Sara Baceiredo: «Tener seguidores ayuda, pero no asegura el éxito»

Bajo la metáfora de la lava de un volcán, Sara Baceiredo comparte cómo ha sido el proceso de emprender y crear una empresa con 20 años.

En 1953, la seductora voz de Marilyn Monroe entonaba que ‘los diamantes eran los mejores amigos de las chicas’. Ocho décadas después, la inmensa mayoría señalaría que se equivocaba. Al menos, en el terreno estilístico. Pese a su innegable brillo y valor, la piedra preciosa ha sido derretida bajo la incendiaria versatilidad de los bolsos. No hay armario, ni estilismo, donde no tengan cabida. Bajo esa idea, Sara Baceiredo decidió poner en práctica sus estudios en empresariales y las enseñanzas que ha ido adquiriendo como influencer, lanzándose a la creación de It’s Lava, una firma especializada en bolsos que, con constancia y parsimonia, lleva abriéndose paso en la industria desde hace tres años.

Sara, ¿partías de cero o ya habías trabajado en algún proyecto en moda?
En moda, no. No obstante, yo estudié una carrera enfocada al emprendimiento con un enfoque bastante práctico. Entonces, yo jugaba con la ventaja de que sabía crear un plan de negocio, montar toda la base legal, construir la  página web y un largo etcétera que, en definitiva, me ayudó a lanzar mi firma.

¿Y por qué te lanzaste a crear una firma textil en lugar de probar con algo ya conocido para fundar tu primera empresa? ¿Por qué bolsos?
¿La verdad? No sabría decir el por qué. A mí la moda siempre me ha llamado la atención y tenía claro que, si daba el salto, iba a ser con algo ligado a este mundo. El problema es que yo veía que había un amplio mercado y hacerse un hueco en él no era una tarea sencilla. Y, tras plantearme todo tipo de ideas, llegue a la conclusión de que yo, como consumidora, si tuviera que invertir en un producto, sería en un bolso. Es un complemento que puede transformar o potenciar un look con su simple puesta y, además, tiene una utilidad.

Desde que empezaste en este sector, ¿dirías que ha cambiado tu visión de la moda?
Más que cambiar diría que, ahora, tengo una visión más espacial. Todos los sectores tienen sus cosas buenas y malas. Al final, aprendes y empatizas con cómo trabaja cada gremio y cada generación.

¿Qué cosas malas destacarías como emprendedora de tu primer negocio?
La negociación puede llegar a ser muy frustrante, hay que saber tener paciencia. Se dice mucho del trabajo local, pero tú luego intentas trabajar con ellos y te lo ponen muy difícil. No obstante, como en todo proceso, al final te acabas entendiendo.

¿Crees que esos desaciertos estaban influenciados por tu edad?
Sí. Lógicamente, la inexperiencia y la edad juegan en contra. Es difícil que, de primeras, te tomen en serio. Y eso, puede causar cierta frustración; cuando tú emprendes nadie te cuenta estas dificultades. Sí, las puedes imaginar, pero no es lo mismo vivirlo. No obstante, como ya decía, tienes que sacar toda tu energía y tus ganas. Es el único camino para saber cómo contactar o cómo pedir las cosas. Lo más importante es que si un día te presentas en un sitio y metes la pata… probablemente, aprendas a no cometer más ese error.

Por otro lado, en It’s Lava os olvidáis de lanzar las clásicas colecciones, ¿creéis que eso os ayuda en este proceso, o al contrario?
Es verdad que nosotras no sacamos colecciones, y es porque preferimos concentrarnos más en el producto. Al final, cada uno de nuestros bolsos nace para cubrir una necesidad que vemos o tenemos en el día a día y, en ese sentido, no estamos haciendo suposiciones sobre lo que puede o no gustar, como haríamos si lanzásemos colecciones. Además, intentamos jugar con esa necesidad, brindándole una mayor versatilidad. Por ejemplo, pocos bolsos se pueden transformar en unos neceseres en pocos minutos. Y eso, atrae a nuestro público.

Un público que, en cierta manera, viene o nace de tu propias redes [en la actualidad, Sara Baceiredo ronda el medio millón de seguidores en Instagram], ¿crees que hubieras lanzado It’s Lava si no hubieses tenido esa comunidad?
Sin duda, sí. Obviamente, tener el apoyo de una buena comunidad ayuda, pero eso no significa que vaya a ser un éxito. Llega un punto en el que tus seguidores ya tienen tu bolso y ya no quieren otro. En ese sentido, si solo te has concentrado en ellos… has agotado tu canal de ventas. Por eso, es importante ser consciente y trabajar muy bien la comunicación para intentar llegar a más personas y que las ventas no cesen.

Al estar especializadas únicamente en bolsos, ¿no os da miedo repetir la misma fórmula?
Es difícil no caer en ello, pero se puede evitar. Tenemos claro que queremos crear modelos distintos entre sí porque si al final sacamos modelos que se parecen mucho, ¿qué sentido tendría? En el proceso, hay que estar dispuesta a enamorarse y desenamorarse rápidamente.

Y, como marca, ¿cómo os diferenciáis de otras firmas?
Nuestros clientes suelen ser consumidores de las redes sociales. A veces, nos comentan que nos han encontrado por la foto de un look que subimos con un bolso. Y es que, a diferencia de otras marcas, el contenido que subimos no está centrado exclusivamente en el producto. Buscamos que sea inspiracional y que aporte.

En estos tres años, ¿qué consejos darías a alguien que está pensando en emprender?
Recomendaría disfrutar del proceso. Muchas veces, nos concentramos tanto en las metas que, al final, puede ser un poco desmotivador. Y, por otra parte, aunque no lo enseñen, no necesitas un gran equipo al principio; puedes formarte tú sola o hablar con gente del mismo sector para que te aconseje.