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María Vázquez: «Deben existir personajes reales de mujeres»

Coche Echarren| 30 de junio de 2023

Matria (Álvaro Gago), refleja la realidad de la sociedad gallega, tantas veces llamada matriarcal. Y lo hace a través de la interpretación gigante de María Vázquez. Probablemente la Biznaga de Oro no será el último galardón que reciba. La actriz, que une fuerza y sensibilidad a partes iguales, nos habla de esta película y de la próxima por estrenar: Los pequeños amores.

Cuando se habla de sociedad matriarcal, ¿de qué se habla? ¿De puestos de poder y gestión en manos de mujeres que disfrutan de libertad sexual y profesional no accesible a hombres? ¿O acaso el término se refiere a aquella en la que son las mujeres quienes más trabajan (aún como esclavas y para empresas llevadas por hombres)?

 

¿Qué rasgos te ayudaron a crear a tu personaje de Matria, Ramona?

Me venía a la cabeza la imagen de una roca indestructible, por su dureza. Y la de movimiento, es una persona que no para. Un rasgo muy suyo es que es una persona sin filtro. Y otro es su sentido del humor, su retranca, que es una coraza, pero que la caracteriza a ella y a los gallegos en general. Trabajé mucho la cuestión idiomática. Su gallego es diferente al mío: por ejemplo, ella pronuncia las g como j. Ese trabajo me ayudó mucho a empaparme de ese  carácter que tiene Ramona tan identitario.

 

¿Es muy gallega o es universal?

Está claro que hay algo en ella muy identitario. Pero mujeres obreras a las que se explota; mujeres que se  infravaloran y a las que se infravalora; que viven en una sociedad totalmente machista… hay en todas partes. Hay ramonas en todo el mundo.

 

Es un perfil muy reconocible, muy real, muy creíble…

Jo, menos mal porque es muy  importante que existan personajes reales de mujeres. Que reflejen lo que somos de verdad. A los personajes femeninos no se les permite tener defectos y la verdad es que las mujeres los tenemos, como todo el mundo. A mí a veces me comentan que Ramona es demasiado brava y yo respondo “¿a que no le has comentado lo mismo a Zahera por su personaje en As Bestas?”. Se construyen personajes femeninos idealizados. Y a mí me gusta que se retrate a mujeres reales. Como Ramona, que tiene mil defectos. Ella es, por ejemplo, machista.

 

¿En qué momentos se ve su machismo?

Por ejemplo, cuando infravalora el trabajo de la casa de su amiga Carmen. Y a lo largo de la película vemos que piensa que debe tener pareja siempre, tener al lado a un hombre, sea quien sea.

 

La película a ratos parece documental. Los diálogos son muy naturales. ¿Hubo improvisación?

Sí hubo, pero no tanta como pueda parecer. Me encanta que me hagáis estos comentarios, los he recibido de mucha gente, y demuestran que es una película que está muy bien dirigida y muy bien escrita.

 

Siempre me ha llamado la atención la falta de contacto con la naturaleza de las mujeres gallegas reales (de ellos  también). ¿Esta película lo explica aunque no trate el tema?

Sí, la falta de contacto con la naturaleza tiene que ver con su trabajo. A menudo, las fábricas están a pie de playa, pero cuando vas para iniciar una jornada de trabajo larga ni la miras. Y el mar es para mariscar. Luego, el trabajo en casa, que también es duro. No tienen tiempo para cuidarse ni para conectar con nada. Su tiempo es para trabajar y para cuidar de otros.

 

¿Cuál es tu vía de escape?

Mi familia, me encanta hacer planes en familia. Muchas veces cogemos la furgoneta y nos vamos todos juntos donde sea. También me gusta ir a mi pueblo, darme paseos por la Ribeira Sacra… me gustan las cosas sencillas.

 

Luego llega la alfombra roja, ¿cómo se produce la transformación?

Sinceramente, me lo tomo como un trabajo de personaje. Me disfrazo y juego a ser esa actriz que posa con esa ropa. Es parte de la promoción, parte del juego. Tú eres una actriz obrera, que al día siguiente tienes que limpiar tu casa y poner lavadoras. Imagínate que nos ponen vestidos que valen más que todo nuestro sueldo. Para mí es eso y también es la alegría del encuentro con otros compañeros a los que no veo mucho, porque vivo en Galicia.

 

Estuviste 18 años en Madrid, ¿tienes algo de madrileña?

Es que todo el mundo que vive en Madrid es madrileño… Yo decidí volver a Galicia al ser madre porque quería que mis hijos crecieran en un entorno natural y para apoyar al cine gallego. Pero me encanta Madrid, me gusta volver y me parece que es una de las pocas ciudades del mundo donde te sientes incluida.

 

Tu olor.

No me pongo perfumes, pero sí uso aceites corporales. Mis olores favoritos son el de vainilla y el de coco.

 

Tu lema.

Últimamente tengo el de estar solo con quien me quiere bien. A veces no es tan fácil distinguirlo y te equivocas. Pero me gusta creer en la gente. Prefiero pecar de confiada.

 

Pronto se estrenará Los pequeños amores.

Sí, es una película de Celia Rico que trata de la relación de una madre y una hija que tienen que volver a convivir. Yo soy la hija.

 

Vuelves a trabajar en una relación materno-filial.

Sí, y no me extraña que se hable de ello. De ahí viene todo. Tu madre te da la vida, con ella siempre tienes una deuda, pero, a la vez, con los años, se puede convertir en una carga. La relación con tu madre te marca para siempre, influye en el resto de relaciones de tu vida.

 

Como madre, ¿cómo eres?

He aprendido a aceptar que no puedo ser la madre perfecta, pero llegar hasta aquí me ha costado mucho sufrimiento. Yo me exigía ser perfecta y eso me ha impedido muchas veces incluso disfrutar de mis hijos sin más. Ahora sé que me puedo equivocar y que puedo pedir perdón. Yo a mis hijos les digo que las madres somos imperfectas y que lo tienen que asumir y saber cuanto antes, así luego no necesitan bajarnos de ningún pedestal. A veces somos todos odiosos o metemos la pata. Y no pasa nada.

 

 

foto: Mara Cózar

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