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Fuga de clientes en Mapfre tras su “drástica” subida de precios

Pedro Ruiz| 13 de noviembre de 2023

Mapfre volvió a sufrir una nueva fuga de clientes en el segmento de seguros de coche entre junio y septiembre. Eso supone hacer un pleno, tres de tres, en pérdidas de asegurados en cada trimestre del año, aunque la sangría viene de lejos. En concreto, todo arranca en a finales de junio de 2022, cuando Antonio Huertas, presidente de la compañía, dio luz verde a que se aplicase un “aumento drástico en las tarifas comerciales de sus seguros de coche” (en palabras del director financiero, Fernando Mata). Desde entonces, el acumulado de clientes con un seguro de coche que ya han dejado la compañía se acerca a los 100.000.  

La pandemia, especialmente 2020, fue un remanso de paz y ganancias inesperadas para las aseguradoras en el segmento de autos. La razón era simple: mientras las primas se seguían pagando prácticamente igual, la movilidad de vehículos disminuyó con fuerza haciendo caer la siniestralidad. No obstante, dos años después, la situación había cambiado drásticamente; de hecho, el ratio combinado del segmento de autos escaló muy por encima del 100%, la frontera que indica que dicho negocio no es rentable. En este caso, la explicación es el fuerte aumento de los precios de las reparaciones, las piezas e incluso de los propios vehículos, por la inflación.

Ante ese escenario, las aseguradoras respondieron con una subida de precios, aunque con diferencias. En el caso de Mapfre, la intención fue la de incrementar las tarifas muy por encima del mercado en nuevas contrataciones, mientras se intentaba retener a los clientes con mejores condiciones en las renovaciones: “Aumentamos drásticamente –puedes verlo en los agregadores de precios– nuestras nuevas tarifas comerciales. No tenemos ningún apetito por crecer (…) Tenemos que proteger y preservar nuestra cartera”, explicó Mata hace casi año y medio. 

MAPFRE, «CONTENTA» POR SU SUBIDA DE PRECIOS, PIERDE 100.000 CLIENTES

Pero la estrategia llevada a cabo por Mapfre, obviamente, tenía sus riesgos. En primer lugar, regodearse de haber subido más que nadie las tarifas, especialmente cuando el equipo directivo habla con los analistas, hace un daño de reputación a la compañía. Sin ir más lejos, en el último encuentro con inversores, el propio Huertas explicaba que estaban “contentos” dentro de la compañía por haber “aumentado la prima promedio, muy por delante del mercado”. Un trimestre antes, en junio, Mata aseguraba que la prima promedio del asegurado de coche en España había “aumentado alrededor del 5,5%, mucho más que el mercado”.

Las palabras de Huertas o Mata tampoco deberían haber sorprendido a nadie, al fin y al cabo, desde hacía varios trimestres se había avisado de subidas de precios en sus seguros de coche. De hecho, el objetivo marcado por los directivos a principios de año era seguir con el plan de subidas: “La mejora del ratio combinado esperada durante el año se basará (…) en que las tarifas en promedio aumenten significativamente”, resumió el director financiero en marzo.

Al daño reputacional, obviamente, le iba a seguir una caída en los asegurados al no atraer a nuevos. Así, uno de los picos de la compañía en cuanto a vehículos asegurados llegó precisamente en algún momento del segundo semestre de 2022, cuando alcanzó los casi 6,25 millones. Ahora, tras casi cinco meses de subidas ininterrumpidas de precios (y tres consecutivos de fuga de clientes) la flota asegurada por Mapfre ha caído a los 6,16 millones, datos del tercer trimestre, lo que implica perder casi 100.000 clientes. Una cifra que, según las palabras del presidente, parecen no importar, ya que, según él explicaba recientemente, se trata de “un peaje que podemos asumir”.

HUERTAS ACERCA SU SALIDA, MIENTRAS REDUCE LA PLANTILLA EN 1.000 PERSONAS

Pese a las palabras de Huertas y al incremento de las tarifas, en realidad, la situación no parece enderezarse. De hecho, en junio se señalaba que sus resultado en No Vida, que genera cinco veces más ingresos que la otra rama de su negocio, la de Vida, seguía impactada “por el negocio de automóviles”. Aunque eso sí, en el tercer trimestre los datos han sido mejor; no obstante, desde la aseguradora explican que no se aprecia todavía una tendencia clara y que podría revertirse la situación en el siguiente trimestre. 

A pesar de todo lo anterior, los últimos resultados presentados, los del tercer trimestre, sorprendieron por otro asunto: la reestructuración que está en marcha en Mapfre. Una remodelación que va desde la cúpula a los empleados de base. De hecho, Huertas recalcó que en la compañía existe un «espectacular banquillo que ocupará los puestos que queden vacantes por las jubilaciones». Un retiro para el que tampoco queda tanto, ya que los estatutos de la aseguradora fijan en 65 años la edad máxima para abandonar las tareas ejecutivas, mientras que los tres máximos dirigentes suman: Huertas 60 años, Fernando Mata 62 años y José Manuel Inchausti, vicepresidente, 59 años.

Al margen de esos cambios, el grupo también está sumido en una reestructuración de personal. Así, en un años, han salido de la firma cerca de 1.000 empleados, casi 5.000 si se cuenta desde 2018. En definitiva, la compañía está intentando remodelarse y volverse más moderna, lo que incluye una red más pequeña y digitalizada, aunque lo que parece no querer cambiar es la asociación de su marca a perfil premium con unos seguros bastante más caros que sus competidores.

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