Jorge Cremades: «Mi primera experiencia en el cine fue increíble»

A este actor, cómico y creador digital que cuenta con casi 3 millones de seguidores en Instagram, la cosa le viene de familia: cuenta que a veces su padre le llama solo para contarle un chiste y colgar. Cremades se ríe de la vida cotidiana en sus reels de 30 segundos. Y con él se ríe gente de todas las edades: es fácil identificarse con esa mirada que convierte las pequeñas desgracias diarias en algo hilarante. Además, tiene una virtud que solo se encuentra entre los mejores: es capaz de burlarse de sí mismo.

 

El pasado agosto se estrenó De perdidos al río —protagonizada por Pablo Chiapella, Fran Perea y Carlos Santos, y dirigida por Joaquín Mazón—. Una comedia con la que Jorge Cremades ha pasado de la pantalla más pequeña a la más grande. Nosotros creemos que esto es solo el principio de una larga carrera.

 

¿Cómo ha sido tu primera experiencia en el cine?
De perdidos al río es una comedia gamberra que rompe con todos los estereotipos. La gente puede pensar que es la típica de garrulos, pero no es así. Es sorprendente minuto a minuto y tiene un mensaje final muy bonito. Estoy feliz por ser parte de ella. Rodamos en Canarias, en Portugal y en Río de Janeiro… Fue increíble. Además, he generado una amistad enorme con los compañeros. Estamos siempre dispuestos a quedar y a celebrar. Otra cosa no, pero a nosotros celebrar nos encanta. Todos tienen una humanidad muy grande y crean equipo en seguida.

 

¿Recuerdas la primera vez de tu vida que te metiste en internet?
La recuerdo perfectamente. Fue para chatear con el Messenger. Estaba en un cyber, agregué a un par de amigos y nos pusimos a chatear… En ese momento no éramos conscientes de lo que estaba por llegar.

 

¿En qué momento te diste cuenta de que las redes y tú teníais muchas posibilidades?
Yo empecé con YouTube, pero fue en Instagram donde me di cuenta de que los reels iban muy bien conmigo, con mi forma de comunicar. Mis chistes se amoldan mucho a las cosas cotidianas de esta sociedad y su duración también: son cortos y rápidos, y eso es lo que funciona en redes. Tengo una hermana pequeña, de 13 años, que no llega a ver un solo vídeo de TikTok entero: los pasa a los dos segundos… Vivimos de una forma frenética y mis reels se adaptan muy bien a ese ritmo.

 

¿Cuál fue el que supuso un antes y un después en cuanto a número de seguidores?
El que subió de golpe mis seguidores fue uno en el que estaba lavando una cuchara, caía agua en ella y de repente esa gota se convertía en el mar… Era sobre ese momento en que te salpica la cuchara y parece que te empapa… Así contado no tiene gracia, pero te prometo que visto estaba mejor.

 

Has estado de gira haciendo teatro… ¿Qué sientes al ver al público delante y no dando likes de forma anónima?
Para mí tener al público delante es una experiencia increíble. En las redes ves las reacciones pronto, pero aquí recibes un feedback directo y al instante. A mí me sube una adrenalina que me enamora.

 

¿Qué te pone de mal humor?
La verdad es que no tiendo mucho al mal humor. En general, cuando estoy muy serio es porque estoy concentrado en el trabajo.

 

¿Quién te hace reír?
Sobre todo, mi padre. A veces nos llamamos por teléfono para contarnos tonterías, algún chiste… y luego colgamos.
De ahí me viene…

 

¿De dónde sacas la inspiración a la hora de crear tus reels?
La saco sobre todo de vivir experiencias, de viajar, de hacer deporte… Cuando ocurre algo que me hace gracia  enseguida lo anoto mentalmente. También busco inspiración en internet, claro, pero al final lo que más me inspira  es estar con la familia, con los amigos y que pasen cosas.

 

¿Cómo alimentas tu energía?
Haciendo ejercicio y cuidando la dieta. No es que esté obsesionado, pero me gusta cuidar las dos cosas, mucho. Es que noto que cuando me doy atracones —que lo hago poco, pero alguna vez, por ejemplo, cuando quedo con amigos—, me quedo sin energía… y necesito siestas.

 

¿Cómo eres en Instagram, como seguidor?
Como seguidor soy muy discreto, no comento mucho. Solo doy likes. La verdad es que tampoco estoy muy  enganchado como consumidor. Uso mucho más las redes como creador.

 

¿Algún truco para ganar la partida al algoritmo y no engancharte?
Sí, tengo varios: el primero es “quítate las notificaciones”. Al segundo lo llamo “la hora mágica” y consiste en esperar una hora después de levantarme de la cama antes de mirar el móvil. Además, lo pongo siempre en modo avión cuando estoy trabajando o en el gimnasio. Eso es fundamental. El otro día di una charla para hablar de los peligros del móvil… Va en mi contra, pero es que hay que tener cuidado: te come la cabeza.

 

¿La fama que dan las redes es diferente a la del cine?
La fama para mí… ¡La llevo muy bien! Me gusta y agradezco que la gente me salude por la calle. Creo que la diferencia entre una fama y otra es el público que te ve. Yo estoy muy feliz con este tema, no me causa ningún problema.

 

¿Cómo desconectas cuando lo necesitas?
Me suele pasar una vez al año que necesito desconectar. Y entonces me voy de retiro, con mi gato, a un pueblo en el que tengo una casita con vistas al mar. Ahí me relajo.

 

 

Es increíble ver cómo se han unido tus dos intereses: la informática y la vocación actoral.
Más que la informática lo que me interesó siempre fue algo que me enseñó mi padre: la edición. A él le gustaban mucho las comuniones, los cumpleaños, los bautizos… esas cosas. Me enseñó a editar cuando era pequeño y me enganché. Luego sí, muchos años después, estudié Arte Dramático.

 

¿Cómo definirías a tu generación (a los nacidos en torno a los 90)?
Nuestra generación es una de las más afortunadas: tenemos las comunicaciones fáciles, la posibilidad de viajar a cualquier parte del planeta en pocas horas, estamos en uno de los mejores momentos del ser humano… A pesar de todo lo que está pasando, hemos tenido suerte de vivir en esta época de la historia.