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Charlotte Casiraghi: la royal sin título convertida en influencer

Marina Vazquez| 17 de agosto de 2022

Hablar de moda y realeza parece algo tópico. Un diálogo exento de improvisación donde los nombres de la reina de España, Letizia; la eterna princesa de Gales, Diana, y la duquesa de Cambridge, Kate Middleton, tienden a sucederse con cierto tono monótono. Más aún si, por agenda, han tenido alguna aparición pública a analizar. Aunque, en el caso de la segunda, es su visión transgresora y precursora de tendencias lo que alienta su aparición en la conversación. Aparentemente, no hay más. Aunque, como suele dictar el dicho común, las apariencias destacan por su naturaleza engañosa. Y el nombre de Carlota Casiraghi tenía que aparecer.

El 3 de agosto de 1986, la familia real monegasca anunció el nacimiento de la primera hija del actual fallecido empresario y atleta, Stefano Casiraghi, y la princesa de Mónaco, Carolina: Carlota Casiraghi, la royal exenta de título real que, al igual que sus hermanos, creció rodeada de vestidos de gala y trajes de Chanel.

Pese a pertenecer al linaje de la dinastía Grimaldi y ser la undécima en la línea de sucesión al trono del principado, ha sido su apellido común y su vida exenta del deber (por petición de su madre; se negó a darles un título o cargo a sus cuatro hijos) lo que ha favorecido que su infancia, adolescencia y vida adulta hayan estado alejadas de los flashes diarios.

Una cualidad que, a diferencia del resto de herederas al trono, le ha permitido experimentar -sin la presión de convertirse en objeto mediático- con libertad y dar rienda suelta a cada una de sus pasiones. Unas donde la equitación y la alta costura siempre han tenido cabida.

 

Carlota Casiraghi: cómo comenzó su pasión por la moda

Carlota Casiraghi con su marido, Dimitri Rassam en el Baile de la Rose de Mónaco (@charlottecasiraghi/instagram)

Y es justo, esta última afición, la que más le conecta directamente con su madre (ambas fueron musas del ya difunto Karl Lagerfeld) y con su abuela, la eterna Grace Kelly, la que más ha manifestado en público.

Este interés que nace ajeno de cualquier imitación y que, hoy, se podría catalogar bajo la etiqueta de talento comenzó a tomar una mayor presencia entre sus quehaceres, tras su debut en sociedad en el Rose Ball de Mónaco. Cuando Carlota optó por lucir un vestido recién presentado por la firma Chanel. Una elección que ha continuado ejecutando para asistir a galas o bodas reales como la de su tío, el príncipe Alberto de Mónaco.

Y si bien es cierto que su presencia (sola o acompañada de su madre) en los front row de Chanel ha incentivado esta predilección, es su atracción por las costuras y los patrones lo que ha favorecido que, rara vez, no se encuentre en la primera línea de los desfiles de firmas como Gucci o Saint Laurent; convirtiéndose en esas citas imborrables de su agenda anual.

Así, al igual que Carolina de Hannover trazó una amistad con Karl Lagerfeld que repercutió en su armario, Carlota tampoco se queda atrás. La hija de la princesa no solo ha logrado destacar en la industria textil por su buen gusto entre los expertos de moda, sino que es su estilo impoluto el que ha favorecido que se convierta en el rostro de firmas, ya mencionadas, como Gucci. O que, incluso, optase por vestir un traje gris de Yves Saint Laurent para el día de su boda junto a Dimitri Rassam en 2019. Y no solo eso.

 

Reversionando viejas modas

A pesar de que sus estilismos no cuentan ni con los cortes clásicos que predominaron en el armario de Grace Kelly, ni con la sobriedad moderna que caracteriza a los looks de la princesa Carolina, sus apariciones no han cesado de ser aplaudidas e imitadas entre las viejas y nuevas generaciones por ser una mezcla perfecta entre ambos estilos, donde las últimas vanguardias también encuentran su espacio.

Carlota Casiraghi recrea el estilo de Carolina
A la izquierda, Carolina de Mónaco luciendo un bañdor rojo (@eres/instagram) y, a la derecha, reversionándolo, Carlota Casiraghi (@ane_da_regina/instagram)

Tan solo hay que recordar como Carolina de Mónaco optó por un, ahora, rompedor bañador rojo que hace unos pocos días con su habitual estilo fue reversionado por la propia Carlota con una versión más casual.

 

La musa de los diseñadores

De hecho, es esta popularidad sumada a su buen gusto asociado al estilo parisino (debido a las plumas, los volantes y las firmas que destacan entre las baldas y perchas de vestidor) lo que ha favorecido que se den multitud de reacciones positivas con cada uno de sus atuendos lucidos y compartidos en redes sociales, despertando y cosechando nuevas tendencias a seguir entre las masas.

El estilo de la royal se ha convertido en una referencia a imitar del street style. (@charlottecasiraghi/instagram)

Así, por ejemplo, podemos percibir como los vaqueros de patrón oversize o los volantes, que hoy destacan bajo la etiqueta de tendencia, ya brillaban en su vestidor desde hace semanas con su habitual toque afrancesado.

Porque sí, esta inclinación hacia las firmas francesas, heredado de su madre, ha instado a que su relación con la industria textil se estreche. De esta manera, pese a su origen monegasco, Casiraghi se ha convertido en una de las musas de Chanel más aplaudidas. Una donde, el tejido de tweed o los volantes que caracterizan al sello, no faltaron lo que levantó un verdadero afán entre sus seguidores. E, incluso, favorecieron a que diera el paso a desfilar a caballo sobre la pasarela de la citada marca francesa.

Carlota Casiraghi durante el desfile de Chanel (@armandodogrillo/instagram)

 

Como imitar el atuendo de Carlota Casiraghi

Si te encanta el estilo de Carlota Casiraghi, seguramente busques cómo recrearlo. Aunque, sin las firmas de Chanel o Saint Laurent entre las perchas. Y, aunque su estilo es sumamente sobrio, es ese acabado sofisticado lo que insta a que los patrones fluidos, los volantes o el clásico acabado satinado estén presentes entre sus looks de todo el año.

Aunque, estás de enhorabuena. Algunas firmas como P.A.R.O.S.H cuentan con un vestido con un enorme volante de flecos en su colección (a la izquierda) u otras como Cocolebrel (a la derecha) juegan con ese contraste de colores que caracteriza al armario de Carlota. Unos looks donde, por supuesto, las joyas o accesorios en la melena no fallan. Aunque, la oferta y la variedad de modelos es insaciable.

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