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Las impresionantes cifras que mueven los eSports

Miguel Ángel Ossorio Vega| 29 de noviembre de 2022

Millones de espectadores ven los campeonatos de videojuegos en directo. Las marcas invierten miles de millones de euros al año en patrocinarlo. Los influencers cuentan por millones sus seguidores. Los eSports se han convertido en el entretenimiento del siglo XXI. Un entorno desconocido para casi todo el mundo que no tenga menos de 30 años. Pero un entorno que mueve cifras hasta ahora solo reservadas a las grandes citas deportivas tradicionales.

Los eSports, o deportes electrónicos, son un fenómeno de masas. Se calcula que unos 500 millones de personas ven cada año las retransmisiones en directo de los principales torneos. La cifra, probablemente, se quede corta, ya que, cada día, millones de jóvenes ven a sus influencers favoritos jugar en directo a videojuegos. Se llama gameplay, y consiste en que uno juega y otros miran. ¿Por qué triunfa ver a otra persona jugar a un juego que el espectador también tiene en su videoconsola, ordenador o móvil?

 

COMO EL DEPORTE TRADICIONAL

Si lo pensamos bien, la diferencia entre ver un partido de fútbol y ver una partida de un videojuego no es muy diferente. En ambos casos, el espectador puede jugar a ese mismo juego. Quizás, incluso, lo haga de manera habitual. Ser espectador simplemente permite ver a alguien mejor que tú hacer algo que tú también sabes hacer. Es una forma de inspirarse, aprender y divertirse. Una forma de entretenimiento pasivo que puede convertirse en activo.

Al igual que sucede con los deportes, donde las grandes estrellas son admiradas por millones de personas, en los videojuegos también hay jugadores que despuntan. La mayoría confluye en una zona en la que son tanto estrellas del juego como influencers al uso. Hablan de su vida y de su profesión. Comparten su día a día. Patrocinan productos deseados. Mueven masas. Un simple tuit de un futbolista puede cambiar una liga de fútbol. Pensemos en las palabras de Cristiano Ronaldo en una entrevista a un canal de televisión: criticó al Manchester United, su equipo. Apenas unos días después, rescindieron su contrato, dejando al equipo británico sin su principal estrella, que ahora recibe ofertas multimillonarias desde distintos rincones del mundo.

Con los influencers, o gamers, sucede algo similar: la simple recomendación de un videojuego llevará a miles de chavales a comprarlo de forma instantánea. Y el mero hecho de retransmitir en directo una de sus partidas convertirá a ese juego en carne de eSports. Porque para que un videojuego se convierta en eSports tiene que existir lo mismo que en el deporte: capacidad de competir y de que haya ganadores y perdedores. Es un deporte más, con estrellas que dedican horas a entrenar, y equipos consolidados con una estructura que cuenta con fisioterapeutas, psicólogos, entrenadores personales o expertos en nutrición. Un gamer es una estrella capaz de amasar mucho dinero ganando campeonatos en los que muchas marcas apuestan todo.

 

LAS CIFRAS DE LOS ESPORTS: 3.000 MILLONES AL AÑO EN PUBLICIDAD

Se calcula que, solo este año, la inversión en publicidad en los eSports alcanzará los 3.000 millones de dólares en todo el mundo. Ya casi ninguna marca se quiere quedar fuera de algo que apenas entienden, pero que saben que encandila a los más jóvenes. Precisamente, el público al que es más difícil llegar en otros canales, que han abandonado para ver cada día, en Twitch o YouTube, a sus estrellas favoritas jugar, divertirse y crecer. En directo. Un Gran Hermano global que ha convertido a estos nuevos influencers en superestrellas disputadas por marcas, medios y plataformas: Ibai, paradigma de este nuevo negocio del entretenimiento digital, podría dejar Twitch en las próximas semanas y recalar en su gran rival, YouTube. Como causa, contratos millonarios para asegurarse la exclusiva de retransmisiones, vídeos y contenidos. La lucha de las televisiones tradicionales, llevada a Internet.

Al final, viene a ser lo mismo: competir por la audiencia para hacerlo por el tiempo de la gente. Solo cambia el medio, las personas y los códigos. Lo demás sigue siendo lo mismo. Los eSports no son muy diferentes a lo que llevamos viviendo desde hace décadas. Solo entenderlo permitirá a marcas, empresas y personas entrar en este nuevo negocio y hacerlo suyo antes de quedarse como piezas de museo. Pero no a cualquier precio, sino buscando siempre la naturalidad que, real o impostada, impera en estos canales digitales.

 

 

Los jóvenes buscan huir del ‘postureo’, aunque luego les guste, y quieren a personas reales que, desde sus dormitorios, han forjado imperios mediáticos del siglo XXI. AuronPlay, elRubius, Ibai u Ocelote son los nuevos ‘presentadores’ de televisión. Unos que no se deben a Antena 3 o Telecinco, sino a YouTube o Twitch. Y unos que solo trabajan en directo, durante horas, a audiencias globales desde el principio. Amasan audiencias. Amasan suscriptores. Amasan seguidores. Y amasan dinero: Ibai acaba de anunciar que jubila a sus padres, de apenas 50 años. Dice que ya han trabajado bastante y que, por fortuna, se lo puede permitir. Son un ejemplo para jóvenes, y las marcas lo saben. Por eso apuestan por ellos y por los eSports, el nuevo y gran negocio en el que está todo por hacer.

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