Renault prevé multiplicar el empleo y los turnos en Palencia por el tirón del Austral
Renault ha pasado los dos últimos años y medio reconfigurando su negocio. También su huella geográfica, como ha reconocido la dirección en varias ocasiones. Un desempeño en el que España había pasado a un segundo plano frente a otras regiones como Eslovenia, Turquía o, principalmente, Marruecos. Todos ellos con unos costes más benignos. Incluso, las fábricas españolas también vieron cómo Francia les pasaba por delante. De hecho, la región gala se adjudicó la producción del nuevo Megane eléctrico. Un modelo que hasta ahora siempre había llevado la firma española.
Pero ese apagón productivo español puede terminar por revertirse a lo grande, o al menos eso es lo que creen desde la cúpula directiva. De hecho, el propio Luca de Meo, director ejecutivo de Renault, advirtió a los inversores de que el Renault Austral, su nueva apuesta SUV, está pensado para ser un top ventas a nivel mundial: “Austral es un automóvil que entra en uno de los segmentos más importantes de Europa. No es un auto para decenas de miles, sino que es un auto para centenares de miles de unidades vendidas. Tenemos un producto que es muy competitivo en coste, producido en una planta muy eficiente en España”.
PALENCIA VUELVE A GANAR IMPORTANCIA PARA RENAULT
Obviamente, esa planta a la que hacía referencia de Meo era la de Palencia. Pese a la importancia de Renault en Valladolid, donde prácticamente tiene su centro operativo en España, la fábrica palentina que mantiene el grupo galo siempre ha sido una de sus grandes fortalezas. De hecho, la marca francesa ha elegido dicha factoría castellanoleonesa para sacar algunos de los productos más vendidos en la historia de la compañía, entre ellos destacan: el Renault 11, el Renault 21, el Renault Laguna o el Renault Megane -del que han producido más de cinco millones-.
Pero dentro de la reconfiguración de sus fábricas, su fuerza laboral y prácticamente cada pieza de la compañía, el centro de Palencia quedó un poco al margen. De hecho, el propio Megane, santo y seña de la fábrica palentina desde 1995, se pasó a fabricar en Francia cuando se decidió que sería eléctrico. Además, el Kadjar, otro modelo de gama media alta, se dejó de fabricar allí, después de obtener unos resultados de ventas que no estuvieron a la altura de lo esperado. Para entonces, la fábrica y los trabajadores se han ido apagando. Aunque la compañía ha decidido darle otra oportunidad a su centro castellano leonés con la adjudicación del Austral.
AUSTRAL: DUPLICAR TURNOS Y MULTIPLICAR EMPLEOS
El Austral se presentó ante el gran público en el primer trimestre de este 2022 con la idea de presentar batalla en el área más rentable del sector. Pero no ha sido hasta este verano cuando ha empezado a fabricarse en Palencia. De hecho, a principios de junio se empezaron a ensamblar las primeras unidades en las líneas de montaje que se utilizaban para el Renault Kadjar. Aunque, por el momento, la fábrica ha estado funcionando sin una excesiva carga de trabajo y prácticamente con un solo turno. De hecho, los empleados tuvieron vacaciones ‘impuestas’ recientemente.
Aunque a la vuelta de las mismas parece que todo será diferente y que el volumen de trabajo irá en aumento poco a poco. Todo ha empezado con esas vacaciones ‘impuestas’ por la cúpula directiva. En concreto, en mayo, tanto Comisiones Obreras como UGT reconocían que los trabajadores tendrían vacaciones obligadas en Palencia y las líneas concatenadas de Valladolid del 21 de julio al 12 de agosto. La idea era evitar que el lanzamiento del modelo híbrido Austral lleguase a tiempo y no se retrasase a 2023, lo que ya parece más que seguro que se producirá. En un principio, se preveía que la llegada del nuevo modelo incrementase la producción en un 50%, lo que implicaba doblar ese turno único. Pero las nuevas estimaciones de la marca van más allá.
De hecho, los planes del grupo, tanto a nivel de producción como de esfuerzo de ventas (en gasto de marketing, por ejemplo), pasan por sobrepasar holgadamente las seis cifras de unidades vendidas. Incluso, ir más allá si el producto gusta y los consumidores responden. Eso implicaría, por ejemplo, no sólo doblar el turno, sino incrementar horas extras los fines de semana. Hasta recuperar un tercer turno, como en los mejores momentos de la fabricación de Renault en España.