De Jenna Ortega a Jennifer López: así es cómo hay que lucir el traje (según el ‘street style’)
En la moda, el traje encarna a la perfección el concepto de la atemporalidad. A diferencia de la tendencia del cut-out, no importa el lugar, mucho menos la temporada; se posiciona como la opción idónea para esos días en los que ni la previsión meteorológica se pone de acuerdo.
Así, este conjunto de americana y pantalón (si obviamos esa popular prenda de quita y pon llamada chaleco) lleva encontrando cabida desde hace más de dos siglos en el armario. Sin cesar de cambiar sus etiquetas, tanto las del dress code como las del género, el traje se alza como esa socorrida opción que jamás será calificada como “demasiado”. Al fin y al cabo, por algo es imperecedero.
Traje: cómo se convirtió en la opción favorita del armario
El primer sastre moderno, es decir, con las connotaciones que en la actualidad mantiene, llegó a principios del siglo XIX en las calles inglesas. No obstante, pese a la aceptación que suponía este conjunto entre las diferentes clases sociales por su favorecedor diseño geométrico y su constante renovación de patrones, no fue hasta que el príncipe de Gales, Eduardo, lo lució cuando este empezó a popularizarse.
Y es que, pese a ser considerado un purista en cuanto a los códigos de vestimenta, el monarca vio en este popular conjunto la oportunidad de simplificar el protocolo instando a la creación de nuevas normas y diseños. Unos que, al grito de las tendencias, no han cesado de transformarse en los diferentes países.
De hecho, la mismísima reina de Inglaterra, Isabel II, popularizó y renovó el sastre, convirtiendo los trajes monocromáticos en su uniforme y sello estilístico. Y no fue la única. Dentro y fuera de la realeza. Solo así ha sabido mantenerse y llegar a los actuales escaparates, pasarelas, street style y, por supuesto, las alfombras rojas.
Y cómo llegó el traje en la actualidad
Como anunciábamos, este conjunto ideado en el siglo XIX se ha ido adaptando a las nuevas modas, siendo uno de los objetos favoritos de los diseñadores para renovar con su trazo, pero no solo por ellos y ellas. Las grandes celebrities han demostrado con sus apariciones que, por algo, se puede decir que es un conjunto multifacético; un vestido no se puede llevar y combinar de tantas maneras. Recopilamos las más llamativas.
Jennifer López y el perfecto «sí, quiero»
Tras ocupar una posición en el ranking de cantantes internacionales e, incluso, provocar que rodeemos fechas en la agenda con sus estrenos en las plataformas digitales, Jennifer López también marca tendencia con cada look de su armario. Más aún, si recurre a los trajes. Y sí, al blanco también.
Con una apariencia de lo más moderna, la cantante más conocida como J.Lo ha retomado su idilio con el blanco (más allá de los tres vestidos nupciales que usó para su enlace con Ben Affleck) recurriendo a este traje de Fendi. Una propuesta de lo más atrevida; quita las solapas a la chaqueta y transforma el chaleco en una prenda extraíble dotándola de flexibilidad.
Julia Roberts posiciona el traje como un imprescindible
La oscarizada actriz, Julia Roberts, ha facilitado que el traje adquiera esa presencia femenina en las alfombras. Una que, incluso, ha adoptado una faceta más sport. Solo ella era capaz. Cohesionando la elegancia y la comodidad con una buena dosis de humor, la protagonista de Pretty Woman compartía la que es, hasta ahora, una de sus elecciones de vestuario más populares.
Este conjunto firmado por Adidas x Gucci en tonos nudes confirma que, pese a lo que se cree, la sofisticación sí puede ir ligada a la comodidad. Lo curioso de este conjunto recae en las rayas diplomáticas icónicas de la firma deportiva y en los puños de pelo que le brindan esa faceta todoterreno. Sí, sí, como se lee. Combinado con unas deportivas se alza como una propuesta perfecta para los quehaceres el día mientras que, con unos tacones como Julia Roberts, se posiciona como una opción digna hasta para pisar alfombras rojas.
Olivia Palermo despide el palazzo por las bermudas
Se advirtió, Olivia Palermo se adelanta a la próxima temporada con sus últimos looks, y se cumplió. Con un traje gris con estampado de cuadros, la socialité posaba con esta reinvención del sastre clásico. Así pues, el pantalón de corte y caída palazzo sufría una reinterpretación adoptando la longitud de las bermudas.
Asimismo, la modelo y empresaria aprovechando la tendencia del viva magenta optó por combinar el sastre con tacones y bolso en este tono que, además, acompañó con joyas plateadas.
Charlotte Casiraghi, la royal sin título recupera el traje
Mientras que la princesa de Asturias, Leonor, sigue el estilo de la reina Letizia y se posiciona cómo una de las princesas y herederas al trono que mejor viste, Charlotte Casiraghi podría liderar ese ranking. Lástima que carezca de título.
Aunque, prescindió de la tonalidad fucsia por la que recurrió la primogénita de los reyes de España, Charlotte crea tendencia con cada uno de sus looks. Su predilección por los trajes tiene algo que ver. De entre todas las propuestas, destaca la vista. Consolidada con una pantalón amplio y una chaqueta estilo cropped, mantiene la etiqueta de este conjunto que sigue ligado a la realeza.
Harry Styles sí sabe cómo llevar el traje
Tras compartir sus 5 claves para recrear su estilo, Harry Styles no sabe dejar de incentivar nuevas tendencias. Entre todas sus propuestas, sin embargo, esta protagonizada por el tono naranja y el rosa se alza como la favorita. Al menos, entre sus seguidores. Una elección de lo más llamativa e informal que refuerza su predilección por el color y que, decorada con innumerables medallas, atrapa todas las miradas.
Jenna Ortega cambia el negro por los cuadros
Jenna Ortega se ha convertido, gracias a su papel protagonista en Wednesday, en uno de los rostros más buscados. La actriz, más allá de viralizar sus pasos de baile como miembro de la Familia Addams por redes sociales, también recurre a este favorecedor conjunto de tres piezas.
En tonos neutros, que favorecen su tez, el traje adquiere una etiqueta formal. Una propuesta que combina con los siempre bien socorridos tacones negros y joyas minimalistas.
