El Corte Inglés apostará por su propio metaverso a través de Bitcor
El Corte Inglés activó el pasado mes de marzo su plan para lanzar su propio Metaverso: Bitcor El Corte Inglés. En aquel momento, la compañía acudió a la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (Euipo, por sus siglas en inglés) para registrar dicha marca junto a la de Bitcor. Una propuesta que fue aprobada poco después. En aquel momento, se entendió como un intento de la compañía de acercarse al popularizado mundo cripto. Aunque no fue a más, en parte, por la escasa comunicación realizada. Pero ahora las piezas encajan como base de una creación más grande.
Y es que precisamente ese es el movimiento que otros grandes grupos están ejecutando. Recientemente, se ha podido ver que Walmart, el gigantesco minorista estadounidense, se está preparando para crear su propia criptomoneda y una colección de tokens no fungibles (los famosos NFT), según el registro de la Oficina de Marcas y Patentes de Estados Unidos. Un movimiento que para Bloomberg significa que está “sentando las bases para reunirse con sus clientes en el metaverso emergente”. Por su parte, la CNBC, que fue la primera en informar de ello, explica que es “un paso significativo” de la firma “mientras estudia cómo participar en el metaverso”.
Curiosamente, los caminos de Walmart y El Corte Inglés parecen entrelazados. Quizás porque el primero sirve de inspiración para el segundo. No sería extraño, de hecho (y sirva como aviso), otro gran empresario como Juan Roig se ha mostrado sirve fascinado por la firma estadounidense. Sea como fuere, la realidad es que el minorista americano también confundió a unos y otros cuando dio sus primeros pasos en el mundo cripto. En concreto, en 2019 solicitó una patente de criptomoneda respaldada, es decir, ligada a un valor monetario. En ese momento, las teorías se dispararon.
EL CORTE INGLÉS Y WALMART, CAMINOS ENTRELAZADOS
Principalmente fueron dos. La primera obedecía a que el gigante crease una especie de plataforma de inversión en criptomonedas. La segunda era la creación de una especie de billetero digital para monedas virtuales que permitiría la aceptación de pago a través de la tecnología blockchain y su propia moneda estable. Hay que recordar que por aquel momento las llamadas stablecoins estaban muy de moda, tras la decisión de Facebook de apostar por la suya propia: Libra. Aunque la idea real, que más tarde se explicaría, era la de crear un entramado digital interconectado y monetizable a través de esa propia divisa.
Walmart, como El Corte Inglés, tampoco quiso hacer declaraciones. Y las múltiples explicaciones ligadas a la solicitud sirvieron pólvora para las elucubraciones: “Puede proporcionar un lugar gratuito donde almacenar patrimonio para gastar, por ejemplo, en comercio minorista”; “los hogares de bajos ingresos pueden tener una alternativa de manejar su patrimonio en una institución que pueda satisfacer la mayoría de sus necesidades financieras y productos del día a día”; “puede eliminar las tarjetas de crédito y débito sin requerir efectivo al ofrecer una moneda digital protegida por blockchain”, o “crear programas de recompensas para otras compras por cada moneda digital que una persona gasta o gana”.
Pese a la recurrencia en las preguntas de periodistas y analistas no se supo mucho más de ello. El metaverso tampoco era una palabra muy utilizada entonces. Pero los acontecimientos aceleraron el proceso de la conversión hacía lo que hoy día parece la palabra de moda. Principalmente, porque la filtración de unos documentos internos de Facebook afectó tanto a la reputación de la firma que terminó por obligar a su fundador, Marck Zuckenberg, a actuar. En ese mismo momento, tras el bautismo como Meta, el gigante desvelaba su plan secreto.
¿CÓMO SE CREA UN METAVERSO?
Acto seguido, el mundo pareció enloquecer. Ahora, todo el mundo ha desvelado que trabaja en un metaverso específico para su negocio. Las firmas de moda como Inditex, H&M o incluso aquellas de lujo como Balenciaga están diseñando sus propios espacios digitales. La intención es que puedas desde vestir a tu avatar digital a probarte las prendas que luego veras en las tiendas. Los supermercados también trabajan con versiones digitales de sus establecimientos, algunos incluso con un desarrollo gráfico algo triste, para poder hacer la compra por internet. Y así decenas de empresas.
Pero la realidad es que el metaverso va mucho más allá de lo que quieren hacer ver esas formas simplificadas. Para poder congeniar perfectamente el mundo digital y real, que es lo que pretende este desarrollo, primero hay que crear un sistema cripto eficaz ligado a una criptomoneda. En otras palabras, los usuarios tienen que tener acceso a una billetera digital que utilizarán para hacer sus compras y con la que cada compañía monetizará su diseño. En la actualidad, una gran parte del mismo se ejecuta a través de la red de ethereum, pero cada vez hay más oferta variada. De hecho, JP Morgan estima que la proporción de usuarios de ethereum cayó de casi el 90% al 70% en el último año.
Además, un número creciente de redes como Avalanche, Binance Smart Chain, Terra y Solana intentan suplantar a ethereum. Al final, para utilizar la red blockchain y el desarrollo del metaverso se debe crear una criptomoneda y una colección de tokens. En otras palabras, seguir el camino de Facebook con Libra, los intentos desvelados recientemente de Walmart o quizás el desarrollo que está probando El Corte Inglés. La finalidad de uno y otro es similar “la intención de fabricar y vender productos virtuales como bienes electrónicos, decoración, juguetes, artículos deportivos y productos de cuidado personal”, señalan desde Bloomberg.
EL DESARROLLO CRYPTO A LARGO PLAZO DE EL CORTE INGLÉS
El Corte Inglés, por el momento, no ha vuelto a dar un paso adelante en este campo. Lo último que se conoce fueron las propias definiciones que dio al Euipo sobre la actividad que tiene reservado para Bitcor: servicios financieros; transacciones financieras relacionadas con el intercambio de moneda, y compraventa de divisas. Esto, unido al nombre Bitcor, deja a las claras su vinculación con el mundo de los bitcóins. Pero los pasos de Walmart y otras muchas firmas pueden hacer suponer por donde enfoca El Corte Inglés su desarrollo. De hecho, el siguiente paso puede ser el de buscar nuevas patentes para futuros desarrollos comerciales como ha hecho la estadounidense.
En el caso de Walmart, además, el número de futuros negocios (y patentes) se articula sobre tres ejes: «Walmart Connect», el nombre de la empresa de publicidad digital existente de la compañía, para un intercambio financiero por moneda virtual y publicidad. «Verse to Store», «Verse to Curb» y «Verse to Home» para servicios de compras. También está buscando marcas registradas para aplicar el nombre de Walmart y su logotipo a los servicios de atención médica y educación en realidad virtual y aumentada. Una rama en la que cada vez más actores están entrando con mucha fuerza.
Para El Corte Inglés todavía queda mucho tiempo para seguir profundizando en su desarrollo. De hecho, la hoja de ruta mostrada tras su alianza con Mutua Madrileña establece un plazo muy largo, de hasta seis años máximo, para salir a debutar a Bolsa. Quizás la directiva esté esperando a que está tecnología sea lo suficientemente madura, tanto para los consumidores como para las compañías, para presionar el botón de la salida a Bolsa en unos años. Y es que a veces las revoluciones nunca vienen solas.