Ze García: «El secreto del éxito es ponerse metas a corto plazo»
Recién cumplidos los diez años de la marca, charlamos con el director creativo y fundador para que nos cuente cuál es el secreto del éxito de Ze García.
Bajo el concepto de ‘un clásico renovado’, José María García describe su firma de moda. La misma con la que, partiendo de las técnicas más artesanales de confección, ha roto viejos moldes. La acepción meritoria recae en su mirada y en su trazo; con ellos, ha dotado de cierta contemporaneidad a sus diseños. Una característica que, después de diez años, continúa representando a Ze García, y a él, su director creativo, pese a que esta no ha cesado de evolucionar.
Partiendo de la que fue una marcada predilección por los tejidos elásticos, secundadas en prendas como las faldas y los bodis, actualmente la firma con producción española y sostenible se caracteriza por sus vestidos drapeados. Unos donde sus estudiadas estructuras interiores de corsetería no son menos laudables.
¿Siempre tuviste claro que querías dedicarte a la moda o hubo algo que lo incentivó?
Sí, desde niño, siempre he tenido bastante claro que quería montar mi propia firma. Con más o menos ambición, pero sabía que quería crear y desarrollar algo donde mi trabajo no se viera únicamente limitado a diseñar; quería tomar decisiones.
¿Con más o menos ambición?
Siempre he tenido bastante, pero intento tenerla muy controlada. Soy de los que piensa, un poco, que el secreto del éxito recae en saber ponerse metas a corto plazo accesibles que te impidan llegar a la frustración. Por ejemplo, hace siete u ocho años no me imaginaba tener una tienda en Barcelona, otra en Madrid y aspiraciones a algo más, pero se va consiguiendo poco a poco.
¿Y cuál dirías actualmente que es tu objetivo?
Continuar con el proyecto. Creo que hacía muchos años que no nacía una firma de alta costura española y esa es mi gran meta. Obviamente sé, y me señalan, que no puedo decir que mi marca tiene esa acepción porque no está hecha en París y es allí donde se habla desde el siglo XVII de ese concepto. No obstante, creo que tenemos unos artesanos maravillosos en España y si cosemos de la misma manera, dedicamos las mismas horas, utilizamos tejido noble y lo hacemos a medida… vale, no podré decir que es haute couture, porque está patentado, pero sí puedo decir que es alta costura española. Y seguir trabajando para que esta se conozca a nivel internacional.
«Cada uno es su propio lienzo, y puede expresar en él lo que le apetece»
Hablando un poco de definiciones, ¿qué representa la moda para ti?
Sé que suena bastante tópico, pero creo que es el arte llevado al individuo. Una forma de expresión un poco más democratizada porque, realmente, todo el mundo puede acceder a ella. Cada uno es su propio lienzo, y puede expresar en él lo que le apetece… pero hay que dedicarle tiempo; mucha gente no se da cuenta de que, al final, es una imagen que se proyecta. Da una primera impresión, que nunca se olvida. Ni a los demás ni a ti. Asimismo, cuando veas esa prenda especial, ya sea un vestido de fiesta o de novia, te evocará esa puesta. Y eso es justamente lo que intentamos transmitir en cada uno de los diseños de Ze García.
¿Dirías que es ese rasgo el que distingue a tu firma de otras?
¿La verdad? No sabría decirte; hoy en día, es muy complicado trazar esa diferencia que antes, en la década de los años 40 o 50, existía entre las grandes casas de moda. Al final, hay talento por todos lados de gente diseñando y hay muchísimas inspiraciones. Lo único, en mi opinión, que puede diferenciar una marca de otra es la sensibilidad del director creativo, el ADN de la marca y hacia dónde está enfocada. No hay absolutamente nada más. Sí que es cierto que hay clientas que ven un diseño y saben que es de Ze García, por el trazo, el corte o la idea que tiene. Lo que sí tengo claro es que empecé hace doce años en la industria, con 23 años, y no quiero limitarme a un estilo concreto.
Y qué diferencia ves, ahora, con respecto a tu ‘yo’ de hace unos años… Al final, en tus primeros desfiles no se conocía quién estaba detrás de Ze García.
Sí, eso fue un poco estrategia. En mis inicios, yo quería proyectar algo clásico, pero con un punto fresco, y mi estética, dependiendo de según qué perfil, no encajaba con ese concepto. Yo tengo tatuajes, pendientes… transmito más una imagen de artista que de diseñador clásico. Eran mis inicios y no quería emitir una impresión que, aunque fuera errónea, se quedase ligada a la firma. Y yo quería que mi firma y mi trabajo hablasen por sí solos. Les concedí su valor. Y creo que, al final, surtió efecto. Actualmente, nuestros diseños continúan en las alfombras rojas y siempre hemos conseguido, no encasillándonos, llamar y atraer la atención hacia ellos.