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Vicente Vallés: “Putin no va a parar hasta que él pueda decir que ha ganado”

Influencers| 3 de junio de 2022

Vallés

Vallés está arrasando. Cada noche, tres millones de personas eligen su informativo para conocer las noticias más importantes del momento. Y es que los informativos probablemente sean el último bastión que conserve la televisión tradicional para no ser totalmente engullida por las plataformas de televisión a la carta. “No sé si lo harán en el futuro, pero de momento las plataformas solo ofrecen series, películas y documentales, no ofrecen informativos. Con lo cual, las cadenas generalistas estamos muy centradas en los programas de actualidad, sean informativos puros, magazines o lo que sean, pero en formatos sobre cuestiones de actualidad. Y bueno, creo que eso también es lo que esperan los espectadores, que les contemos las cosas que pasan”, afirma.

Vicente Vallés (Madrid, 1963) se licenció en Periodismo en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid. Su objetivo inicial era trabajar en la radio, y pudo hacerlo en la Cadena Ser incluso antes de terminar la carrera. A los dos años surgió la posibilidad de probar la experiencia de la televisión y consiguió un puesto de redactor de deportes en TVE.

Desde entonces, ha trabajado en las principales cadenas de televisión de España: como redactor en la sección de P-Política, como responsable de la sección de Nacional, como director de programas informativos y, finalmente, como director y presentador de programas de noticias, debates, entrevistas y análisis.

Su llegada a Antena 3 se produjo en 2011, para presentar el informativo Antena 3 Noticias 1. Cinco años después pasó a dirigir y presentar Antena 3 Noticias 2, el informativo que actualmente se ha convertido en el más visto y seguido de la televisión de nuestro país, con una media de tres millones de espectadores (21,1% de cuota) y que casi dobla a sus rivales: Piqueras (Telecinco) tiene 1,65 millones de espectadores (11,3%) mientras que Franganillo (La 1) se queda en 1,59 millones (10,6%). Una elevada audiencia que hace cuestionarse si ha tocado ya techo o si podría crecer todavía más. “Creo que estamos por encima del techo previsible, porque hacer en torno a un 20% de la audiencia con la cantidad de cadenas de televisión y de plataformas disponibles para todo el mundo… No creo que sea sostenible en el tiempo. Esto lógicamente tenderá a rebajarse de alguna manera, ya que la audiencia está muy atomizada y se va dispersando, como es natural, porque hay mucha oferta y diversidad de canales, y tener el 20% es realmente algo muy, muy, muy difícil”.

Sus informativos finalizan con un epílogo en el que resume lo más destacado de la jornada que finaliza y que lleva su sello personal. Es algo que comenzó a hacer dos años atrás y que no tenía intención de que se mantuviera, pero sucedió que mucha gente empezó a reconocer el informativo por esta ‘coletilla’ y, de momento, se mantiene, a pesar de las críticas y polémicas que han generado algunas de estas intervenciones. “Es normal. En un trabajo de cara al público hay a quien le gusta y a quien no. Nada de lo que puedas decir va a gustar a todo el mundo”.

Y es que las críticas no le son nada ajenas. Fue uno de los periodistas que uno de los partidos que conforman el actual Gobierno de coalición puso en la diana en uno de sus vídeos promocionales, ante la imposibilidad de controlarle. A pesar de aquel triste episodio para nuestra democracia, Vallés afirma convencido que “por suerte vivimos en una sociedad democrática, en un país libre en el que cada cual puede ver y dejar de ver lo que le da la gana”.

Por suerte vivimos en una sociedad democrática, en un país libre en el que cada cual puede ver y dejar de ver lo que le da la gana.

 

UNIDO A EE.UU. DESDE SU INFANCIA

Vicente Vallés ha cubierto en estos años los principales acontecimientos informativos de las últimas tres décadas, como los atentados del 11-S en Nueva York o el 11-M en Madrid. “La noticia que más me ha impactado dar fue la del 11-M, porque yo vivía al lado de las vías del tren cerca de Atocha y escuché la explosión en mi casa”.

Como experto en información política, también ha cubierto elecciones presidenciales en España, Francia, Reino Unido y Estados Unidos (en este último caso, todas las celebradas desde 1992). Y es que Vicente, que nunca ha ocultado su origen humilde, está unido a este país desde su infancia. “Mi madre, siendo muy jovencita, antes de que yo naciera, trabajó como empleada de hogar de una pareja americana. Él estaba destinado en España, era teniente de la Fuerza Aérea Americana en la base de Torrejón de Ardoz. A mi madre la trataron de maravilla, y le enseñaron a hablar inglés a pesar de que ella apenas tenía estudios.

A los diez años de marcharse a Estados Unidos, esta pareja americana volvió a España en una Navidad y se alojó en mi casa. El caso es que el día que se marchaban –yo tenía 10 años– me preguntaron si me apetecía ir en verano con ellos a Estados Unidos. Vivían a las afueras de Nueva York y les dije que sí de inmediato. Estuve ese verano allí, y luego volví otro verano entero cuando terminé primero de Periodismo; fue justo en ese verano cuando empecé a interesarme mucho por lo que ocurría allí. Ya estaba estudiando Periodismo y estaba muy interesado en los temas de actualidad. Y a partir de entonces he seguido siempre la política americana con mucho interés y he cubierto muchas elecciones  americanas”.

Vallés es uno de los periodistas españoles más autorizados para analizar lo que sucedió en las dos últimas elecciones norteamericanas: Cómo Trump alcanzó la presidencia contra todo pronóstico frente a Hillary Clinton, y cómo la perdió posteriormente, cuando los datos de economía y empleo del país atravesaban uno de sus mejores momentos. ¿Perdió Trump la presidencia por su negacionismo frente a una pandemia por la que morían decenas de miles de personas cada día en sus calles?

“Yo creo que hubiera perdido igual. Hay una cosa que ocurrió en las elecciones de 2016, y es que un sector muy importante de lo que podemos considerar la izquierda americana –votantes del sector más a la izquierda del partido demócrata– no fue a votar. Se abstuvieron porque, aunque no querían que ganara Donald Trump, daban por hecho que ganaba Hillary Clinton. La izquierda americana odia a los Clinton, en general, y entonces pensaron: ‘Como va a ganar Hillary igualmente aunque yo no vote, no voy a ensuciarme las manos votándola’. Y Trump ganó esa elección.

Al día siguiente de las elecciones se convocaron manifestaciones en Estados Unidos por parte de la izquierda americana protestando por la victoria de Donald Trump. Se habían dado cuenta del error que habían cometido y lo intentaron resolver en las últimas elecciones, movilizándose de una manera bestial para evitar que ganara otra vez Donald Trump. La derecha se movilizó masivamente también para que ganara Trump, de hecho, nunca un candidato perdedor tuvo tantos votos como él en esas elecciones. Trump, perdiendo las elecciones, tuvo muchos más votos que muchos candidatos que las habían ganado previamente. A pesar de eso, Biden batió todos los récords de votos porque se unió todo el mundo que no quería que Trump siguiera en el poder, incluida la extrema izquierda americana, que tradicionalmente se abstiene en las elecciones y que, por supuesto, nunca quiso votar a Hillary Clinton”.

UN TOPO EN EL KREMLIN

Vallés viene informando con rigor de lo que acontece en Ucrania desde hace varios meses y tiene muy claro que, a pesar del juego geopolítico que pueda subyacer, “cuando un país invade a otro, el análisis que hay que hacer mientras dura esa invasión y muere gente es que el único culpable es el que invadió”.

Putin no va a parar hasta que él pueda decir que ha ganado

 

Para alguien que ha cubierto tantos conflictos, la solución del actual podría pasar por “una fórmula para que Putin encuentre la manera de decir que ha ganado, aunque no haya ganado. Putin no va a parar hasta que él pueda decir que ha ganado, o que los objetivos que él tenía con esto que llama “operación militar especial” –que no es más que una guerra tan terrible como las demás– se han cumplido. Eso podría su- ceder controlando el Donbás, bien por la vía de anexionarse, o bien por la vía de colocar a un gobierno títere en esa zona y, por tanto, dividir Ucrania en dos.

Otra cosa es que eso lo vaya a aceptar la comunidad internacional, pero él seguramente está buscando algo de ese tipo. El final es muy difícil de saber porque lo que ha pasado tampoco era previsible. Después de más de dos meses de guerra, lo que está pasando en Ucrania no es lo que, seguramente, Putin y sus generales dibujaron en el Kremlin cuando iba a empezar esto”.

 

Puedes leer la entrevista completa en el número de mayo – junio 2022 de la revista Influencers.

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