetivos más reales y asumibles, la firma asiática demuestra una vez más que no tiene límites.

Shein se ha marcado un objetivo para 2025: facturar 58.500 millones de dólares. Para entender la magnitud de esta cifra hay que ponerla en perspectiva. Esos casi 60.000 millones son las ventas anuales que consiguen Zara y H&M juntas.

Pero la cadena de origen chino no se queda ahí. Quiere que sus beneficios aumenten hasta los 7.500 millones de dólares para esa misma fecha, frente a los 700 millones registrados en 2022. Además, a lo largo de estos tres años pretende salir a bolsa haciendo historia en EEUU.

A pesar de ser la líder de la venta online, lo cierto es que Shein no consigue fidelizar a sus clientes. Esto es una de las cosas que debe cambiar. Además de ofrecer sus productos a precios bajos muy dirigidos a la generación Z, los expertos en retail considera que la firma asiática debe ofrecer productos premium que les permitan obtener clientes más fieles.

Con esta idea, Shein se ha fijado como objetivo que el 60% de los 261 millones de compradores estimados sean habituales en 2025.

Esto ha hecho que su valoración sobre una hipotética salida a bolsa se haya visto reducida a unos 35.000 millones de dólares, es decir, ha pasado de estar valorada en más de 100.000 millones a 65.000 millones.

A pesar de esta nebulosa, el plan de Shein es dar el salto en 2024. Para ello, tendrá que mejorar en cuestiones medioambientales, sociales y de gobernanza, lo que ya le impidió salir hace dos años.

Entre los planes de Shein, también está reducir sus costes de almacén y entrega, así como lanzar un mercado global en el que venderá productos de terceros en su sitio web y su app para competir con Amazon y Asos.

 

Zalando, el primer cadáver

Aunque aún Shein no pueda verse las caras de tú a tú con Inditex, la asiática sí que ha encontrado otros rivales con los que medirse. Uno de ellos ha sido Zalando. La cadena alemana está sufriendo las consecuencias del auge de las ventas de la compañía china.

Zalanzo acaba de anunciar cientos de despidos a consecuencia de su descalabre en las ventas. «En los últimos años, algunas partes de nuestra empresa se han expandido demasiado y hemos agregado un grado de complejidad a nuestra organización que afectó nuestra capacidad para actuar con rapidez”, explican en un comunicado Robert Genz y David Schneider, co-consejeros delegados del grupo

“Esto no será una novedad para ustedes, ya que hablamos de ello con frecuencia durante el último año. Desde entonces, hemos progresado mucho en los últimos meses con nuestra desaceleración en la contratación y los esfuerzos por simplificar nuestra organización», añaden.

El grupo alemán cerró el tercer trimestre con una facturación de 2.349,1 millones de euros, un 2,9% más que el año anterior, y con unas pérdidas de 35,4 millones de euros, cuatro veces más que un año atrás. Durante el resto del año sus ingresos solo han sabido reducirse.

De hecho, a mediados del año pasado Zalando lanzó un ‘profit warning’ argumentando que «la situación macroeconómica se ha deteriorado y la confianza del consumidor ha caído». En ventas, la compañía prevé crecer como mucho un 3%, frente al 12% mínimo que tenían previsto.

Uno de los principales culpables de esta caída ha sido Shein. Aunque las dos compañías se dedican a lo mismo, lo cierto es que el impulso de la venta online solo lo ha vivido la asiática.

Solo el tiempo dirá si las pretensiones de Shein son reales o puras fantasías. Tampoco está claro que la marca china sea capaz algún día de enfrentarse a dos gigantes como son Inditex y H&M. Sea como fuere, lo único que es cierto es que, en su imaginario, para Shein el único límite que existe es el cielo.

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