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Telepizza y su nueva etapa para sobrevivir

Lidia Vega| 22 de mayo de 2023

Telepizza es, por excelencia, la cadena preferida de España. Aunque ya no están viviendo esos años dorados donde la compañía era, sin ningún tipo de discusión, la reina de las pizzas en nuestro país, en parte, por la aparición de otros deliveries, el vaivén económico que ha vivido la empresa hasta ahora tampoco ha sido lo mejor. Aunque su situación acaba de dar un giro positivo.

 

Telepizza nació a finales de los 80 -en concreto, en 1988-, cuando la comida a domicilio aún no estaba extendida en España. De hecho, la cadena madrileña supo explotar este nicho desde el principio, lo que le hizo crecer como la espuma. Esto hizo que a principios de la siguiente década empezásemos a ver locales de estas pizzerías por todas las esquinas, con su popular letrero blanco y rojo

La primera tienda de Telepizza la abrieron sus dueños, los hermanos Eduardo y Leopoldo Fernández Pujals, cerca del estadio Santiago Bernabéu. La idea era que la gente fuese a comprar su pizza y se la llevase a comer fuera del establecimiento, algo que hoy conocemos como delivery.

El éxito de Telepizza fue tal que no paraba de crecer por toda España. Parte de este crecimiento se lo ganó el apoyo de otras entidades, como la de BBVA. El apoyo de este banco fue fundamental para el paso que daría la compañía y que cambiaría todo: su salida a bolsa. En tan solo dos años el precio de las acciones subió desde lo 67 céntimos hasta los 9,92 euros.

Parecía que el nombre de Telepizza iba asociado a éxito. En menos de una década se había convertido en la startup del momento. En aquel momento, los expertos estimaban una creación de valor de más de 1.900 millones de euros.

Viendo lo bien que marchaba la empresa, Leopoldo, uno de los hermanos fundadores, decidió vender sus acciones en la compañía para dedicarse al mundo de las telecomunicaciones y luchar por los derechos de Cuba.

 

Del cielo a la deuda

Sobre plano, todo iba como la seda. Sin embargo, pronto la calma se volvería tempestad y los vaivenes económicos empezaron a azotar a Telepizza. Las acciones de los Pujals pasaron a manos de Pedro Ballvé, los hermanos Aldo y José Carlos Olcese. Estos nuevos propietarios son los que, en 2007, deciden lanzar una opa de exclusión y sacan a la compañía de Bolsa.

Aunque pierde más de la mitad del valor que le habían calculado casi un lustro antes, Telepizza aún mantiene un dato alto: su valor es de 715 millones de euros. En ese momento, hay otros fondos de inversión que comienzan a entrar en su accionariado, entre los que destacan KKR y Parmira. Todos estos cambios de manos traen también las deudas.

Con un endeudamiento de casi 300 millones de euros, los nuevos accionistas de Telepizza, con Pablo Juántegui al frente, deciden salir en 2016 otra vez al parqué. Sin embargo, el resultado no fue tan bueno como en los 2000. Las acciones caen un 20% el día de la OPV. Entraron capitalizando 800 millones y salieron, tres años después, 650. Algunos de los motivos de la mala situación económica de Telepizza fue que la competencia aumentó y, con ello, cayó la cuota de mercado. Pero no todos salieron perdiendo. Con estos movimientos, KKR sí salió ganando, ya que consiguió hacerse con el 80% del accionariado.

Ante la dramática situación que estaba viviendo Telepizza, los accionistas comenzaron a diseñar estrategias desesperadas. Entre ellas, algunas muy arriesgadas, como expandirse por América. Sin embargo, esta decisión no fue muy inteligente y no dio los resultados que los fondos de inversión preveían.

Para rematar su situación, la pandemia les acabó de fulminar. En 2020 Telepizza tenía un endeudamiento por encima de los 400 millones de euros. Para revertir la situación, la empresa de pizzas más popular de España necesitaba un cambio.

 

El presente de Telepizza

En 2021, bajo la presidencia de Jacobo Caller, la compañía vive su reconstrucción más intensa. Pasa a llamarse Food Delivery Brands y, bajo este nombre, se agrupan todas las marcas: Telepizza, Pizza Hut, Apache (Irlanda) y Jeno’s (Colombia). Aunque consiguen vender ciertas empresas, que les dan un liquidez, la empresa busca otra nueva estrategia.

Food Delivery Brands ha firmado con éxito el acuerdo final de refinanciación de su deuda dentro del marco de su estrategia para impulsar el negocio y el crecimiento futuro del mismo. El acuerdo de reestructuración financiera firmado por las partes implicadas (acreedores, accionistas y la compañía) queda sujeto a su formalización en un proceso que se espera concluya en el segundo semestre de 2023.

Los términos finales de dicha operación, sujeta a un proceso de formalización judicial que concluirá previsiblemente en el segundo semestre de este año, y cuyo acuerdo marco fue firmado el pasado mes de enero, cuenta con el apoyo de un grupo de tenedores de los bonos senior garantizados del grupo que representan más del 80% del total.

De esta manera, los accionistas actuales se van a diluir en su totalidad, pasando el grupo a ser controlado por los actuales tenedores de la deuda senior de la compañía, entre los que se encuentran Oak Hill Advisors, L.P., Blantyre Capital Limited, H.I.G Capital, LL., Fortress Investment Group LLC y TREO AM.

La reestructuración de la deuda alcanzada implica la capitalización de una parte significativa de la deuda actual del Grupo, con una reducción cercana a los 240 millones de euros (aproximadamente el 50%) y una extensión de los plazos de amortización previstos hasta 2028, lo que permitirá situar el apalancamiento estimado para los próximos años en niveles de x4 EBITDA.

El acuerdo marco incluye, además, la obtención de apoyo financiero por parte de los nuevos accionistas para garantizar la liquidez del grupo mientras se formalizan todos los pasos legales. Este soporte financiero se ha materializado ya en la aportación de nuevos fondos por valor de 31 millones de euros, que podrían ser ampliados hasta cerca de los 60 millones al finalizar el proceso, muestra de su confianza y compromiso con la empresa y el negocio. A esta cifra se sumará una inyección adicional de los actuales accionistas por valor de 11 millones una vez obtenida la aprobación judicial correspondiente al proceso.

Como consecuencia de la operación, que supone un punto de inflexión y el inicio de una etapa nueva y saneada para la compañía. Las ventas cadena se situaron en 2022 por encima de los 1.300 millones (a tipo de cambio constante), un 10,4% superiores a las de 2021.

Solo el tiempo dirá si este impulso económico será suficiente para que Telepizza siga pudiendo explotar el secreto de su masa.

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